30 de septiembre de 2010

La leyenda del beso


Cuenta la leyenda ,que despùes de la creaciòn ,Dios se reuniò con Adan y Eva y les dijo:

Todo lo que veis a vuestro alrededor os lo dejo para vuestro gozè,las frutas màs jugosas ,las flores màs bellas ,el agua de los rios para solazaros .Los animales estaràn a vuestro servicio ,respetadlos como criaturas màs que son , y os daràn alimento para el cuerpo y el espiritu,amaros el uno al otro porque yo bendecirè vuestro amor y os colmarè de hijos que alegraran vuestra juventud y cuidaràn de vuestra vejez .Solo una cosa teneis vetada ,nunca acerqueis vuestros labios de tal manera que podàis beber el aliento uno del aliento del otro, si asi lo haceis ,un poder diabolico se extendera por vuestra sangre y morirèis de inmediato ,recordadlo bien, porque ni yo tengo el antidoto de ese veneno .

Pasaron los los dias entre juegos y escarceos ,bañando sus cuerpos en las cristalinas aguas, y probando todos los frutos al alcance de su mano .
Una tarde Adàn , estaba descansando bajo un manzano y se le acercò Eva acariciàndole el rostro con sus largos cabellos, Adàn la atrajo para si y en ese momento sintio como una fuerza arrebatadora le empujaba hacia los labios de su esposa ,trato de resistirse ,pero un aliento calido y embriagador le cegò los sentidos ,sus labios se unieron en un beso de fuego y sus lenguas se abrazaràn como dos amantes en celo ,perdio el sentido del tiempo y todo su cuerpo se incendio como nunca como nunca habia sentido .Las palabras de Dios se perdieron entre los pechos de Eva.
En ese momento se aparecio un Yavhe colèrico y blandiendo la espada de la muerte les increpò con voz de trueno.

-¡Habeis osado desafiarme¡. os entreguè todo os di de todo lo que podiais gozar ,solo os prohibi lo ùnico que hasta a mi me ha estado vetado.

A partir de ahora , tù Adàn ,desearas ese beso con todas tus fuerzas ,pero Eva te lo negarà siempre .Te lo hara rogar ,suplicar y cuando lo consigas , su gocè te durara menos que una flor de Mayo ,se deshojarà y se marchitarà hasta que no te sepa a nada .Toda tu vida sera la eterna bùsqueda de ese beso sagrado que acabas de profanar , y vagaràs como alma en pena hasta que tus labios se quiebren con el rictus de la muerte .

Desde entonces ,los hombres buscan los labios de la mujer con incontenible deseo ,los poseen y al poco ,parten arrastrados por la maldiciòn ancestral .Solo algunos afortunados comprenden alcanzando el beso supremo ,que el amor le ha redimido ,que ya no necesitaran seguir vagando que el aliento del paraiso se enciende en la boca de la mujer que aman .

10 comentarios:

María dijo...

Me has sorprendido, jamás había oido hablar de esta leyenda. El final es precioso.

Besos

D'MARIE dijo...

WAOO...que leyenda preciosa...!! buscare a quien me pida su beso..y no se lo negare...creo que rompere el conjuro..besiss

Scarlet2807 dijo...

Wppa, preciosa leyenda...
Yo ando bucando a alguien que me ayude a romper el conjuro, pero ya sabes, no puedo encontrarlo, porque no tan solo no rompen el conjuro, sino se los traga "El triángulo de Las Bermudas"
jajajajajajajaj
Besos amiga, te quiero muchísimo
Scarlet2807

FIBO dijo...

http://www.youtube.com/watch?v=56Vo63WCdZE
muy bonita historia Guapetona.
Un beso.

Mayte® dijo...

Gracias Wppaaa.

Bellísima historia.

Un besitoo

Alejandro dijo...

No sé yo si me conviene un viernes a media mañana leer cosas como "beso de fuego" y similares.

Bonita historia.

Un saludo

LIA50 dijo...

Me encantó esta leyenda que no conocía, y ahora me quedo mas tranquila, ya sé porque me gusta tanto besar, jajaja Besitos Lía.

Carmen dijo...

Linda historia, Wppa.

Un beso

BONBOM dijo...

Wpaa querida amiga, pereciosa historia que desconocia por completo, como Lía ahora entiendo porque soy tan besucona, jajjaja, gracias por contarnosla cariño.

besos

* Inés * dijo...

Wappa todo lo que tratas lo conviertes en oro de poesía, aunque sea en prosa.
Un beso mariposa de colores.

Callad, por Dios, ¡Oh buñuelo!.

(La foto es de otro día, los de hoy los haré esta tarde que no me ha dado tiempo) Callad, por Dios, ¡oh buñuelo! Que no podré resisti...