30 de octubre de 2010

Confesión

Tengo, mi amor, algo que confesarte
estoy obsesionada con tus besos
será, quizás, que me ha atrapado Eros
o que los años me hacen diferente

reconozco que me controlo poco
o que quiero optimizar el tiempo
mimándote mientras te beso y palpo
imán tienen mis manos si te toco

olvidándome de todo lo demás
te recorren mis manos anhelantes
encendiendo las pasiones al compás

amamos olvidando cortapisas
morimos y nacemos nuevamente
obcecados en el juego de amar más

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Es el acróstico más divino que te he leído y mira que se te dan bién.

Un besote ¡genia!

Rosa Mª Villalta dijo...

Muchas gracias María por tu compañía y compartir con nosotros algo tan bello. ¡Te felicito!.
Con todo cariño, Rosa.

Scarlet2807 dijo...

Que belleza María, relamente es más que un placer leerte.
Un beso, Scarlet2807

BONBOM dijo...

Como siempre maravilloso

Besazos guapa

Madrigal dijo...

Esto no se queda así. Es demasiado. Te salva que estoy bajo los efectos de fuertes emociones, entre otras el centenario del poeta del pueblo y se impone el silencio. Precioso acróstico María. ¡que envidia provocais siempre los genios!

Salva X dijo...

¡Que suerte tiene el caballero!

Rosa Mª Villalta dijo...

Buenos días María. Muchísimas gracias por tu compañía y por compartir con nosotros tan hermoso poema.
Muchos besos. Rosa.

Callad, por Dios, ¡Oh buñuelo!.

(La foto es de otro día, los de hoy los haré esta tarde que no me ha dado tiempo) Callad, por Dios, ¡oh buñuelo! Que no podré resisti...