11 de marzo de 2010

Caja de músicas


Siempre que estoy como hoy estoy, corro en busca de mi amiga. No sé cómo lo hace, pero nada más verme, sin mediar preguntas, sólo con mirar el color de mi piel, ya conoce la causa de mis pesares. Siempre me recibe con sonrisas entre sus brazos, aunque es consciente de que sólo la busco cuando la necesito. Nada más llegar, me enjuaga de efectivos ungüentos. Toma mis manos e inicia un ritual, milimétricamente estudiado, para hacerme sonreír. No siempre lo consigue con facilidad. Hoy, como otras tantas veces, ha debido poner en juego un sin fin de recursos y, aún así, apenas lo ha conseguido. Pero siempre me consuela. Nunca me niega nada. Indaga mi alma y, de inmediato, sabe qué ritmo necesito. Sabe qué melodía purificará mi alma. Y nada más abrir sus labios, las primeras palabras ya son todo un cúmulo de caricias. Me mira siempre con ojos de bondad, pese a que sólo recurro a ella cuando mis arterias están al borde de la desesperación y se niegan a regar mi cerebro. No le importa desnudarse ante mí. Y hay ocasiones en las que hasta me invita a hacer el amor con ella. Y cuando eso sucede, siempre, absolutamente siempre, llego a un orgasmo lírico, lleno de notas que me embriagan y silencios que me arrullan entre sus brazos. A veces pienso que soy injusto con ella. Pero aún teniendo muy presente ese sentimiento, sé que nunca me fallará porque sabe muy bien que, aunque solo voy a verla en días en los que estoy como hoy estoy, sigo enamorado de ella y eso, creo, es causa suficiente para que soporte todos mis abusos.
Y es que la música, mi amiga, es la panacea que cura todos mis males y me transporta, como en alfombra de Aladino, al lugar donde el alma se contagia de serenidad y equilibrio.

4 comentarios:

* Inés * dijo...

La música que se cala hasta el alma como la lluvia en la madre tierra,
nos invade y nos consuela, cuando nos recostamos en sus brazos.

Nos permite construir sueños de besos y de amaneceres, recreados con
cadencias de locura apasionada.

Gracias, Prólogo, me gustó al símil, música-mujer.

Chapeau, mon ami.

Mayte® dijo...

Contigo me quedo sin palabras.

Absorta en tus letras y transportada a esos momentos que tan bién describes.
Bellísimo escrito.

Un beso a la distancia

margari dijo...

demostración de culpabilidad.
¿PORQUÉ?... Tu amiga.
Te espera,te cuida,te quiere,te mima.
EL DÍA, que estás con ella,
LA QUIERES!,mientras estás con ella.Eres feliz,sois felices.
!AMAROS!pues
El tiempo es sólo éso.!tiempo!

Precioso escrito...Prólogo
Un verdadero placer, leerte
Un saludo
Margari

monpita dijo...

Marga no estoy muy acuerdo con eso.. la amistad como toda relacion hay que alimentarla... y cuando se dá una amistad es compromiso entre dos seres en las buenas y en las malas...es entregarse ambos...es querer saber como se siente el otro, es querer sentir que el otro me siente. No tengo amigos que sólo me buscan cuando están mal y no saben donde recurrir... quiero amigos que sé que estarán siempre y yo estaré para ellos... sino no sirve.Como escrito fabuloso, como sentimiento, sólo me genera egoismo. con respeto prólogo porque siempre te leo. te dejo un saludo. mon

Callad, por Dios, ¡Oh buñuelo!.

(La foto es de otro día, los de hoy los haré esta tarde que no me ha dado tiempo) Callad, por Dios, ¡oh buñuelo! Que no podré resisti...