10 de febrero de 2010

Asomo por tí.


Vengo porque sé que me lees,
escribo porque sé que sonríes,
digo porque sé que escuchas,
y me pregunto:

-¿ Cómo hacer para hacer más liviano
aquello que te tiene tan triste?.

Cuéntame... despacito... si quieres,
tengo todo el tiempo del mundo,
en el sitio que tú digas.

Déjame pasear contigo sin más,
por el sendero que tú elijas,
si no tienes ganas no pronuncies palabra alguna,
tus silencios los conozco.

Aquí, estaré, vigilando por si llegas,
aquí siempre, ya lo sabes,
porque...por tí asomo.

7 comentarios:

rafa dijo...

GRACIAS por dejar asomarnos a tus misterios y esperanzas.

margari dijo...

Que bonito inesperada, que bellos tus pensamientos,tánto como tu alma.Tierna.Tierno tu corazón.
Tus artículos tan esperados por nosotros.Hacen posible, podamos hacernos eco de los más dulces sentimientos.
Gracias amiga por deleitarnos
con ellos
un beso
Margari

Mario Oscar Perez Rosas dijo...

El poder de tus letras complacen la vista y los sentidos de quien te lee. En tu vigilia y perseverancia esta tu seguridad. Todo sueño se cumple, aunque nosotros no lo veamos del mismo modo, se cumple. Bonito escrito.

Mayte® dijo...

Precioso escrito Inesperada, cómo todos los que compartes con nosotros y nos hacen los momentos de lectura apacibles y sosegados.

¡Gracias!!

D'MARIE dijo...

Ines,tus sentimientos tienen sellos de amor y dulzura.Nos atraes hasta el ultimo trozo del escrito.Sos maravillosa..
Te mando muchos besoss!!

Soñador dijo...

me trasnmite mucha paz este relato tuyo, y tranquilidad, hay mucha ternura en esas letras, me han emocionado, de verdad, no quiero dejarme seducir por ellas, porque lo son , seductoras, GRacias.

Soñador dijo...

me trasnmite mucha paz este relato tuyo, y tranquilidad, hay mucha ternura en esas letras, me han emocionado, de verdad, no quiero dejarme seducir por ellas, porque lo son , seductoras, GRacias.

Callad, por Dios, ¡Oh buñuelo!.

(La foto es de otro día, los de hoy los haré esta tarde que no me ha dado tiempo) Callad, por Dios, ¡oh buñuelo! Que no podré resisti...