20 de marzo de 2010

La ley de “Mariorphy”

Este aparato (léase ordenador), funciona como él quiere. Es como si tuviera vida propia. Resulta que, mientras organizaba mi piso, se me ocurrió una idea para elaborarla y compartirla con Uds. ¿A quien no le habrá pasado alguna vez que tiene una idea determinada y antes que se desvanezca en la bruma de pensamientos cotidianos pues es necesario como mínimo escribirla?.

Pues hete aquí que con idea revoloteando alrededor de mi cabeza (cual pajaritos de dibujos animados), me senté presto al ordenador no sin antes hacer clic en “encendido” (“on”, “encender”, “toque aquí”, bueno se entiende).

Mientras esperaba el encendido iba pensando en cómo iniciar ese escrito, imaginaba el prologo, luego el desenvolvimiento de la idea, pero no me gustaba el desenvolvimiento ( no era una buena continuación del prologo), así que volví a pensar en otro prologo y el mismo desenvolvimiento de la idea (a todo esto el ordenador todavía no encendía), hete aquí que, boludito que soy, tampoco me gusto como estaba elaborando otra vez el tema, así que nuevamente prologo y desenvolvimiento nuevos, a lo que el ordenador me saca un cartelito, que si bien no me acuerdo que decía; creo que era algo como “Hay que verificar la sesión de inicio, esto tardará varios minutos”.

“Bueno, mientras sigo ordenando”, pensé.

Pues fue así que me llevo un tiempito seguir en mis tareas y, entre una cosa y otra, la idea se desvanecía entre prólogos y desenvolvimiento.

Volví a mi ordenador y otro cartelito decía: “Le dije que demoraría varios minutos…así que siga haciendo lo que estaba haciendo” (qlp…pensé para mis adentros), nuevamente a mis labores. Ya pasado un largo tiempo, con la idea vaya a saber dónde, me acerqué mirando de reojo el ordenador, quien con un nuevo cartelito me dice “Oiga….¿esta apurado o qué??•.

Fue allí donde se me ocurrió que entraba esta situación en la famosa ley de Murphy, naciendo otra idea más que era, en primer lugar: ¿Quien fue Murphy?.

Pues Edward A. Murphy Jr. Era un ingeniero de desarrollo que trabajo durante un breve periodo en experimentos con cohetes sobre rieles puestos en práctica por la Fuerza Aérea de Estados Unidos allá por 1949.

Aparentemente todo nace durante estos años y su actividad. Para esa época se utilizaban muñecos en las pruebas iniciales, luego una persona se atrevió a realizar la proeza con los cohetes sobre rieles, fallando en esa oportunidad. Aparentemente fue allí que don Murphy, frustrado por el fracaso, culpa a su asistente pronunciando la famosa frase: “Si una persona tiene una forma de cometer un error, lo hará”. Fue así como irónicamente entre compañeros la frase fue tomando color y divulgándose de boca en boca fue un ejemplo tendiente a enfatizar lo negativo.

Todo tiene su explicación (al menos eso creo), el universo de acontecimientos diarios nos lleva en algunos momentos a emular esta famosa ley (conscientes o inconscientemente)

Pero bueno, el tema es que mi ordenador recién ahora está funcionando (espero que correctamente), la idea inicial seguro que era muy buena, y yo aquí contándole a Uds. sobre este tal Murphy que en algún momento habrá pensado: “Cuando mas necesites usar el ordenador, menos rápido funcionara” (sino, lo pienso yo…chincha)

En fin…

Nuestras charlas nocturnas.

1 comentario:

D'MARIE dijo...

JAAJJ Mario,de poetico nada,pero encantador relato,de lo terrible que nos hace sentir,cuando no funciona este aparatejo,que tanto nos arrima a los amigos de la distancia!!Buenisimo
Besis

Callad, por Dios, ¡Oh buñuelo!.

(La foto es de otro día, los de hoy los haré esta tarde que no me ha dado tiempo) Callad, por Dios, ¡oh buñuelo! Que no podré resisti...