30 de junio de 2010

¡SOY CULPABLE!


Hoy tengo que confesar algo que me atormenta hace una semana exactamente, de esta manera no puedo vivir, lo llevo guardado desde ese maldito día y mi sentido de culpabilidad es tan grande, que es como si tuviera un aguijón en el corazón y este me está matando por dentro muy lentamente.

Todo comenzó, después de haber tomado unas copas de más con esa familia (perdón que no haga constar la familia, ellas no tienen culpa de nada) ellos me aconsejaron que no tomara el coche esa noche, no estaba en condiciones de conducir, además de a las inclemencias del tiempo, con una fina lluvia que caía constantemente y una niebla pertinaz que apenas dejaba ver la carretera, no era aconsejable que saliera de viaje.

Pero obcecado en que a la mañana siguiente tenía una reunión importante para el negocio que regento y mi confianza ciega en mis dotes como conductor, me hicieron que desoyera las advertencias de mis amistades y tomé rumbo a la ciudad que distaba a pocos kilómetros.

En el momento que me puse en marcha, comprendí que el viaje de vuelta sería un infierno, ya que los reflejos no eran los optimos y la visibilidad era mínima, pero mi orgullo maldito no me hizo recapacitar en posponer el viaje.

Apenas llevaba diez minutos de marcha, la niebla apenas me dejaba ver con claridad el asfalto, solo me guiaba por las rayas que delimitaban la calzada, cuando de pronto algo se cruzó delante del vehículo impactando con la parte delantera de este, sentí un golpe terrible, y mi auto pasó por encima de lo que fuera que se hubiera cruzado ante él.
Mi primera reacción, fue mirar por el retrovisor pero a causa de la mala visibilidad no observé nada, por lo que detuve el auto y al de bajar de este, vi el cuerpo tumbado en el asfalto, mi mente se percató que no había señales de nadie más en la carretera, tuve un momento de duda de que hacer, si continuar viaje o tratar de ver lo que había atropellado, tomé la decisión más cobarde, me introduje de nuevo en el vehículo y salí huyendo del lugar.

No había recorrido ni un kilómetro y mi conciencia no me dejaba tranquilo, por lo que decidí dar media vuelta y volver al lugar de los hechos.

Una vez en el lugar, observé gran cantidad de sangre y un cuerpo inerte en la calzada, una vez comprobado que no tenía vida, decidí coger una manta que siempre llevo en el maletero del coche, la extendí en el suelo y coloqué el cuerpo en ella, seguidamente lo introduje en el maletero, una vez allí y con la lluvia que caía incesante traté de borrar cualquier huella que pudiera delatar ese trágico accidente.

Me sentía desfallecer, mi corazón estaba desbocado, un gran dolor me acompañaba, las lágrimas brotaron sin desconsuelo, estaba derrotado, quería morirme, no sabía qué hacer, tenía su mirada clavada en la mía, gritaba en silencio y me maldecía por no haberme quedado en casa de esos amigos.

  Sabia que tenía que dar parte del hecho a la autoridad, pero tuve miedo de las consecuencias y cobardemente renuncie y traté de ocultar el hecho.así que seguidamente, puse el vehículo en marcha y me dirigí en dirección a mi casa, una vez allí, cogí un pico y una pala y en el jardín que poseo en la parte trasera de la vivienda, hice un hoyo bien profundo e introduje el cuerpo, no sin antes de hacerle una foto al cadáver y mirar si llevaba algo que delatara su procedencia e identidad.

Con gran esmero disimule cualquier rastro que pudiera haber dejado, oré una plegaria por él y allí lo dejé con gran dolor.

A la mañana siguiente sin apenas dormir, me duché y me fui a la reunión que tenía en una hora, mi mente no olvidaba lo que había ocurrido y lo que yo había hecho, estaba como ausente, mis compañeros y mi socio de la clínica veterinaria se miraban extrañados, ya que el tema de que se trataba la reunión que tanto había esperado y que me apasionaba, apenas atendiera a las explicaciones que me estaban dando.

Por lo que sin poder aguantar más, dejé la reunión, pidiéndome que me perdonaran y regresé de nuevo a casa, desenterré el cadáver y lo examine más detenidamente, por si se me hubiera escapado algún detalle de él, que pudiera llegar a identificarlo, solo encontré una plaquita con el nombre de “pascual”.

Hoy quiero confesar mi crimen, me declaro culpable de este horrendo hecho y no descansaré hasta dar con él o los  dueños de él, el cual seguramente se habría escapado de su refugio para ir en busca de alguna dama que estuviera en celo.

Te pido perdón a ti, un gato llamado “Pascal”.

9 comentarios:

María dijo...

Sabía yo que esto tenía truco, jajaja, y no es que me alegre de que se muriera un gato ¿eh?.

Por cierto, el gato o era francés o aristócrata, por lo de llamarse Pascal, digo. Claro que igual me sales diciéndome que era catalán o valenciano, jajaja.

Besos

Fibonacci dijo...

El gato querida Ella, es tan español como yo,(español cien por cien), aunque a veces ya lo dudo, llegara el dia, que seremos LUSITANOYRESTOESPAÑA, una union que será al menos provechosa,Y seremos felices, eso al menos es lo que deseo y pido a los reyes magos.
Lo de pascal es una errata y la puede tener cualquiera, me ha faltado una U, que se la ha comido el gato al lleverse el susto y lo consiguiente.
Un beso casto.

Scarlet2807 dijo...

Fibo, te mato!!!.
Yo que me prometí en tus relatos, no creer de buenas a primeras "lo que parece", volví a caer como novata, creo que los días de ausencia me hicieron bajar la guardia.....
jajajajajajaj, eres un bribón!!!, buenísimo, pero bribón!!!( por no decir una grosería) , aunque la diría en chileno y pocos entenderían...jajajajjajajajaja

Un beso, Scarlet2807

PD:si no saben lo que es "poto", que van a entender si digo una palabrota.

María dijo...

Yo sé lo que es poto, jejejeje, en mi tierra viene del verbo potar.

También sé lo que quiere decir Scarlet, jajajja. Vamos que en Chile dar una patada en el poto es como aquí darla en el trasero, jajaja.

Fibo, no rectifiques el escrito y deja que el gato se siga llamando Pascal que queda como más chic que Pascual, parece el gato de mejor familia y todo.

Besos

Carmen dijo...

Es cierto Ella, el gato queda más chic llamándose Pascal. Además nos debe este rasgo para compensarnos por lo escatológico de su otro escrito.

Un beso

Miranda dijo...

Fibbb:

Eres de lo peor!!!.

Bastante entretenido tu escrito.

Besitossss.

wppa. dijo...

Ya sabia yo que esto tenia truco , ya te voy conociendo un poco y no podia ser asi de tragico.
Pobre gato , pero al final recibio el reconocimiento que por lo menos se le debia.
Mira que ponerle Pascal , yo le hubiera puesto Amelio ,jajja
Un beso
wppa.

LIA50 dijo...

Todo lo que escribes lo haces bien y me lo creo, pero me pegas cada sustos!!Un besote Lía.

D'MARIE dijo...

Fibo,para el final que tuvo,creo que la introduccion fue dramatica,con suspenso..Muy bueno lo tuyo,!!
Besis

Callad, por Dios, ¡Oh buñuelo!.

(La foto es de otro día, los de hoy los haré esta tarde que no me ha dado tiempo) Callad, por Dios, ¡oh buñuelo! Que no podré resisti...