27 de enero de 2011

Ese essssssss


Hace mucho tiempo, cuando mi hijo tenía unos 5 o 6 años, me lo llevé un sábado por la mañana al banco a abrir una libreta de ahorros con el dinero de su hucha. Hasta entonces, cuando se llenaba una hucha, cambiábamos las monedas por billetes y se ponía otra nueva pero llegó un momento en que pensé que, aunque no era mucho dinero, no estaba mal guardarlo en el banco.

Antes de ir le expliqué que, en lo sucesivo, su dinero estaría en el banco y así tendría cada vez un poquito más porque le pagarían algo de interés. El niño no terminaba de estar muy convencido pero fuimos.

Nos atendió Luis, el que entonces era director de la sucursal y con el que, por motivos de trabajo, me unía cierta amistad. A la hora de darle el dinero a Luis y cambiárselo por la cartilla casi se enfurruñó pero le dieron caramelos y un bolígrafo y al final se le pasó. Salimos de allí y empezó a expresarme sus dudas de camino a casa, no terminaba de entender que hubiéramos cambiado billetes por una libreta y, sobre todo, no creía que pudiera recuperar su dinero cuando quisiera.

Al sábado siguiente fuimos a cenar a un restaurante y a mitad de la cena el niño, que era muy educado, nos dio la sorpresa subiéndose a la silla en la que estaba sentado y, señalando con el dedo hacia el otro extremo del restaurante, gritando: "Ese essssssssssssssssss, ese essssssss". Nosotros, avergonzados, le exigimos que se sentara y se callara inmediatamente porque, entre otras cosas, éramos el centro de atención de todo el mundo, pero el niño insistía: "Ese esssssssssss, ese essssssssssssss el que tiene mi dinero".

Resulta que Luis, el director del banco, fue casualmente a cenar al mismo restaurante que nosotros y, a pesar de que estaba alejado, el niño lo vio, le volvieron sus dudas sobre la seguridad de su dinero y, sin poder evitarlo, se puso a señalarlo como si de un delicuente se tratara.

Luis se enteró ¿cómo no, si se enteró todo el mundo? y, muerto de risa, se acercó a nuestra mesa y llegó a un acuerdo con el niño para seguir "quedándose" con su dinero y que se callara, le prometió que, siempre que quisiera, el niño podía ir al banco y él sacaría el dinero de la caja y se lo enseñaría para demostrarle que lo seguía teniendo, se dieron la mano para cerrar el acuerdo y, cuando terminamos de cenar y nos marchamos, ya casi no se oían risitas a costa nuestra.

18 comentarios:

chus dijo...

uyyyyyyyyyyy que bochorno. Mi hija con 3 añitos paseando por Santander ve a una enanita con bolso y señalandola a viva voz dice: mama mira que mujer tan ridicula

Fernando Nunes dijo...

Muy bueno tu blog, ya que nos trae muchas cosas interesantes. He visitado tu blog y voy a mostrar a mis amigos aquí en Brasil! Creo que va a ser un intercambio mutuo de conocimiento.
http://nunessfernando.blogspot.com

un abrazo!
Tu blog es genial!
Mi msn para comunicarse: fnunessilva@yahoo.com.br
Twiter - @ nandesnunes
facebook - possiblesilva@hotmail.com
Orkut - Fernando_Letras_UFC@hotmail.com

®MariE dijo...

Oye
Luego te leo más despacio que me parece que me he perdido en un bolso ajeno..

jajajajaja

Besitossssssssssss

®MariE dijo...

Y una cosa

El crío a pesar de que ya es un hombre sigue siendo igual de sincero.

jajajaja

Otro beso para el

Manases dijo...

Lo de tu hijo tiene un pase, cosas de niño, pero yo no hace mucho fui a un velatorio y al entrar digo en voz alta: ¡leche aquí huele a pincho moruno! Resulta que en la sala de al lado estaban velando a un moro, parece que la costumbre es meterle en el ataúd especies aromáticas….. Besos María

María dijo...

Chus, en qué aprietos nos ponían de pequeños ¿eh? jajaja, me imagino tu cara.

Besos

María dijo...

Gracias,Fernando, tomamos nota de tu blog.

Besos

María dijo...

Mayte, eso de perderse en bolso ajeno me lo tienes que explicar, jajaja (me declaro ignorante total).

Besos

María dijo...

Manasés, ya te vale, jajajaja oye ¿y no salieron los parientes del muerto a "tocarte la cara"?.

Besos

BONBOM dijo...

María yo tubé que llevar a mi sobrina Noelia al pediatra por que mi cuñada trabajaba, y le sustituia un chico negro, cuando la cogio para hacerle la revisión, le soltó un " no coques que me susias", ufff que bochorno pase, me quede roja como una amapola y el medico casi le da en ataque de risa, en fin niños, jajajja

Besos

Rosana Martí dijo...

Los niños son la leche, pero tienen su razón, además de que son naturales.

Un besote manzana golden total, y feliz fin de semana.

Rosana Martí dijo...

Tienes unos premios en mi mundo de letras, pásate cuando puedas. Con todo mi cariño


Besos mágicos e inmenso abrazo.

María dijo...

Ay Bombón, te imagino, jajaja, cómo son los niños.

Besos

María dijo...

Rosana, claro que tienen razón, este sigue sin fiarse de los bancos jajaja.

Besos

Voyyyyyyy corriendo a ver lo del premio.

Scarlet2807 dijo...

Ojalá todos pudieramos seguir siendo niños,¡¡¡ tan transparentes!!!
No me digas que el niño del bochorno , es el mismo del cuál publicaste la historia...
Es un encanto
Un beso, Scarlet2807

María dijo...

El mismo, Scarlet, pero ahora ya tiene 25 añitos y nada de niño.

Besos

* Inés * dijo...

Sabes María, me encantan tus vivencias personales.
Es como si las estuviera viviendo de cerca y os contemplara en otra mesa.
Un recuerdo entrañable, de una mujer estupenda, tú.
UN beso, María.

María dijo...

Si es que soy muy payasa, Inés, me pasa de todo, pero no veas cómo me divierto.

Besos

Callad, por Dios, ¡Oh buñuelo!.

(La foto es de otro día, los de hoy los haré esta tarde que no me ha dado tiempo) Callad, por Dios, ¡oh buñuelo! Que no podré resisti...