Paula, como toda adolescente se miraba al espejo, antes de salir al encuentro del día que se le presentaba, difícil.
Vestía con colores discretos, como ella, pero destacaba su melena azabache, reposando en sus hombros, como una cascada serena.
Reposaba su carpeta de apuntes en el brazo izquierdo, cobijando su corazón que empezaba a palpitar con latidos adolescentes.
Los muchachos de la plaza, que miraba Paula de soslayo, se avisaban entre ellos a su paso, murmurando sus maneras y su timidez manifiesta.
La inocencia de unos y otra se convirtió en un saludo habitual, con sonrisas tímidas de ella, apretando el paso, sin pensar nada más que en la hora del timbre.
Debía llegar con tiempo suficiente al centro donde estudiaba algo que le gustaba y que no se le resistía demasiado.
Quería agradar a su padre, ¡tan exigente con ella desde siempre!. Ofrecerle buenos resultados, encontrar una colocación y ...
Planes, que, como abanicos, le dieran la posibilidad de un aire nuevo a su vida.
Cursó con resultados más que aceptables, secretariado y con el orgullo que sentía al contemplar su título, empezó en la vorágine laboral.
No tuvo suerte, no por ella, sino por la picaresca de los que eludían contratos serios, con la excusa de las consabidas prácticas de prueba, antes de nada formal.
No dió con un jefe justo, o no supo encontrarlo y pasaron dos años de infructuosos pasos, sin ese puesto merecido.
Cada mañana, tenazmente, emprendía la solución de su vida, como creía, sin consejos, sin ayuda de sus padres, sin el conocimiento de sus hermanas, con las que apenas charlaba de sus inquitudes y sus sueños.
Eran muy distintas a Paula y se refugió en un mundo interior lentamente, sin participar de las ilusiones que nacían en sus corazones femeninos.
Tres corazones de mujer tan distintos, latiendo cada uno a su antojo, pero el de Paula no tenía un nombre grabado a fuego aún.
Todavía no.
14 de agosto de 2010
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6 comentarios:
Ines, me tienes realmente atrapada con tu relato.
Narras tan bién y me parece todo tan real, que hasta pienso que puede tener algo de autobiográfico...
Un beso grando, Scarle2807
Inespe, me está maravillando esta Paula. Qué bien nos la describes a ella y al entorno donde le tocó desarrollarse como persona ¡¡
La sensibilidad tiene estas cosas, consigue penetrar en el interior de las personas.
Un beso grande.
Madeira
Para mí es lo mejor que te he leido, sin dudarlo.
Besos
Me empieza a gustar Paula, sencilla timida ,personal.
Muy buen relato yo diria buenisimo ,escrito con gran sensibilidad.
Un beso
wppa.
Coincido con mis compañeras, eres extraordinaria relatando,de verdad me has imbuido en tu historia.
Un besote guapa.
Coincido con la opinión general, buena historia y espero que producto de tu imaginación porque se intuye sufrimiento.
Un beso
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