30 de enero de 2011

Ponga un cerdo en su vida

Ponga un cerdo en su vida, ibérico el animalito eso sí, es lo que ha debido pensar un ganadero de Córdoba que ofrece, vía internet, la posibilidad de comprarte tu propio cerdo ibérico.

Antes de terminar de leer la noticia he empezado a darle vueltas al tema, elucubrando con la posibilidad de tener un cerdo en casa, si se le saca a hacer pis como los perros, qué comen, si se suben a los sofás y a las camas, si se le puede llevar a que le corten el pelo y se lo laven como a los perros, si el cerdo es cariñoso y, en fin, todo lo que sería la convivencia con el cerdo en cuestión.

Cuando ya me veía en plan George Clooney, quien tiene de mascota un cerdo de esos vietnamitas negros y pequeñajos, he terminado de leer la noticia y resulta que aquí no te lo mandan vivo a casa sino que la cosa consiste en que tú te compras el cerdo, lo señalan como tuyo (no sé como) y luego, cuando lo matan, te mandan a casa el cerdo cortado excepto los jamones, las paletillas y los lomos, estos te los envían más tarde, cuando los salan y los curan. Resumiendo, que tú pagas el cerdo y el jamón te comes el año que viene como muy pronto.

Yo no me lo voy a comprar, primero porque ya le había tomado cariño a mi futuro cerdo en plan mascota y me daría pena comérmelo y segundo porque tampoco me apetece esperar tanto para comérmelo por mucho que el cerdo llevara una etiqueta colgando de la oreja (por ejemplo) o un tatuaje que dijera "cerdo de María".

9 comentarios:

Manases dijo...

Oye María si lo que buscas es una mascota original y exotica, porque no te compras un muricalgo con nariz de cerdo. El territorio de estos murciélagos se circunscribe al Parque Nacional de Sai Yok (Tailandia) y algunas zonas de la vecina Myanmar. Como muchas otras especies, los murciélagos de Kitti se valen de la ecolocación para capturar insectos. Sus alas, bastante largas para su tamaño, les permiten planear y atrapar presas en el follaje de los árboles. Para descansar, escogen cálidas cuevas de piedra caliza con sus altos techos y numerosas galerías, lo que les brinda mayor protección y minimiza la pérdida de calor corporal, un factor importantísimo para los mamíferos de sangre caliente pequeños., visto de esta manera , te dejan sin bichitos en casa ……besos

Rosana Martí dijo...

Si tuviera espacio no me importaría, lo que pasa es que si le pillo el cariño al animalito, que de seguro le pillo, no podré incarle el diente.

Un lindo beso mi adora amiga, hoy desde mi mundo de hadas, si le picas a la imagen irás a un mundo de fantasía.

María dijo...

Manasés, no puedooooo, me dan pánico los ratones y, por derivación, los murciélagos, sería incapaz de tener uno en casa, me daría un infarto el primer dia.

Pero oye, estoy pensando una cosa ¿por qué no te llevas uno tú a tu casa y luego me cuentas la experiencia?, jajaja.

Besos


P.D. Si te echan de casa con el murciélago no te preocupes que te hago yo un hueco (sin el murciélago).

María dijo...

Eso es lo que pasa Rosana, que se les toma cariño (según el bicho, claro, porque yo a la iguana y al pez negro no se lo tomé).

Besos.

P.D. Voy a ver eso de tu mundo de hadas.

Rosana Martí dijo...

María, me refería a la imagen de mi perfil que he utilizado el de las hadas, porque estaba trabajando en aquel blog, para que te dieras una vueltecita. He visto que has llegado, me alegro te guste, si no lo encontrarás puedes llegar desde "Poemas escritos con el Alma", tengo dos enlaces que te llevan directita. Gracias wapisima por tu visita a mi mundo de fantasía.

Te envío un besito de manzana recubierta de caramelo. (de niña me las devoraba) jajajaja.

María dijo...

Rosana, precioso ese otro blog tuyo, dan ganas de vivir en un mundo así.

Besos

Viriato dijo...

No me convence la idea del cerdo, luego igual te dan gato por liebre.
Yo no lo aconsejo.

María dijo...

A mí tampoco, Viriato, prefiero comprar el jamón y el lomo listo para comer.

Besos

Anónimo dijo...

Lo peor de las mascotas, es cuando se mueren o no puedes tener más, por espacio u otras razones.
No me veo yo con un cerdito, paseando por la calle.
¿Qué me decis de los hurones con su collar, que se pusieron de moda, como si fueran perritos?.
Qué disloque, por Dios.
Mejor alimentar un humano y darle una oportunidad, que el cerdo al fin y al cabo acaba en el puchero.
Buen escrito y sabia decisión, la tuya.
Un beso, María.

Callad, por Dios, ¡Oh buñuelo!.

(La foto es de otro día, los de hoy los haré esta tarde que no me ha dado tiempo) Callad, por Dios, ¡oh buñuelo! Que no podré resisti...