20 de marzo de 2011

Sí Buana


Cuando, en el 2003, Aznar se hizo la famosa "foto de las Azores" con Bush y Blair, que supuso el paso previo a la invasión de Irak, cierta parte de la sociedad española se lanzó a clamar contra la guerra y, por descontado, contra Aznar, al que se le acusaba y se sigue acusando de postrarse de rodillas frente a Bush, de genocida, de nazi, de chulo, de soberbio, de asesino, de cambiar vidas por petróleo y un largo etc.

Hay quien sostiene, incluso, que debería ser fusilado o, como mínimo, juzgársele por crímenes de guerra y como supuesto "criminal de guerra" fue denunciado a la fiscalía en el año 2007 por D. Antonio Romero, diputado de IU por Málaga. Los argumentos de la denuncia fueron el robo de petróleo, asesinato masivo de irakies y uso de armas ilegales entre otros.

Ahora, 8 años después y precisamente también en marzo, España se dispone a participar, aproximadamente en las mismas condiciones en la invasión de otro país árabe, en Libia, y esta vez la decisión no la ha tomado Aznar sino que ha sido Zapatero, uno de los que ha utilizado el tema de la guerra de Irak hasta la saciedad con fines electoralistas.

Pero es que ahora se dan otras circunstancias, ahora resulta que al amigo americano al que hay que decirle "Sí, Buana", no se llama Bush sino que se llama Obama y, supongo que como consecuencia de aquel famoso "encuentro interplanetario" que hizo famoso Leire Pajín, el que Zapatero diga "Sí, Buana" no es igual de grave que lo diga Aznar, lo mismo es que Zapatero se arrodilla frente a Obama con más estilo o que, en realidad, esto no es una guerra porque en Televisión Española la llaman, cogiéndosela como siempre que conviene con papel de fumar, "intervención militar".

De hecho estoy extrañadísima y preguntándome dónde están aquellas voces, sobre todo el "famoseo" de nuestro país que clamaban contra la guerra de Irak, ¿qué ocurre ahora?, ¿es que Sadam era más "guapo" que Gadafi?, ¿es que al que les hincha a subvenciones no se le puede reprochar una actitud errónea?, ¿o quizás es el motivo esgrimido para esta nueva contienda?, porque, a tenor de las declaraciones que ya han hecho nuestros líderes sindicales, varios artistas y una escritora famosa, resulta que esto de Libia es diferente y en realidad es un "mal menor" teniendo en cuenta que Gadafi es un gran dictador y lo que está haciendo con su pueblo.

Y, volviendo la vista atrás, hay que reconocer que en las Azores metieron la pata hasta la ingle utilizando como argumento lo de las armas de destrucción masiva cuando tenían a su disposición lo del genocidio kurdo, más de 100.000 personas masacradas por Sadam, claro que hubiera estado por ver si, para algunos, un kurdo tiene la categoría de un libio.

La triste realidad es que, tanto esta guerra como aquella, no obedecen más que a temas económicos y tienen como protagonistas al petróleo, lisa y llanamente porque, desgraciadamente, si lo que hacía Sadam con los kurdos o lo que está haciendo Gadafi con sus compatriotas lo hacen en otro país sin recursos petrolíferos la comunidad internacional se queda tan fresca y no mueve nadie un dedo pero, habiendo petróleo por medio y con la que está cayendo a nivel mundial con la crisis, esto parece un caso de "maricón el último" y nuestro otrora antibelicista presidente no quiere ser "maricón" o, quizás, pretende hacer negocios y destruirle a Libia el armamento militar que, sin ir más lejos, le vendimos el año pasado y venderle ahora más, ¿quién sabe si no lo ve como la solución a nuestra salida de la crisis?

La guerra de Irak se saldó con 11 españoles muertos, demasiados, porque sólo uno ya sería excesivo y la participación española finalizó nada más entrar Zapatero al poder, la retirada de las tropas españolas fue una de sus primeras decisiones; ahora, en esta guerra que acaba de empezar, ojalá no tengamos que lamentar ninguno y, ojalá también, no tuviéramos esta doble vara de medir y quienes se rasgaron las vestiduras por aquella lo vuelvan a hacer por esta.

10 comentarios:

TORO SALVAJE dijo...

Mucho cinismo es lo que hay.

Besos.

Rosa Mª Villalta dijo...

Muchas gracias María por tan interesante y realista realidad.
Lo has plasmado de una manera clarísima y tocando la verdad.
Muchos besos. Rosa.

María dijo...

Toro:

Demasiado cinismo.

Besos

María dijo...

Rosa:

Gracias, esa es al menos la verdad que yo veo.

Besos

chus dijo...

Maria si sera, ya no sabemos si los que no endemos somis los españoles, pues bueno jajaj. MARIA MI DIRECCION ESTA EN MI BLOG EN EL POST DE EL DESTINO SE LLAMABA CLOTILDE, MIRALO. UN ABRAZO

Manases dijo...

Todo depende si se es un vientre agradecido, hagamos una prueba, quítemeles todas las ayudas y subvenciones a los sindicatos y a los de la ceja y veremos cuento duran en salir a la calle…. Yo hice una promesa de no ver ni una película cutre española, (que son la mayoría) mientras los de la ceja sigan demostrando lo que son Vientres agradecidos. Excelente tu exposición María.

María dijo...

Chus:

Tomo nota guapa.

Besos

María dijo...

Manasés:

Coincido contigo en que sobran subvenciones y, de no haberlas, otro gallo cantaría.

Besos

* Inés * dijo...

El pacifista "Setapé", aquel que tantas horas desnotó al presidente de entonces, con sus razones insulsas y poco argumentadas, ahora se desdice de lo dicho, pero sin decir a nadie nada, como es habitual, claro está.
Pone a otros como escudo e imagen, para dar la cara por él y hacerse el longuis.
Manda por aire y por mar, lo poco y regular en aviones y barcos que hay, para hacer méritos, en una guerra que no es la suya, que aborrecía antaño y que ahora, apoya con energía.
María, mi admiración personal y mis sinceras felicitaciones.
Tienes la capacidad de seguir sorprendiéndome.
Tu escrito y reflexiones muy bien argumentados y desarrollados.
Me ha encantado leerlo y comprobar que piensas justo como yo.
Un abrazo, María. eres grande.

María dijo...

Inés:

Gracias, sabes que tengo por costumbre decir o escribir lo que pienso.

Besos

Callad, por Dios, ¡Oh buñuelo!.

(La foto es de otro día, los de hoy los haré esta tarde que no me ha dado tiempo) Callad, por Dios, ¡oh buñuelo! Que no podré resisti...