Blancanieves

Existió una princesita
que llamaban Blancanieves
era de rasgos suaves
sus ojos de circonita

de oro puro los cabellos
el corazón generoso
su trato muy cariñoso
la admiraban sus vasallos

todo el mundo la adoraba
menos la bruja siniestra
que era también su madrastra
y a la pobre a muerte odiaba

era tan fuerte su envidia
que en el reino que habitaba
nadie más bella aguantaba
y en prueba de su osadía

a su espejo preguntaba
¿quien es más guapa?, decía
eres tú, le respondía
hasta que un día, sorprendida,

escuchó de aquel espejo
lo que ella no quería
ahí se acabó su alegría
y creció tanto su enojo

que a la pobre Blancanieves
pronto ideó eliminar
y, ordenándola matar,
creyó ya tener las claves

para su eterna belleza
mas no pudo conseguirlo
que el cazador no era malo
y hasta ideó una añagaza

y la engañó sin tristeza
el corazón de la niña
que creyó comerse ella
resultó ser de una corza

Blancanieves quedó libre
y, buscando por el monte,
encontró un hogar caliente
y acogedor aunque pobre

allí vivían enanitos
la acogieron cual hermana
trabajaban en la mina
por lo que volvían hambrientos

ella cuidaba la casa
preparaba la comida
y luego todos en banda
se sentaban a la mesa

le decían tú ten cuidado
de tu malvada madrastra
pues si el espejo le muestra
que tú sigues existiendo

vendrá a buscarte sin duda
Blancanieves hacía caso
jamás a nadie dudoso
dejaba entrar en su vida

mas un día llegó una anciana
disfrazada de buhonera
se declaró admiradora
de una joven tan lozana

así consiguió engañarla
y le ofreció una manzana
de la forma más humana
ella con sólo morderla

cayó al suelo desmayada
y de la bruja malvada
llegó a oír una risotada
antes de estar fallecida

lloraron los enanitos
lágrimas de amor y rabia
perdida por la soberbia
la princesa de sus sueños

no quisieron enterrarla
buscaron un rinconcito
el del bosque el más bonito
para, en cristal, venerarla

por ese lugar del bosque
llevó a un príncipe el azar
al verla la empezó a amar
y pidió con gran empaque

permiso para llevarla
al verle los enanitos
tan lleno de amor y afectos
decidieron trasladarla

de camino a su morada
un caballo dio un tropiezo
y expulsando así el pedazo
de manzana envenenada
　
volvió la niña a la vida
con gran alegría de todos
se organizaron los fastos
para preparar la boda

la madrastra fue invitada
y al ver quien era la novia
le volvió a brotar la envidia
pero ahora fue desterrada

ya no pudo hacer más daño
pasó de reina a mendiga
su vida fue muy amarga
sufriéndolo año tras año.