26 de junio de 2010

PIENSO


Perdido en el viento, distraído por el viene y
va de las olas y su cantinela de sonidos, sentado
en la arena bailo entre los recuerdos, y el tuyo
endulza mi memoria.

Cierro los ojos y quiero pensar en nada, porque
nada es el conjunto de un todo y todo es en lo que
quiero pensar....., y pienso:

En....... tus ojos traviesos, un deleíte de color verde.
En....... olerte y delinear tu cuerpo.
En....... robarte con besos tu aliento.
En....... palabras que adornan caricias.
En...... cuando tu perfil ha marcado un lado de mi cama.
En...... la frescura de una caricia marcando el antes
y después de habitar entre tus piernas.
En...... ser la razón de tu sonrisa cada día.
En...... llegar a la meta del sueño.

Y ...... relajarme en tu mirada que es lo único que puede hacer perfecto un amanecer.

8 comentarios:

María dijo...

Oye Amigo pues no piensas tú nada mal ¿eh?. Es precioso.

Besos

LIA50 dijo...

Rosso, maravillosos pensamientos! me encantò.Besos Lìa.

Anónimo dijo...

Maravilloso Rosso. Ya podía extenderse esa manera de pensar y sentir.
Un abrazo

Miranda dijo...

Rosss:

Siempre lo he expresado, esta parte tuya en que afloran los sentimientos por cada uno de los poros me fascina.

Eres sencillamente encantador!!!, gracias por compartir tus delicadas letras.

Abrazos afectuosos y besitos a la distancia.

Soñador dijo...

Muy bonito tu escrito, con sentimiento y sensual, me ha gustado mucho, hay pasión.Gracias Rosso

Mayte® dijo...

Cuando no queremos pensar en nada,es cuando más acuden a nuestra mente los recuerdos y pensamientos.

¡Precioso texto!

Besitos a la distancia

* Inés * dijo...

Sabes? esa foto la he mirado muchas veces en otro sitio, es preciosa.
Y relajarte en su mirada, amaneciendo, debe ser el summun del amor.

Me ha gustado mucho, Rosso,(¿chico martini?).

Gracias,siempre.

D'MARIE dijo...

Rosso..Siempre tan sugestivo lo tuyo..Besis

Callad, por Dios, ¡Oh buñuelo!.

(La foto es de otro día, los de hoy los haré esta tarde que no me ha dado tiempo) Callad, por Dios, ¡oh buñuelo! Que no podré resisti...