19 de septiembre de 2010

NO ME DEJES SIN TÍ, AMOR

Que no se quiebre este placer que nos une hoy
que no nos separe nuestro cuerpo a cuerpo
que en tan sólo un instante nos aisló;
que no se acaben esas tiernas caricias,
esos susurros que se tornaban en un son.

Que no se rompa el ahora, este instante,
este anhelo que se sacia en nuestra fusión;
cuando mis palabras ya no son las tuyas,
cuando ya nuestros labios se confunden,
y ya las miradas no son quienes nos unen.

Quiero no perder esa incesante llama
que hace vibrar mi cuerpo sosegado
que enciende la pasión del libre albedrío,
de noches intensas que no llevan al olvido.

Quiero no muera nunca este mi amor intenso,
que no cubra de ceniza mi ardiente corazón,
que no deje de anhelar ese desesperado encuentro,
que hace de los dos un único e inquietante silencio.

No dejes que me quede sin ti, amor,
que no sólo eres un instante de intensa pasión;
no me dejes en el olvido de un inolvidable encuentro,
que eso, para mi, no eres tú, mi gran amor,
mas el pasar el tiempo, nos dirá si tú y yo,
fuimos en realidad uno sólo de dos.
Autora: Rosa Mª

2 comentarios:

María dijo...

He leído las tres etapas de ese amor antes de comentar y he decidido que te haré un comentario único para los tres. Has relatado con gran maestría y sensibilidad las diferentes etapas de un amor, el amor naciente, cual si fuera un niño, el amor pleno, pasional y de adultos y, por último, el amor sosegado, el de aquellos que han vivido mucho juntos y saben que, aunque se acerque el final de lo terrenal, lo suyo será eterno.

Emocionante.

Besos

Scarlet2807 dijo...

Al igual que María, he leído tus tres etapas que describes con gran sabiduría, me ha gustado mucho, como vas relatando la metamorfosis que va viviendo el amor y como van cambiando sus prioridades, sin dejar de ser un verdadero amor, fantástico Rosa!

Un beso, Scarlet2807

Callad, por Dios, ¡Oh buñuelo!.

(La foto es de otro día, los de hoy los haré esta tarde que no me ha dado tiempo) Callad, por Dios, ¡oh buñuelo! Que no podré resisti...