11 de agosto de 2016

Las Lágrimas de San Lorenzo




Las Perseidas, también llamadas Las lágrimas de San Lorenzo, son, en realidad, una lluvia de meteoros que radian de la constelación de Perseo y  que se  ven en el mes de agosto, coincidiendo aproximadamente con la festividad de San Lorenzo que se celebra el 10 de agosto.


A Las Perseidas se les denominó Lágrimas de San Lorenzo durante la edad media porque, como he dicho antes, tenían lugar la noche en que se celebra el santo y se asociaron con las lágrimas que vertió San Lorenzo cuando fue asado en una parrilla.


Se ven a simple vista, basta mirar al cielo sin necesidad de telescopio ni prismáticos y, este año, cuando mejor se verán será la madrugada del 12 al 13 de agosto.


Hay otras lluvias de meteoros que también son visibles, como las Leónidas. las Cuadrántidas, Las Líridas y las Gemínidas, pueden ser incluso más abundantes que Las Lágrimas de San Lorenzo pero no tienen la tradición y el encanto que estas, quizás porque tienen lugar en invierno y no apetece salir de madrugada al campo a observarlas o por lo poético de su nombre.


Perseo, recordemos, fue hijo de Danae y Zeus, quien tuvo que convertirse en lluvia de oro para acceder a la torre donde Danae había sido encerrada por su padre y poder dejarla encinta. Ya adulto, protegido por un escudo regalo de Atenea, una hoz de acero regalo de Hermes, el zurrón mágico de las Náyades, el casco de Hades y unas sandalias aladas, consiguió cortar la cabeza de Medusa para protegerse de Polidectes, a quien terminó petrificando con la cabeza


Cuando regresó de esta misión, Perseo encontró a Andrómeda encadenada a una roca, expuesta a ser devorada por un monstruo marino y, enamorándose de ella, la liberó y se casó con ella y tuvieron siete hijos.


Nada se dice de ello pero yo me pregunto si las Perseidas no son en realidad el polvo de oro en el que se convirtió Zeus para engendrar a su hijo Perseo, en cualquier caso yo las he visto y se podrían denominar polvo de dioses, de tan bonitas como son.

Callad, por Dios, ¡Oh buñuelo!.

(La foto es de otro día, los de hoy los haré esta tarde que no me ha dado tiempo) Callad, por Dios, ¡oh buñuelo! Que no podré resisti...