16 de septiembre de 2010

* Todavía *

El sol se ha escondido, al salir , detrás de las nubes y no tiñe la mañana, de los oros dispares que tanto me gustan, cuando los busco.
Tan sólo le presta la luz al día, como desganado por el cansancio de lo cotidiano, con grises azulados, en la distancia del cielo que contemplo.
El silencio se rompe levemente con un trino lejano e insistente, en respuesta viva a otros de matices similares, posiblemente en busca del sustento necesario.
Avisando que es tiempo de andar, volar o simplemente cantar, en cortejo y de rama en rama, adivino a mis gorriones mañaneros.
Una tímida lluvia, gota a gota humedece el suelo, reseco por el estío, negándose a ceder el sitio, al otoño tibio que tanto anhelo.
Gotas que recortan los balcones, dan un suspiro a la tierra que clama agua y frescura.
Etapas nuevas y recuerdos viejos , que se van lentamente, con las amargas sensaciones con que impregnaron mi encanto de antaño.
Emociones por nacer aún, sin tiempo ni espacio, con la levedad del día, que me habla con sus silencios, ahora.
Personas queridas, se fueron de mi vida en silencio, con el regusto acibarado del adiós sin despedida, vuelven a mi memoria muchas mañanas, como la de ahora.
Y no recibo señal alguna de respuesta a su sigilo, aún en este instante, después de tanto tiempo, que sigue discurriendo, con las gotas insistentes, en el pavimento empapado por completo.
Los silencios quebrantan el alma, en estos días salpicados por la añoranza, tratando de encontrar una réplica inexistente.
Llueve plácidamente aún, mientras guardo mis recuerdos, ordenados por afectos, con la paz que los sustenta en mi alma amiga.

Permanece el consuelo del regreso, todavía, en aquel rincón preferido, con la certeza de lo que no fué y pudo haber sido.

9 comentarios:

Mayte® dijo...

Solo una palabra, Inés.

¡MARAVILLOSO!

De todo lo que te he leido este, es el que más me ha llegado.

Un abrazo

María dijo...

Sabía que era tuyo cuando he empezado a leerlo, tienes un estilo inconfundible y una sensibilidad especial para expresar emociones y para escoger las fotos.

Besos

* Inés * dijo...

Ya he solucionado mi problemilla al entrar. He cambiado a Mozilla y todo va de perlas.
Gracias, siempre y otro abrazo, chicas.

Carmen dijo...

Coincido en que es de lo mejor que has publicado aquí. Te noto una evolución muy buena.

Un beso

Scarlet2807 dijo...

Bellísimo Inés, coincido con Carmen, lo mejor que has publicado, al menos para mi gusto...
Un beso, Scarlet2807

Fibonacci dijo...

Que decirte Ines,si en tus formas de narrar lo dices todo, solo felicitarte y darte las gracias por poder leerte.
Un besote

SalvaX dijo...

Muy bonito Inés.
Describes de forma magistral el cambio sutil entre el final del verano y el principio del otoño.
Esos días grises y húmedos, pero no fríos aun me gustan mucho, vienen cargados de melancolía y añoranza pero tambien de dulzura y esperanza.
Me gusta el otoño que ahora está llegando a nuestra tierra.
Saludos.

Manases dijo...

Como me gustan tus gorriones Ines lo he oído trinar en otros de tus relatos, siempre lo consigues, me llevas a ese lugar, siento la lluvia caer y el olor de la tierra humedecida, narras de maravilla un beso

wpaa. dijo...

Como siempre serenidad en tus escritos, los haces tan bien que leyendote puedo imaginar los paisajes que nos brindas.
Siempre mantuve que en la vida hay un tiempo para cada cosa, y cada cosa a su tiempo, Lo importante es intentar ser feliz en cada momento.
Un beso
wpaa.

Callad, por Dios, ¡Oh buñuelo!.

(La foto es de otro día, los de hoy los haré esta tarde que no me ha dado tiempo) Callad, por Dios, ¡oh buñuelo! Que no podré resisti...