Al instante que el lobo le dio en las patas. El burro se volvió con la rapidez de un rayo, a pesar de la carga pesada que llevaba encima, y le dio una patada en la cara al lobo que se volvió aullando. En aquel mismo momento abrió la boca y rebuznó con toda la fuerza que tenía en los pulmones. Jamás se había oído a un burro rebuznar así. Uno por uno los 50 siguieron el mismo ejemplo... era un alarmante grito de guerra.
A medida que los lobos repitieron el ataque, los burros que estaban atrás se pusieron a correr y rodearon a dos de ellos. Al encontrarse entrampado en el círculo que habían formado los burros furiosos, uno de los lobos creyó haber visto una salida y corrió para escaparse por allí con la cola entre las patas. El burro más cercano agachó la cabeza. Agarró con los dientes al lobo por el lomo. De esta manera agarraron a ambos lobos y los lanzaron fuera del círculo... muertos. Los demás lobos huyeron. Tres o cuatro burros abrieron las narices y rebuznaron ruidosamente, como para decir que habían completado el trabajo. Entonces todos ellos volvieron a adoptar su apariencia soñolienta y laboriosa, y se pusieron otra vez en fila. De nuevo, eran solamente burros.
Postdata: os dejo a vosotros la moraleja.
16 comentarios:
Interesante historia, que me lleva a compararla con actitudes humanas, de lobos que se lo creen.Ingénuos ellos...
Me ha encantado leerte.
p.d. Mis gorriones son listos y no se dejan coger, jajaja.
Un beso, amigo y gracias siempre.
Yo lo veo muy claro porque yo misma actúo muchas veces así, me hago la tonta, hago como que no me doy cuenta, etc. hasta que llega un día o llega un momento en que me tocan el interruptor y zass, taconazo en los sesos, que es mi equivalente a la coz del burro.
Besos
Pués me he identificado mucho con tu burro. Muchas personas tienden a confundirse conmigo y creen que soy fácilmente manipulable hasta que, se llevan una coz.
Cada día me gusta más leerte, ¡leñes!, aunque resulte repetitiva.
Gracias por compartir.
Un besote
¿Se habrá identificado esta por tener 4 patas también? jajaja, ahora me mata (descuelgo el teléfono por si las moscas) jajaja.
Muy bueno lo de dejar la moraleja a la elección del lector, la mía sería algo así como que llega un momento en que te cansas de hacerte el tonto y saltas.
Un abrazo, Amigo.
Oye, que cuatro patas tu tía la del pueblo "bonita", que yo tengo piernas eh!
jajajaja
¿Habrá o no intentado llamarme?, el teléfono sigue descolgado, jajaja.
Oye ¿qué tía?, que mira que hago memoria y no la recuerdo, jajaja.
¡La lexe que te dieron!
Manases como siempre genial, la moraleja seria que todos somos "burros" hasta que nos tocan demasiado las narices.
Un beso
Por eso hay tantas lobas ¿ no ?. ¿ Es esa la moraleja ?. Mira que son burros los lobos andar tras de los burros. Yo que voy detrás de las lobas ¿ qué seré ?.
Si los burros van detrás de los lobos... significa que tú, si andas tras las lobas, eres una "burra"?, con tanto cambio de sexo a estas alturas, vete a saber.
Las apariencias engañan , no por ser burros , son tontos , ni los lobos por creerse listos ,lo son tanto tambien.
Una cosa es parecer burro y otra serlo ,la paciencia tiene limite para , animales y humanos y cuando se transpasa ese limite ,el burro se transforma en lobo , y el lobo , ni siquiera se queda en burro ,pierde todos los galones y se queda en nada.
Puestos a elegir , prefiero ser burra .
Inteligente reflexion, como siempre te superastes .
Un beso
wpaa.
Discrepo del Sr, Juaquinito , no piense que hay tantas lobas, si no todo lo contrario ,puestos a ver
veo mas burr@s que lobos.
Yo que Ud me pensaria si ser burro o lobo , aunque sacando conclusiones , en mi opinion me parece que es lobo en vez de burro.
Cordialmente.
Wpaa.
Que bién me viene tu escrito mi querido guardaespaldas.
Conmigo todo el mundo se equivoca, me ven dulcesita, pacífica y creen que soy tonta, hasta que me tocan las narices y se dan cuenta que pateo más fuerte que un burro, jajajjajajajjajaj.
Dos besos, Scarlet2807
Jjajajajajajaja, Wppa, ¡eres genial!
¡Pues no sabia yo que los burros fueran tan agresivos!
De niño iba los veranos a un pueblo de vacaciones y un aldeano me dejaba su burra ("La Trini" se llamaba) que era muy vieja y muy mansa y me daba grandes paseos cabalgando (o "burreando") por los montes de alrededor.
Era bastante cabezota y se sabía de sobra el recorrido así que siempre íbamos donde ella quería, además, de vez en cuando se le "acababan las pilas" y se paraba un rato como si fuera una estátua y yá podías tirar de las riendas o darle alguna palmada en las ancas que hasta que hacia "reset" no volvía a caminar.
¡Podríamos mandarla a monasterio también!
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