17 de septiembre de 2010

ASESINOS DE LA MEMORIA

¿Puede un judío olvidar el holocausto nazi?

En un intento de promover la reconciliación entre víctimas y verdugos, los dirigentes religiosos y políticos a veces han solicitado a la gente a olvidar las atrocidades sufridas.

Así ocurrió, por ejemplo, en Atenas en el año 403 a.E.C. La ciudad acababa de vivir el fin de la dictadura opresiva de los Treinta Tiranos, oligarquía que había aniquilado a casi todos sus adversarios.

Los nuevos gobernantes trataron de restablecer la armonía civil decretando una amnistía (de un término griego que significa “olvido, pérdida de memoria)

Es relativamente fácil tratar de eliminar por decreto los recuerdos de las brutalidades cometidas contra los inocentes. En algunas ocasiones los gobernantes deciden hacerlo por conveniencia política, como sucedió en la antigua Grecia y en varios países europeos al finalizar la II Guerra Mundial.

En Italia, por ejemplo, se concedió una amnistía en 1946 a más de doscientos mil ciudadanos culpables de haber participado, de forma más o menos relevante, en los delitos del régimen fascista.

No obstante, lo que deciden los gobiernos es una cosa y lo que siente cada miembros de la comunidad otra muy diferente. Es imposible obligar por decreto a los ciudadanos, tal vez víctimas indefensas de conflictos brutales, masacres y otras monstruosidades, a olvidar los sufrimientos del pasado.

Sólo en las guerras del siglo pasado murieron más de cien millones de personas, muchas de ellas tras haber padecido lo indecible. Si añadiéramos a esta cifra todos los que han muerto en masacres acontecidas en tiempos de paz, las salvajadas serían innumerables. Muchas personas hacen todo lo posible para que ninguna de estas caiga en el olvido.

Quienes piden a las víctimas de los horrores o a sus descendientes a perdonar y olvidar como también ocurrió en la guerra civil española, con frecuencia mantienen que recordar el pasado sólo sirve para dividir, sobre todo si han transcurrido varias décadas. Dicen que olvidar une y que, además, por muy trágicos que hayan sido los sufrimientos, recordar no cambia las páginas de la historia.

Pero en el afán por que la gente olvide, se ha llegado al extremo de negar la realidad de los crímenes más horrendos que se han cometido contra la humanidad. Con el apoyo de los autodenominados historiadores revisionistas, algunos afirman que el Holocausto jamás sucedió. Incluso han organizado visitas a anteriores campos de exterminio y han explicado que nunca hubo cámaras de gas en esos lugares, a pesar de que existen numerosos testigos presenciales y montañas de pruebas y documentos.

¿Cómo es posible que tales ideas revisionistas falsas tengan aceptación en determinados círculos?

Pues porque hay quien prefiere olvidar su propia responsabilidad y la de su gente, llevados por el nacionalismo, su ideología personal o sentimientos antisemitas o de suerte parecida.

Los revisionistas creen que, cuando se olvidan las atrocidades, desaparece la responsabilidad. Pero estos revisionistas irresponsables, a quienes un historiador francés llama “asesinos de la memoria”, se enfrentan a la firme oposición de muchas personas.

Innegablemente, es muy difícil para los sobrevivientes olvidar a los seres queridos muertos en la guerra o en otras barbaries. Sin embargo, la mayoría de los que procuran recordar las masacres y los genocidios lo hacen con la esperanza de que las lecciones aprendidas de sus propios sufrimientos y de los de sus seres queridos, sirvan para evitar que se repita el salvajismo.

Por ejemplo, el gobierno alemán decidió conmemorar el aniversario del descubrimiento de los horrores perpetrados por los nazis en el campo de concentración de Auschwitz. Con la intención de recordar y que sirva de advertencia a las generaciones futuras.

A fin de que los genocidios del siglo pasado y de este sirvan de lección y de advertencia también a las nuevas generaciones, se han abierto varios museos, como el Museo en Memoria del Holocausto, en Washington.

Por la misma razón se han producido varios documentales y películas emotivas sobre el tema. Todas estas medidas están encaminadas a evitar que la humanidad olvide a quienes han sufrido a manos de otras personas.

“Los que no pueden recordar el pasado están condenados a repetirlo”, escribió el filósofo hispanoamericano Jorge Santayana. Desgraciadamente, parece que con el transcurso de los milenios la humanidad ha olvidado rápidamente su pasado, condenándose así a cometer los mismos errores graves una y otra vez.

La larga y cruel sucesión de matanzas perpetradas por el hombre pone de relieve que la gobernación humana ha sido un fracaso total. ¿Por qué razón? Porque los hombres han repetido constantemente el mismo error básico: rechazar a Dios y Sus leyes.

Ya que hemos incluido al Creador. como no podía ser menos en la cuestión, podríamos preguntarle qué opina él. ¿Qué cosas olvida, y cuáles recuerda?.

Vosotros decidís , si le preguntamos o no.

9 comentarios:

María dijo...

Soy de la opinión de que ni se pueden ni se deben olvidar las guerras ni las masacres comentidas durante ellas.

La foto de la Caravana de la muerte que ilustra tu duro escrito me parece motivo suficiente como para tenerla siempre en la retina.

Ahora bien, tampoco comparto el que se fomente el odio o la división entre las generaciones siguientes. Los hijos o nietos no son en absoluto responsables de los actos de sus padres o abuelos y eso, desgraciadamente, se olvida. Por lo tanto mi conclusión es memoria sí, para todos los horrores, pero nada de fomentar odios en las generaciones siguientes.

Besos

Mayte® dijo...

Totalmente de acuerdo contigo, Maria.

A veces y en según que ocasiones, bien haríamos en tener un poco de memoria selectiva.

No se puede culpar a generaciones enteras por la locura de unos cuantos y la permisividad de otros.

Tengamos en cuenta que ninguna de esas atrocidades sucederian si, a los primeros síntomas de alarma, no hicieran la vista gorda algunos gobiernos con la excusa de los intereses comerciales.

Gracias Manases

Un abrazo

* Inés * dijo...

Nunca olvidaré, cuando un compañero de clase, hizo una magistral exposición del genocidio alemán.
Desde aquella mañana, en la que nos informó generosa y crudamente, de los horrores cometidos por los nazis, algo en mí cambió para siempre.
Tamaño dolor de los sobrevivientes, nunca fué compensado por la humanidad, sino con una mera fecha conmemorativa y poco más.
El genocidio alemán no es un tema que se trate en los colegios y me temo que las generaciones venideras, nada o poco sabrán de los horrores que aún duelen en el corazón de muchos.
Hay que recordar fielmente y conmemorar siempre a los que se les arrancó la vida, en guerras y holocaustos.
Y, Manasés, Dios que es nuestro Padre,como buen padre no olvida jamás a una sola de sus criaturas. Somos sus hijos y nos quiere, como favoritos que somos todos y cada uno para Él.
Los errores de los hombres, son de los hombres, de los que murieron y de los que seguimos vivos.
Este tema daría lugar a cientos de líneas y debates, no me extiendo más.
Interesante tema, bien argumentado y magnífico escrito, para releer, de nuevo.
Gracias siempre y mi ovación a tí.

María dijo...

Ah, que lo que se me olvidó ayer respecto a tu pregunta final, yo sí le preguntaría a Él.

Besos

Scarlet2807 dijo...

Es muy fácil pedir perdón y olvido , cuando las atrocidades no nos han afectado directamente.
Y no lo digo solo por el genocidio de los nazis, en mi país se cometieron atrocidades y no creo que alguna madre, padre , hijo/a , esté dispuesto a perdonar.
Solo pido que el tiempo, que es mejor bálsamo, se encargue con las nuevas generaciones, ya que al igual que María, estoy de acuerdo que no hay que fomentar el odio, que solo engendra más odio.
Pero, debe correr mucha agua bajo el puente...
Dos besos , Scarlet2807

SalvaX dijo...

Mi opinión es que no hay que fomentar los odios ni "azuzar" los fantasmas (Ya sabeis lo que pasa en este pais cada vez que se acercan elecciones o en las fiestas "nacionales" de algunas autonomías)
Pero tampoco hay que olvidar, quien nuega su pasado, no tiene futuro.
La Historia (como ciencia así con mayúsculas) no la deben escribir los vencedores ni los vencidos. Hay que dejar que el tiempo borre la emotividad para poder estudiar los hechos con objetividad y que las generaciones posteriores aprendan a no repetir las barbaridades del pasado.
¡Yo tambien le preguntaría a Dios hacia donde estaba mirando mientras pasaban todas estas cosas horribles!

wpaa. dijo...

¿Como describir lo indescriptible,còmo se hace imaginable lo inimaginable ?Las palabras se gastan, las frase suenan vacias.Pero el tema no es algo aislado,es una condiciòn previa para un tema màs importante .¿como impedimos se repeticiòn.??
¿se debe olvidar lo que pueblo judio quiere recordar?"Zejor et asher oso leja Amalek " "Recuerda lo que te hizo Amalek".
Un beso
wpaa.

Anónimo dijo...

Muy bueno el escrito, yo me sumo totalmemte al comentario de Scarlet.
Saludos
enmatojado

D'MARIE dijo...

Que belleza es saber perdonar...pero perdonar.,no significa olvidar,solo mientras sea para no repetir errores..buenisimo
Besis

Callad, por Dios, ¡Oh buñuelo!.

(La foto es de otro día, los de hoy los haré esta tarde que no me ha dado tiempo) Callad, por Dios, ¡oh buñuelo! Que no podré resisti...