15 de febrero de 2011

El niño de la pegatina roja


Hoy publica ABC la noticia de que un niño de 5 años, que asiste a un colegio de Sitges, ha cometido un gran delito, se ha permitido nada más y nada menos que hablar en castellano en el recreo.

Por tan tamaña atrocidad, el niño ha sido marcado en su expediente con una pegatina roja en forma de círculo y se ha enviado la queja por escrito a los padres. El pequeño, sin comprender qué había hecho, apareció en casa con el documento de las notas en cuestión y una pregunta: "¿Qué he hecho mal, mami?".

No dice la noticia lo que le respondió la madre pero yo, que reconozco que soy muy guerrillera, sé lo que hubiera hecho en su lugar. Para empezar hubiera pedido un traslado de expediente a otro colegio y sacado a mi hijo de ese nido de víboras, hubiera seguido por denunciar, tanto al colegio como al aprendiz de Orwell que vigilara durante el recreo las palabras de mi hijo, en todos los organismos procedentes y, para rematar la faena, le hubiera colocado la pegatina roja en la frente al "espía" de mi hijo y otra, de propina, al director del colegio que permite tamaña tropelía. Luego hubiera pagado la multa que correspondiera pero a mi hijo no me lo marca nadie por el hecho de ser español porque no me da la gana a mí.

La situación comienza a dar miedo, esto empieza a parecerse demasiado a la Alemania nazi, no le han marcado con una estrella de David pero, como no se le ponga coto a lo absurdo, todo se andará porque los pasos de la intolerancia y de la imbecilidad los estamos siguiendo al pie de la letra.

Lo primero que se me ocurre es si a los niños árabes que haya en ese mismo colegio se les vigila también y se les marca con pegatina roja por utilizar su lengua ¿o no hay "pelotas" para hacerlo no sea que se nos enfade alguien o no sea políticamente correcto?, me temo que no las hay.

Para terminar, recordar a Quevedo, porque su soneto lo dice todo:

"Miré los muros de la patria mía,
si un tiempo fuertes ya desmoronados
de la carrera de la edad cansados
por quien caduca ya su valentía.

Salíme al campo: ví que el sol bebía
los arroyos del hielo desatados,
y del monte quejosos los ganados
que con sombras hurtó su luz al día.

Entré en mi casa: vi que, amancillada,
de anciana habitación era despojos,
mi báculo más corvo y menos fuerte.

Vencida de la edad sentí mi espada,
y no hallé cosa en que poner los ojos
que no fuese recuerdo de la muerte".

8 comentarios:

chus dijo...

Maria que fuerte ¿no? por lo que leo eres como yo a las bueba buenisima a las malas no no, no. Yo no se que mas. Besos no te digustes es igual

Mª Pilar dijo...

Maria, te respaldo en todo, no hay derecho lo que están haciendo con esta absurda guerra de las lenguas, cuando lo que tenía que pasar, era estar orgullosos de que nuestra lengua, el Español, la hablen más de 300 millones de personas en todo el mundo.
Tienes razón, no se en que acabará todo esto, pero en nada bueno.

Un abrazo

Pilar

Rosana Martí dijo...

Me da pena leer esto la verdad, sinceramente no sé pero la gente está más pa allá que pa acá... yo recuerdo que en mi niñez cuando iba al cole, y te pillaban con chiclé en la boca, te lo hacían pegar en la frente hasta que se te secara. Veo que los tiempos parecen que cambien pero las mentes siguen siendo lo que eran y más.

Un beso amiga mía, te mando un besito de manzana rebozado en caramelo, por lo menos nos endulzaremos, ya que la vida es muy amarga.

Padre Rodolfo de Jesús Chávez Mercado. dijo...

Hola a todas y todos en escribimos pensamietos.

Les dejo un fuerte abrazo. Pasen por mi blog y recoan un sencillo detalle.

Fra Rodolfo de Jesùs O.Carm.

Marìa. Sin comentarios. Solo perdoname la expreciòn: Que vaina con esta noticia que nos dices no?

MariE dijo...

No jodas!, de verdad??

* Inés * dijo...

Ay María, supongo que la madre no se estará quieta, no sé si es como tú de guerrillera. Sufrí yo eso mismo pero peor, en mi hijo mayor, pero entonces no les ponían pegatina.
Mi hijo decía soy español y no quiero hablar catalán (3 años).
Un colegio religioso catalán, el único que había por ahí, en aquellos tiempos -era mi única elección.
No echaron a la profesora, era antigua alumna, claro.
Pero dejó de castigar a mi niño sin recreo, habló como quiso el niño .
Sabía ella, G.R., que si se repetía, no respondería de mis actos y que iría por ella.
El broche de oro de Quevedo, fantástico.
Un abrazo enorme, guapa.

Manases dijo...

Se sabe y esta documentado que en la época nazi, fueron muchos los jóvenes que fueron perseguidos con crueldad por negarse a saludar la esvástica. Los nazis de Hitler mataron a miles de jóvenes porque rehusaron participar en la idolatría nacionalista.
Y esto no es demagogia, es historia y me da igual del bando que sea, lo que hacen ahora los nacionalistas catalanes es lo mismo que ellos condenaron cuando la dictadura franquista. Gracias María por recordarnos esto, la historia esta para que no se repitan los mismo errores del pasado, pero volvemos a errar. Besos

Viriato dijo...

Ay, María, hija mía, cuanta razón tienes.

Callad, por Dios, ¡Oh buñuelo!.

(La foto es de otro día, los de hoy los haré esta tarde que no me ha dado tiempo) Callad, por Dios, ¡oh buñuelo! Que no podré resisti...