19 de abril de 2010

PRIMERA VEZ


Yo siempre había sido un chico tímido, más que eso, solitario creo, jugaba en casa cada día sólo, era un buen estudiante, conocido entre mis compañeros de aula, como el Empollón, ( no pollón),tenía una imaginación prodigiosa, un día era un personaje como Crispin el del jabato y otro Tintín y su inseparable Malú, o también me convertía en Corsario, utilizando la escoba de mi madre como espada.

Leia cualquier cosa que caía en mis manos, Salieri, Verne, Dumas.

Así pasaba los días de mi infancia, alguna vez que otra, me reunía con mis compañeros de clase y hablabamos de Verónica, de la cuál estaban todos los compañeros prendados, todo ellos se masturbaban pensando en ella; para mí ella era mi amor platónico, no me hacía ni caso, yo entre mis compañeros era lo que he dicho anteriormente,( empollón), unido a mi cabezón (no testarudo), no tenía un físico muy agraciado que digamos, todos mis compis, de una manera u otra, habían tocado alguna teta que otra y también besado, yo me conformaba imaginándome besar a mi amor, usaba el antebrazo y cerrando los ojos me imaginaba que era ella a quien besaba y me inoculaba el veneno que era ella para mí.

Así pasaron los años,,llegué a los diecisiete años virgen e inmaculado, no pajeado que conste.

Una tarde de Domingo, fui a la discoteca, todo maqueado, limpio los zapatos, mis gafas de concha antigua, que destacaba tal vez más mi fealdad, pero que a mi me gustaba, un cigarrillo en la mano sin encender.

Eche un vistazo a la pista de baile, todas bailaban solas o acompañadas, dirigí mi vista alrededor del local, y observé a un chica que estaba sola, apoyada en la columna y fumando un cigarrillo.

Me dirigí a ella, sabiendo y presintiendo que me iba a decir que no, hola le dije,¿tienes fuego? Sorpresa, me dijo que sí.

Ella no era guapa, morena, pelo largo, mas plana que otra cosa, cuerpo delgado, toda la carne que le faltaba encima, se le había ido al trasero y piernas, era tremenda en su parte intermedia.

Bailamos toda la tarde, bebimos, compartimos y al final del mes, pasamos de la física empírica a esa otra química de la voracidad del oño volcánico de mi novia.

Con diecisiete años, supe lo que era estar con una chica en su plenitud.

Ahora a veces la recuerdo y me gustaría saber de ella

7 comentarios:

LIA50 dijo...

Narras maravillosamente, que dulces recuerdos adolescentes.Un beso Lia.

María dijo...

Tierno, muy tierno a la vez que sensual en su última parte.

Por cierto, una preguntita ¿lo de la física se te daba a tí bien, no?, lo digo porque, cual fiel discípulo de Aristóteles, comprobaste la física empírica mediante el experimento.

Besos.

Fibonacci dijo...

no se me daba mal Ella, aunque siempre he prefirido lengua.
un beso

Unknown dijo...

Fibo....¿si la encuentras me avisarías? Necesitaría que me ayude a evacuar ciertas dudas matemáticas acerca de la teoría de "conjuntos". Un abrazo - tzn

Soñador dijo...

Buena historia donde las haya , la historia de las guerras , por el amor , la sensualidad y otras causas ya referidas , como son los esperados asaltos y conquista de reinos de suspiros,llamaré gemidos , pero que pillinessss..jaja.Gracias

D'MARIE dijo...

Que bonito fibo,siempre tan categorico en tus escritos,caminos que dejan huellas,son los que uno,siempre lleva dento de si..Un encanto leerte!!
Besis

Scarlet2807 dijo...

Que lindo recuerdo Fibo, además lo has narrado perfecto.
Sabes??? me entraron ganas de contar mi " primera véz", pero, luego me arrepentí , porque Mayte me saca a patadas del blog...

jajajajajjaja
Un beso, Scarlet2807

Callad, por Dios, ¡Oh buñuelo!.

(La foto es de otro día, los de hoy los haré esta tarde que no me ha dado tiempo) Callad, por Dios, ¡oh buñuelo! Que no podré resisti...