23 de enero de 2011

Atardecer


Soberbias espigas doradas se mecen al viento en la quietud del ocaso.

Entre mis dedos, la suavidad de unas briznas de hierba que hacen reposar el abandono de mi cuerpo.

En la lejanía, un sueño...

Un mundo de inquietudes, de ilusiones, de colores, que decoran el cielo.

Un instante, un gesto y todo cambia.

Observo con estupor desatarse la tormenta y romperse, de repente, la placidez de la tarde.

El cielo se oscurece; Una suave llovizna humedece mi pelo y una calma suave invade mi mente.

Y después...

De nuevo el silencio....

4 comentarios:

Scarlet2807 dijo...

Chiquita, tú ya sabes cuánto me gusta tu estilo y tus reflecciones, las extrañaba y mucho...
Me alegro infinitamente que estés de vuelta
Un abrazo enorme y un beso
Scarlet2807

María dijo...

Y después...tras la tempestad vino la calma.

Besos

enric dijo...

Hola Mayte, que bien volver a leerte, siempre es un placer hacerlo, ya ves al volver has hecho volver a Scarlet.
Un beso grande para ti Mayte , para Scarlet tambien otro más.
enmatojado

Viriato dijo...

No hay nada como el silencio para pensar con serenidad.

Callad, por Dios, ¡Oh buñuelo!.

(La foto es de otro día, los de hoy los haré esta tarde que no me ha dado tiempo) Callad, por Dios, ¡oh buñuelo! Que no podré resisti...