6 de septiembre de 2010

Leer

Desde siempre he leído todo lo que cae en mis manos, soy lo que yo llamo una lectora empedernida y heterogénea, mis lecturas han sido siempre una miscelánea de estilos y autores, me recuerdo de niña leyendo a Enid Blyton al mismo tiempo que a Homero, Cicerón, Nietzche, libros de mecánica o José Luis Martín Vigil, del que recuerdo sobre todo su "Primer amor, primer dolor" y "Los curas comunistas".

Mi récord de lo absurdo leyendo lo tengo de una noche en un hotel cuando, de pronto, me di cuenta de que no había llevado ningún libro y, como no puedo dormir sin leer, me leí entero "El Marca" que era lo único que quedaba en recepción.

Igual lo mío con los libros es un poco extraño porque prefiero regalar uno antes que prestarlo, porque, en el fondo, sé que muy pocos de los libros que prestan te los devuelven y hacerlo es como dar un trocito de ti misma. Creo que, afortunadamente, mis hijos se "engancharon" a la lectura desde muy chiquitines (yo, para fomentarlo, les compraba libros de esos de plástico con dibujitos que se pueden meter en el agua y los metía a la bañera con el libro) y, aparte de para cultivarse y disfrutar con la lectura, les sirve para evadirse incluso de su madre (uno de ellos, cuando va de compras conmigo, en realidad lo llevo de porteador, lleva siempre un libro y, pacientemente, lee mientras yo compro).

Últimamente me sorprendo a mí misma porque me ha enganchado un autor que se supone que escribe para jovencitas, Federico Moccia. Soy socia del Círculo de Lectores y, un día, pedí al azar entre otros su "Perdona si te llamo amor" y me gustó su frescura escribiendo, me atrapó esa historia, una niña de 17 años y un señor de casi 40, un amor que se suponía que no podía salir adelante y, sin embargo, salió. Ahora he leído la continuación, "Perdona, pero quiero casarme contigo". Es de lo que mis hijos llaman literatura de la que "te da un subidón de azúcar", lo que también me dicen de lo que yo escribo, ellos tienen otros gustos, pero a mi me gusta y, como he dicho, me sorprendo de que me guste.

Y me sorprendo porque me pregunto a mí misma: "¿Estoy volviendo a la adolescencia ahora a los 50?" o, quizás, ¿he llegado a ese punto en que sólo quiero ver la vida de color rosa porque los problemas ya te vienen solos?.

En cualquier caso no debería importarme, jamás me ha importado lo que piensen o digan de mí y, entonces: "¿por qué importarme lo que yo piense de mí misma?".

9 comentarios:

Mayte® dijo...

Solo te voy a decir una cosa

¡GRACIAS!

Besitos desde el alma

Scarlet2807 dijo...

Yo también te doy las gracias María, es un placer y un honor compartir letras con una mujer tan completa como tú...
Simpatiquísima, inteligente, ocurrente, espontanea y como si todo ésto fuera poco, CULTA.
Un gran beso, Scarlet2807

Manases dijo...

conoces la torre fortaleza del louvre?
deberias de visitarla en ella se encuentran en un casita de cristal 10 millones de libros besso María

María dijo...

Manasés, lo que más me gustó del Louvre fue un sarcófago etrusco, igual escribo un día de ello, me recordó muchísimo "La Sonrisa Etrusca", de José luis Sampedro, si es que existe una forma "bella" de reposar eternamente sería en uno de esos sarcófagos.

BONBOM dijo...

María a mi personalmente lo que más me gusta de tí es la gran mujer que se te intuye, relato a relato, comentario a comentario, de veras es impresionante la cultura, sensibilidad, amabilidad y simpatia todo en una misma persona, en cada linea, se nota tanto, me gusta muhisimo leerte, en cualquier estilo.

Un beso

Anónimo dijo...

María, puede que algún amig@ nos falle, pero la Lectura? esa será siempre nuestra compañera fiel.
Un besito niña.
Madeira

SalvaX dijo...

Comparto tus aficiones a leer hasta la marca del papel higiénico.
Ultimamente procuro leer libros de ficción, novela histórica, de misterio y cosas aí.
Pero en el cine si he vuelto a la adolescencia, me gustan las peliculas de guerra, de cowboys y ¡de submarinos!, aquellas claustrofóbicas en la que hay 8 tipos en un cubículo misnusculo y el que mira por el periscopio dice "preparado el lanzatorpedos número 6" y los otrso van repitiendo lo mismo desde el de mas graducación hasta el marinero, hasta que el último mono grita "Preparado el 6 Señor" y vuelven a repetir todos de menos a mayor hasta que se entera el del periscopio que está a medio metro del último. Y todos tan serios mientras se oye el pi-pi-pi del sónar.
¡Para partirse de risa!
Creo que me estoy volviendo senil....

D'MARIE dijo...

Un paraiso es leerte corazon...despliegas alas y vuelo contigo..gracias
Besis

* Inés * dijo...

Siempre queda y que permanezca, esa parte adolescente dentro de cada una. Sale cuando necesita hacerlo y hay que darle su sitio.
Yo tengo también esa jovencita de sueños e ilusiones, de sonrisas y paseos por las letras.
Sé, me consta, tu amor por la lectura.
Una reflexión preciosa y emotiva, de una parte de tí.
Me encanta cuando te conozco un poco más, así, aquí, entre cables y letras.
Gracias, siempre.

Callad, por Dios, ¡Oh buñuelo!.

(La foto es de otro día, los de hoy los haré esta tarde que no me ha dado tiempo) Callad, por Dios, ¡oh buñuelo! Que no podré resisti...