16 de diciembre de 2010

Con K. de...


Me apetece, mi vida, seguir con el alfabeto del amor, hoy toca la K, de Kamikaze, de la que me quedo con la traducción literal que es "viento divino", eso eres tú para mí ¿sabes?, viento y aliento que empuja cuando ya no puedo más y me levanta y me transporta y me calienta y me refuerza con su aliento y, entonces, ya soy capaz de todo, de superar lo que haga falta. Pero no es sólo esa k, mi amor, hay más, muchas más cosas que nos conciernen y que tienen que ver con la k, como:

Con K. de Kurt Cobain, cuando decía eso de "las estrellas están ahí, sólo tienes que mirarlas" y eso hago yo, te miro a ti que eres mi estrella, mi luz y mi guía, yo no tengo que alzar la vista o esperar a que sea de noche para verlas, soy tan privilegiada que tengo la mía propia, te tengo a ti.

Con K., de kilométrico, así sería, si es que hubiera kilómetros suficientes para medirlo, mi amor por ti.

Con K., de Kaiser, que ese eres tú: "Mi Emperador".

Con K, de Alan Kay, de cuando decía aquello de:

"Soñar con el amor con
amar y ser amado
dando todo sin medirlo
recibiendo todo sin pedirlo".
 
yo eso lo soñé un día y luego mi sueño se hizo realidad y te encontré y, desde entonces, lo tengo todo.

Con K, de Kissinger, porque me identifico con eso que dijo de que: "La tarea de un líder es llevar a su gente de donde está, hasta donde no haya llegado jamás" y aquí tú eres mi líder y yo tu gente y tú me recogiste de donde estaba y me llevaste hasta donde nadie o casi nadie ha ido jamás, adonde está todo el amor y el bienestar que tú me das, al paraíso.

Con K, de Kant, de cuando sostenía que: "No hay virtud tan fuerte que pueda estar segura contra la tentación" y anda que no tenía razón porque, si tú fueras pecado, yo no tendría virtud, ninguna, me sería imposible resistirme a ti, porque tú eres mi tentación.

Con K, de John Keats, el que dijo que: “Nada es real hasta que se experimenta". Y lo nuestro es muy real ¿por muy experimentado?, no lo sé, pero lo que sí sé es que es maravilloso y muy real.
 
Con K., de Kafka, por lo de: "A partir de cierto punto no hay retorno. Ese es el punto que hay que alcanzar." , tú y yo lo alcanzamos hace tiempo, es ese nivel de amor, de cariño, de comprensión, de complicidad y de tanto y tanto más que habría tiempo de escribirlo pero que sí que puede resumirse y yo lo haría con: "el punto de amarnos como lo hacemos".

Y, para terminar, con la K. de Martin Luther King, porque le haremos caso a lo de: "Nadie se nos montará encima si no doblamos la espalda" y, en nuestro caso, no será ni nadie ni nada.

En la próxima, Amor, te hablaré de la L.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Maria.. Mallorquina murió.
Inés

María dijo...

Uff,menudo palo, mañana te llamo.

Besos

Scarlet2807 dijo...

María, no sé que decirte después de esos 2 comentarios...
Besos, Scarlet2807

wpaa. dijo...

Yo tambien me quede ,casi sin palabras ,pero te lei Maria , y cada dia te superas en sus textos, lo haces precioso, con dulzura simpatia e inteligencia .
Un abrazo besosss
wpaa.

Manases dijo...

O como dijo el científico alemán Koch Robert también con la letra K Cuando un médico va detrás del féretro de su paciente, a veces la causa sigue al efecto. Y yo me pregunto María ¿ tu eres la causa? besos

María dijo...

Oye Manasés, que yo no he matado a nadie, jajaja (de momento), oye ¿el científico ese era el del Bacilo?.

Besos

BONBOM dijo...

María que preciosidad, me gustaria saber escribir tan bonito como tú, perdona si no te se esponer mejor pero hoy estoy hecha polvo.

Te quiero

Besos

María dijo...

Bombóncito y Wpaa, os quierooooooo.

Besos

Callad, por Dios, ¡Oh buñuelo!.

(La foto es de otro día, los de hoy los haré esta tarde que no me ha dado tiempo) Callad, por Dios, ¡oh buñuelo! Que no podré resisti...