18 de febrero de 2011

¿Qué temperatura hace en el infierno?

Desde pequeño me enseñaron que había ciertas cosas que no se podían hacer y que, si las hacías, era pecado mortal y ardería eternamente en el infierno.

Era algo que no entendía, ¿cómo podía un Dios de amor, permitir que eso ocurriera?, ¿Qué padre sería capaz de poner la mano de su hijo en el fuego para que se quemara?.

Todavía recuerdo el infierno de Dante. Afortunadamente esa enseñanza del infierno es algo del pasado, ni siquiera la propia iglesia católica habla ya de ella. En el pasado le vino muy bien esta enseñanza, pues mantenía a la gente en temor y así tenia todo el poder sobre las mentes de las personas.

Pero ¿es Bíblica esta idea de un infierno de fuego? , veamos si lo es:

La palabra infierno viene del latín y significa lo mismo que la palabra Seol en Hebreo o hades en Griego. Algunas traducciones de la Biblia en el pasado vertieron de esta manera esta palabra: “Los malos serán trasladados al infierno, todas las gentes que se olvidan de Dios.” (Salmo 9:17, Reina-Valera, 1934.)

Aquí, en vez de usar la palabra “infierno”, traducciones más modernas como la Herder de 1976 y la Biblia de Jerusalén han preferido conservar la palabra “Seol” que aparece en el texto hebreo. Pero ¿cuál es el significado exacto de “infierno”, o “Seol”?

Veamos que dicen los contextos de algunos relatos Bíblicos. En Eclesiastés se muestra esta información acerca del Seol. Allí se registra lo siguiente: “Todo lo que tu mano halle que hacer, hazlo con tu mismo poder, porque no hay trabajo ni formación de proyectos ni conocimiento ni sabiduría en el Seol, el lugar adonde vas”. (Eclesiastés 9:10.)

Si los que están en el infierno o el Seol no pueden pensar, ni conocer ni obrar, entonces ciertamente tampoco pueden estar sufriendo.

Por lo tanto, no es de extrañar que hasta siervos fieles de Dios fueran al Seol. Jacob sabía que iría allí al morir, y Job esperaba que Dios lo escondiera allí para acabar con sus sufrimientos. (Génesis 42:38; Job 14:13.), ¿Habrían esperado o hasta pedido estos dos siervos fieles ir a un infierno de fuego ardiente junto con los malos?, ¡Ciertamente que no!.

Pero ¿cómo han de entenderse las palabras de Jesús de que los que no hacen la voluntad de Dios irán “al fuego que no se puede apagar”, o al "horno de fuego donde habrá llanto y el crujir de dientes"? (Marcos 9:43-48) .

Al mencionar ese lugar, Jesús no usó la palabra “Hades” (el equivalente griego de la palabra hebrea “Seol”). Más bien, usó la palabra “Gehena”. Esta palabra se refería a un vertedero que quedaba cerca de Jerusalén llamado el valle de Hinón, donde se mantenía ardiendo el fuego para destruir la basura. Este era un término apropiado que haría que los que escuchaban a Jesús pensaran no en sufrimiento eterno, sino en destrucción completa, en la aniquilación por fuego.

En el Apocalipsis dado al apóstol Juan se habla del “lago que arde con fuego y azufre”, donde son arrojados todos los que practican cosas malas. (Apocalipsis 21:8.) Si el infierno existe, este debería ser el lugar, pues los inicuos van a parar allí. Pero este mismo libro bíblico dice que la muerte heredada de Adán y el Hades serán arrojados en ese mismo lago de fuego. ¿Pueden estas dos cosas abstractas sufrir? No. Aquí el fuego representa su desaparición.

La doctrina de un infierno ardiente va en contra de la justicia Divina.

Así, la Biblia muestra que el infierno ardiente, como comúnmente se conoce, no existe. Este conocimiento nos permite establecer una relación con Dios basada en el amor y no en el terror.

14 comentarios:

María dijo...

Yo siempre he dicho que Dios es amor. No concibo la idea de que nos mande a arder puesto que, como bien dices al principio, ¿qué padre dejaría que su hijo se quemara?.

Él ha sido es y será tantas veces mi sostén que no concibo nada malo de su parte.

Mañana lo leo detenidamente y vuelvo a comentarte.

Besos

Padre Rodolfo de Jesús Chávez Mercado. dijo...

Hola Manases. Saludos.

Al igual que en Maria, puedo notar esa inmensa confianza y esa grande fe que tienes en Diosito. Dios no se traduce con la palabra miedo o terror màs bien con la palabra y ya lo han dicho ustedes: Amor. Solo basta refugiarse en su misericordia y ser fieles a no hacer el mal a nadie ni a nostros mismos.

Nosotros seres humanos somos todos pecadores, pero Dios es fiel y justo a perdonarnos siempre y cuando seamos capaces de confesarnos y reconocer nuestros errores. Y si nosotros le somos infieles èl siempre serà fiel a su amor y misericordia por nosotros ya que no se puede contradecir asi mismo. Bien decias: que Padre quiere el mal para sus hijos e hijas? y si èl nos ha creado por amor y nos ha dado su bendiciòn, querrà el mal para nosotros?

Un fuerte abrazo y Dios te bendiga.

Saludos a todo en Escribimos pensamientos.

Fra Rodolfo de Jesùs O.Carm





Gracias por compartir esta entrada.

Mª Pilar dijo...

Yo creo que el Infierno es la ausencia de ver a Dios, pues no creo que como decis, sea un sufrimiento corporal puesto que el Alma no debe sentir de esa manera.
No hAy mayor Infierno, que la ausencia de El.

Un abrazo

Pilar

* Inés * dijo...

Una lástima que te inculcaran así el Catecismo, siento tú un niño.
Para entender el A.T. y el concepto de pecado que se lee, tendríamos que pensar como ellos, en su propio tiempo y con su cultura.
En el N. T., Jesús suprime esa idea del dios castigador al que hay que temer.
Dios, nos quieres tal y como somos, porque somos sus hijos.
Interpretar, (según me dijeron teólogos entendidos), al pié de la letra la Biblia es un grave error.
Todo se resume, pues en dos cosas importantes:
Amar a Dios, sobre todas las cosas y al prójimo como a tí mismo.
Y coincido con Pilar, que el infierno es ser privado de la presencia y gozo de Dios, por haberle negado en vida.
Cada quien que lo interprete como quiera.
Un saludo cordial, Manasés.

* Inés * dijo...

-corrección:* quiere ( por quieres)-

Y estoy de acuerdo con todos y cada uno, de los que comentaron antes que yo:
María y fray Rodolfo y Mª Pilar.

Gracias.

Manases dijo...

Perdóname mi querida Inés, que disienta de tu comentario, El dogma del “infierno” ha sido una enseñanza fundamental de la cristiandad durante muchos siglos, y no es algo que debamos tomarnos ahora a la ligera porque ya es algo del pasado. Muchos miembros del clero ya no enseñan que el infierno es un lugar literal en el que arden los pecadores. Ahora se acercan más a la definición que se hace en la edición de 1993 del Catecismo de la Iglesia Católica: “La pena principal del infierno consiste en la separación eterna de Dios”. (Esa es la nueva versión)
Con todo, muchas personas siguen creyendo que el infierno es un lugar de tormento físico y mental. Y los que defienden esta doctrina afirman que está basada en la Biblia.Puesto que tú aludes a los teólogos yo también citare de uno en concreto, pero contrario a ti yo si citare la fuente: Así lo reflejan las palabras de Albert Mohler, presidente del centro teológico Southern Baptist Theological Seminary, quien sostiene que esta doctrina “es una realidad bíblica”. Y se queda tan pancho.

Durante muchos siglos los líderes de la cristiandad se han aprovechado de esta doctrina para inculcar el miedo en la mente de las personas.
Las verdaderas raíces de esta doctrina que deshonra a Dios están a mucha más profundidad. Porque los conceptos demoníacos relacionados con un infierno de tormento difaman a Dios.

Por cierto Inés, puedes quedarte tranquila no tengo ningún trauma infantil, y tampoco estoy de acuerdo con la idea de que el antiguo testamento nos pinte a un Dios cruel.

chus dijo...

Maria TU al infierno

María dijo...

Chus: Yo te mato, jajaja.

¿Qué he hecho yo para merecer esto, a verrrrrrrrr?.

Besos

María dijo...

Tradicionalmente, la Iglesia ha difundido y fomentado un infierno de fuego y tormento, no podemos olvidar, por ejemplo, a Santa Teresa ni a su descripción del infierno que, según ella, Dios le hizo visionar.

Incluso en apariciones marianas se detalla un infierno de fuego y calamidades y citaré como ejemplo a Sor Lucía, una de los niños de Fátima, quien afirmaba que la Virgen María les dijo:

"Oren, oren mucho porque muchas almas se van al Infierno" y, a continuación, extendió sus manos y de repente los niños vieron un agujero en el suelo. Ese agujero, siempre según Lucía, era como un mar de fuego en el que se veían almas con forma humana, hombres y mujeres, consumiéndose en el fuego, gritando y llorando desconsoladamente y había allí demonios que tenían un aspecto horrible, como de animales desconocidos. Para terminar, siempre según Lucía, la Virgen les dijo: "Ustedes han visto el Infierno a donde los pecadores van cuando no se arrepienten".

Besos

chus dijo...

MARIA ¿que hiciste? nada pero como yo, tenemos una etiqueta grrrrrr, tranquila, seremos importantes jajaj. UN ABRAZOOOOOOOOOOOO

®MariE dijo...

El infierno existe, claro que si.

Lo sufrimos a diario. Cada vez que nos levantamos y continuamos la lucha diaria por la existencia, entramos en el infierno. Que se lo digan a los sin techo.

En el Corán se dice.

En el nombre de Dios, el clemente y el misericordioso.

Si hay Dios y se hace patente después de la muerte y cuando se supone que nuestra alma abandona el cuerpo, será el cielo, porque el infierno ya lo estamos viviendo. O acaso se puede pensar en otro tipo de infierno?, solo hay que ver las noticias a diario para percatarnos de lo que digo.

Magnífica entrada, Manases. te felicito. Nunca dejas indiferente a nadie.

Besitos desde el alma

Viriato dijo...

"La mayoría de los hombres vive su infierno particular en este mundo, no en un indeterminado más allá" (Freud).

Anónimo dijo...

Repaso tu comentario Manasés, en respuesta al mío,porque tiene enjundia.
Te lo resumo:
Cuando comento, hablo desde mi punto de vista, no saco conclusiones sobre el autor del escrito, puesto que no es personal.
No pretendí dar, ni darte lecciones de nada, sólo opiné sobre lo que creo, a colación de tu escrito.
Somos muy distintos,todos y cada uno.
Yo apenas te conozco a tí, ya lo sabes.
Me parece bien que disientas, es lo justo.
Te he releído atentamente, te agradezco tu comentario y tu trato.
Gracias, siempre, Inés.

D'MARIE dijo...

Mi unico infierno es tomar un bus a las siete la mañana en mi barrio...alli dentro(si logro subir) encuentro los "calores que ciertos personajes no pudieron terminar en sus casas) perdon....creo en la maldad y la bondad...lo demas...solo me sostengo con el amor...Buenisimo lo tuyo manas...besitos

Callad, por Dios, ¡Oh buñuelo!.

(La foto es de otro día, los de hoy los haré esta tarde que no me ha dado tiempo) Callad, por Dios, ¡oh buñuelo! Que no podré resisti...