24 de febrero de 2011

El fémur

Una nochevieja, hace muchos años, preparé todo para la cena y me fui un rato a la tienda de mi prima a ayudarle a envolver los regalos que los clientes compran siempre a última hora.

Cuando volví unas horas después me dijo mi hijo el mayor: "pregúntale a tu hijo de dónde viene y lo que ha hecho". Miré al pequeño y, al verle la cara de inocente, me temía lo peor. Se había ido con los amigos a un jardín cerca de casa y como en esa época era muy aficionado a los petardos pensaba que el tema iba por ahí y ya me imaginaba un coche ardiendo o algo peor.

Pero no, era algo más surrealista y que tenía que ver con el jardín en cuestión. Se encontraron, según ellos, un fémur humano sanguinoliento debajo de un arbusto y unas huellas ensangrentadas de lo que parecían ser unas zapatillas de deporte y, sin consultar con ningún adulto, se fueron al cuartel de la Guardia Civil a denunciar el caso, así con 7 años de media que tenían los niños.

Yo me puse nerviosa pensando en qué lío se habrían metido porque él no soltaba prenda, sólo decía que "pusieron la denuncia", les tomaron los datos y les dejaron marchar así que llamé por teléfono al cuartel y le dije al guardia que me atendió: "mire Ud., yo no séeeeee si hago bien en llamarle, pero es que dice mi hijo..." y el guardia no me dejó terminar, automáticamente me preguntó: "¿Sra. su hijo es rubio y se llama x?" y yo le dije que sí y entonces me contó: "mire Sra., su hijo es el portavoz de un grupo de cinco que han venido a denunciar un crimen con todo lujo de detalles, pero hemos movilizado una patrulla al lugar de los hechos y ya hemos comprobado que no es tal, aunque fémur ensangrentado sí que había, sólo que en lugar de ser humano era de un cerdo, vamos que se trataba de un hueso de jamón fresco".

A mí me daba algo, me los imaginaba movilizándose una nochevieja sobre las 7 de la tarde, con la noche que les esperaba después y me subían los colores pensando en la bronca que me iba a caer por la imaginación de los niños, pero tuve suerte porque, mientras yo me deshacía en disculpas, el hombre me dijo: "no se preocupe Ud., Sra., si los niños han hecho lo correcto porque está muy bien que tengan conciencia cívica y más vale comprobar un error que dejar pasar un delito y, además su hijo, que ya le he dicho que era el portavoz del grupo, tiene mucha facilidad de palabra y nos ha hecho una exposición estupenda de los hechos, en realidad hay que felicitarle".

Me despedí como pude y me quedé pensando: "tiene guasa la cosa, si me descuido lo condecoran".

8 comentarios:

* Inés * dijo...

Me encanta leerte siempre, pero cuando cuentas estas vivencias, es que lo bordas.
¿Cómo puedes acordarte de tantas anédotas de ellos?
Supongo que ésta supera a las cotidianas.
Siete años y el infante haciendo de detective, con cívicas maneras, es entrañable y sorpresivo.
Y el sock de saber el incidente lo imagino ahora mismo.
Un infante inquieto,que es tu querido hijo.
Felicidades por tu hijo y por el relato, me ha encantado y enternecido especialmente.
Repito, me encantó leerte en este registro tuyo.
Un beso enorme, María.

chus dijo...

Maroa ojala hubiera mochos niños como el. Hoy tenemos grrrrrrrr sin comentarios. Besos

Rosana Martí dijo...

No me negaras que te aburres con tus hijos?...pues estás de lo más divertida. Yo recuerdo cuando tenía 7 o 8 años, estando en la calle jugando vi una niña llorar me acerque y le pregunté que le pasaba, sólo hacia que preguntar por su mamá y a moco tendido no paraba de llorar, así que la llevé yo sólita de la manita al cuartelillo, y le dije que estaba perdida la niña, se quedaron muy sorprendidos, pero ahí estaba yo. Me fui tan contenta a casa. Le conté a mi madre lo ocurrido e hizo como tú, pero ella fue al cuartelillo. Realmente se había perdido y los padres, tíos, vecinos etc. la estaban buscando.
Nunca más se supo, pero me sentí muy bien.

Te mando un fuerte abrazo con todo mi cariño.

Manases dijo...

María es que en tu casa no se come jamón, no me digas que sois vegetarianos…………contigo no existe la tristeza, nos haces siempre reír, besos

María dijo...

Inés: me acuerdo de todo lo bueno y lo malo lo tiro a la basura para que nunca me falte espacio en mi disco duro para lo bueno.

Besos

María dijo...

Chus: no sé que decirte, jajaja, pero sí es un adulto encantador ahora.

Besos

María dijo...

Rosana, ni me aburría cuando eran pequeños ni me aburro ahora, jajaja, son un cielo.

Y lo tuyo fue maravilloso, qué pena que después no la hayas visto ¿verdad?.

Besos

María dijo...

Manasés, de vegetarianos nada, aquí comemos cosas que tienen madre, eso sí con guarnición de verduritas de mi tierra (las mejores del mundo, por supuesto).

Me alegra hacer reir, la vida es muy corta para desperdiciarla con enfados.

Besos

Callad, por Dios, ¡Oh buñuelo!.

(La foto es de otro día, los de hoy los haré esta tarde que no me ha dado tiempo) Callad, por Dios, ¡oh buñuelo! Que no podré resisti...