11 de junio de 2010

¿NECESITAMOS LOS ORIGINALES?

HACE unos 3.500 años un hombre de edad avanzada del Oriente Medio agrupó una historia del mundo hasta sus días. Aquella obra, que llenó cinco extensos libros, tiene que haber requerido muchísimo esfuerzo. Aquel hombre tenía más de 80 años de edad cuando comenzó su relato. Ni él ni su nación tenían un hogar establecido, sino que vagaban de un lugar a otro por el desierto de Sinaí. Sin embargo, con el tiempo lo que él escribió llegó a formar parte de la producción literaria más importante que el mundo ha conocido.

Aquel hombre fue Moisés, y a él Dios otorgó el privilegio de librar del cautiverio en la tierra de Egipto a la antigua nación de Israel. Sobre este asunto del cautiverio judío en Egipto los arqueólogos no tienen ninguna duda pues hay montones de restos arqueológicos que así lo prueban Los cinco libros que escribió se conocen hoy como el Pentateuco, la primera parte de la Biblia.

Pero a veces la gente pregunta: ‘¿Podemos de veras confiar en las palabras de Moisés y los demás escritores bíblicos? ¿Existen sus manuscritos originales? Si no, ¿qué les pasó? ¿Y cómo podemos estar seguros de que lo que dice la Biblia es en realidad lo que se escribió originalmente?’.

Los materiales
Hay muchas razones para confiar en que el contenido de la Biblia no ha cambiado desde el tiempo de su escritura original. Es cierto que no tenemos los manuscritos originales de los escritores bíblicos. Pero en verdad no deberíamos esperar tenerlos. ¿Por qué? Por los materiales en que se escribieron, cierta costumbre judía antigua y lo que sucedió en los tiempos desde que se escribieron.

En primer lugar, sírvase considerar los materiales. Todavía existen escritos que se hicieron cuando la Biblia estaba siendo compilada. Pero la mayoría se escribió en piedra o arcilla, materiales que pueden durar largo tiempo. Sin embargo, parece que la Biblia se escribió originalmente en materiales más perecederos. Por ejemplo, el rey Jehoiaquim quemó escritos de Jeremías, uno de los escritores de la Biblia. (Jeremías 36:21-31.) Tablillas de piedra o arcilla no habrían sido destruidas fácilmente así.

Entonces, ¿qué material usaron los escritores de la Biblia? Pues bien, Moisés fue instruido en toda la sabiduría de los egipcios, y el material de escritura más común en Egipto era el papiro. Por lo tanto, es posible que Moisés haya escrito en aquel material perecedero. Otro material de escritura común en el Oriente Medio era la piel de animales... pergamino o vitela. Puede que Jeremías haya escrito en pergamino. El pergamino o el papiro se habrían quemado cuando el rey Jehoiaquim arrojó el rollo de Jeremías al fuego.
Es cierto que en el clima caliente y árido de Egipto muchos manuscritos de papiro han durado miles de años. Pero eso es excepcional. Tanto el papiro como el pergamino suelen deteriorarse fácilmente.
En el antiguo Israel, donde se escribió la mayor parte de los libros de la Biblia, el clima no favorecía la conservación de manuscritos. Por eso, gran parte de los manuscritos originales de la Biblia probablemente se desintegraron hace mucho tiempo. Aunque no les hubiera ocurrido eso, hay una antigua costumbre judía que hace improbable que hubieran durado hasta nuestros días. ¿Cuál es esa costumbre?
Manuscritos enterrados
En 1896 cierto investigador que registraba una guenizá en El Cairo descubrió 90.000 manuscritos antiguos que revolucionaron el estudio de la historia del Oriente Medio. ¿Qué es una guenizá? ¿Y qué tiene que ver esto con los manuscritos originales de la Biblia?
Una guenizá es un cuarto donde los judíos de la antigüedad colocaban los manuscritos gastados por el uso. El investigador Paul E. Kahle escribe: “Los judíos acostumbraban depositar toda clase de material escrito e impreso en aquellos cuartos en sus sinagogas o cerca; esto no se hacía para archivarlos; solo habían de permanecer allí sin ser tocados por algún tiempo. Los judíos temían profanar por un uso indebido aquellos escritos que quizás contuvieran el nombre de Dios. Por eso aquel material escrito y en tiempos posteriores también el impreso se llevaba de vez en cuando a terreno consagrado y se enterraba; esto lo echaba a perder. Fue por simple casualidad que se pasó por alto la guenizá de El Cairo, y a los manuscritos que había allí no les sucedió lo mismo que a los de otras guenizás”. (The Cairo Geniza, página 4.)
¿Qué hay si un manuscrito bíblico original hubiera durado hasta el tiempo en que empezó a desarrollarse aquella costumbre? Sin duda, el manuscrito se habría gastado por el uso y habría sido enterrado.
Desenvolvimientos históricos
Al considerar lo que pudo haberles sucedido a los manuscritos bíblicos originales, un último factor que debe recordarse es la agitada historia de las tierras bíblicas. Por ejemplo, consideremos lo que les pasó a aquellos libros escritos por el envejecido Moisés. Se nos dice: “Aconteció que, tan pronto como Moisés hubo acabado de escribir las palabras de esta ley en un libro hasta dejarlas completas, Moisés se puso a mandar a los levitas, los transportadores del arca del pacto de Yahvé, y dijo: ‘Tomando este libro de la ley, ustedes tienen que colocarlo al lado del arca del pacto de Yahvé su Dios’”. (Deuteronomio 31:24-26.)
El arca del pacto era un cofre sagrado que simbolizaba la presencia de Dios entre los israelitas. Fue introducida en la Tierra Prometida (junto con los manuscritos de Moisés), donde estuvo en diversos lugares. Por algún tiempo los filisteos se apoderaron de ella. Más tarde David, el rey de Israel, llevó el Arca a Jerusalén, y con el tiempo fue colocada en el templo que el rey Salomón edificó allí. Pero el rey Acaz construyó un altar pagano en el templo, y con el tiempo clausuró aquel edificio. El rey Manasés lo llenó de adoración pagana.
Mientras tanto, ¿qué pasó con el arca del pacto y los escritos de Moisés? No sabemos, pero por lo menos algunos de aquellos escritos se perdieron. Para los tiempos del rey Josías unos artesanos del templo hallaron por casualidad “el mismísimo libro de la ley”, quizás el documento original escrito por Moisés. (2 Reyes 22:8.) Gran parte de su contenido le había sido desconocido al rey, y su lectura dio comienzo a un gran despertamiento espiritual. (2 Reyes 22:11–23:3.)
Después de la muerte de Josías la gente de Judá se hizo infiel de nuevo, y con el tiempo el pueblo fue deportado a Babilonia. El templo fue destruido, y todo objeto valioso en él fue llevado a Babilonia. No hay registro ni Bíblico, ni histórico ni arqueológico de lo que le sucedió entonces al Arca ni del valioso documento que fue descubierto en los tiempos de Josías. Yo como comprenderéis no tengo la culpa de eso , solo cuanto lo que se , si alguien sabe algo mas agradecería que me lo comunicara Con todo, años después, cuando a muchos judíos que habían regresado a su tierra de origen se les animó a reedificar a Jerusalén y restablecer la adoración limpia, el sacerdote Esdras y otros les leyeron públicamente del “libro de la ley de Moisés”. (Nehemías 8:1-8.) Así que había copias de los escritos originales. ¿De dónde vinieron estas?
El copiar la Palabra de Dios
Moisés dijo estas palabras que nos hacen pensar “Cuando se siente sobre el trono de su reino, tiene que escribir para sí en un libro una copia de esta ley, de aquella que está a cargo de los sacerdotes, los levitas”. (Deuteronomio 17:18.) Como se ve, se habrían de hacer copias de las Escrituras.
Con el tiempo el copiar las Escrituras se convirtió en una profesión en Israel. De hecho, Salmo 45:1 dice: “Sea mi lengua el estilo de copista hábil”. A copistas como Safán y Sadoc se les menciona por nombre. Pero el copista mejor conocido de los tiempos antiguos fue Esdras, quien también contribuyó a los escritos originales de la Biblia. (Esdras 7:6; Nehemías 13:13; Jeremías 36:10.) Aun mientras se escribían porciones posteriores de la Biblia, los libros que ya se habían completado se copiaban y distribuían.
Cuando Jesucristo estuvo en la Tierra había copias de las Escrituras Hebreas (Génesis hasta Malaquías) disponibles no solo en Jerusalén, sino también aparentemente en sinagogas de Galilea. (Lucas 4:16, 17.) Pues, ¡hasta en la distante Berea de Macedonia judíos de disposición noble podían ‘examinar las Escrituras diariamente’! (Hechos 17:11.) Hoy existen unas 1.700 copias manuscritas de libros bíblicos que se escribieron antes del nacimiento de Jesús, así como unas 4.600 de los que compilaron sus discípulos (Mateo hasta Revelación).
¿Eran exactas aquellas copias? Sí; sumamente exactas. Los copistas profesionales de las Escrituras Hebreas (llamados soferim) se preocupaban mucho por evitar equivocaciones. Para revisar su trabajo contaban las palabras y hasta las letras de cada manuscrito que copiaban. Por eso Jesús, el apóstol Pablo y otros que solían citar de los antiguos escritores bíblicos no dudaban de la exactitud de las copias que utilizaban. (Lucas 4:16-21; Hechos 17:1-3.)
Es cierto que los copistas judíos y los copistas cristianos posteriores no eran infalibles. Cometían errores, pero las muchas copias que todavía existen nos ayudan a encontrar esos errores. ¿Cómo? Pues los diferentes copistas cometían errores diferentes. Por eso, por la comparación de la obra de diversos copistas podemos determinar muchas de sus equivocaciones.
Por qué podemos estar seguros
En 1947 hubo un descubrimiento sorprendente de unos rollos antiguos en ciertas cavernas del mar Muerto. Aquellos rollos mostraron precisamente cuán exactas eran las copias que se habían hecho de las Escrituras. Entre los rollos había una copia del libro bíblico de Isaías cerca de mil años más antigua que cualquier manuscrito previamente disponible. Sin embargo, una comparación mostró que las únicas diferencias entre el manuscrito del mar Muerto y copias posteriores eran de asuntos como el orden de las palabras y la gramática. ¡El significado del texto no había cambiado tras mil años de copiar! Por eso el erudito William Henry Green pudo decir respecto al texto de las Escrituras Hebreas: “Puede decirse con seguridad que ninguna otra obra de la antigüedad se ha transmitido con tanta exactitud”. Se han hecho comentarios parecidos sobre la exactitud con que se han transmitido las Escrituras Griegas Cristianas.
Por supuesto, sería emocionante hallar el documento original escrito por Moisés o por Isaías. Pero en realidad no necesitamos los originales. Lo importante no es el documento, sino su contenido. Y, milagrosamente, a pesar del transcurso de muchos siglos turbulentos y mucho copiar y recopiar, podemos estar seguros de que la Biblia todavía contiene la información que había en aquellos antiguos manuscritos originales. Como se ve, esta declaración bíblica ha resultado cierta: “Toda carne es como hierba, y toda su gloria es como una flor de la hierba; la hierba se marchita, y la flor se cae, pero el dicho de Yahvé dura para siempre”. (1 Pedro 1:24, 25.)…Otro dia para no extenderme mas si quereis escribo sobre los libros apócrifos......Creo que con esto que he comentado no tengo nada más que añadir.

25 comentarios:

María dijo...

Magistral, sencillamente magistral, ¿sabes que hasta me ha parecido ver algún esenio por ahí y me he imaginado perfectamente las cuevas de Qumrán?.

Besos

Mayte® dijo...

Sin palabras; Eres la persona más documentada que conozco sobre estos temas. Siempre lo digo a todo el que se me ponga a tiro y, después de esto, no creo que quepan dudas.

Por mi parte sí, estaré encantada de leer sobre los apócrifos, todo lo que sea nutrirnos de conocimientos es estupendo.

Gracias por compartir con nosotros.

Un beso

* Inés * dijo...

Me ratifico en que, tú, Manasés, eres el historiador del blog.

Sencillamente magistral, no te falta ni un dato, ni te sobran renglones.

Cum Laude.

¿Sabes?, me enorgullezco mucho de tenerte entre nosotros, das un aire especial a " Escribimos Pensamientos".

¿Se nota que me emocionaste?.

Gracias, desde mi tiempo.

Anónimo dijo...

A mi si que me gustaria poder tener escritos originales, para conocer la historia real, no desde la Biblia ya que esta no está considerarda como un libro de historia

Apocrifo

Mayte® dijo...

Creo que de aquí, va a salir un debate, de lo más interesante.

(Y varios escritos me parece).

Apócrifo, si tienes algún conocimiento sobre el tema y te apetece compartirlo, dílo, que estaríamos encantados de leer tus textos, y no solo, los comentarios, que también son bienvenidos. Si no llegas a comentar el otro, no estaríamos leyendo este, así que de nuestra parte ¡Gracias! nos has hecho un favor.

María dijo...

A mí me encanta esto de los comentarios, así que yo lanzo una pregunta ¿no es la Biblia un libro de historia? o, mejor dicho, en el Antiguo Testamento ¿no existen los libros históricos, junto con los proféticos, sapienciales, la ley o Pentateuco?.

Mayte® dijo...

Yo no digo ná.

jajajajja

Yo espero que asome el manasés.

Manases dijo...

Lamentablemente los libros son como las personas con el paso del tiempo mueren, y muchos libros mueren y son enterrados en sus cementerios llamados bibliotecas, pero la Biblia no muere sigue siendo el libro mas leído y traducido de toda la historia .Es cierto que la Biblia no es un libro de Historia en si, ese no era su objetivo cuando se escribió. Es cierto es un libro religioso, pero cuenta la historia de un pueblo y Anónimo el que tu no la consideres un libro de historia , no significa que no lo sea, y por su puesto que es historia.......!HISTORIA VIVA!

Mayte® dijo...

De hecho creo que fué el primer libro que pasó por la imprenta.

Me encanta eso.

¿Hay más?.

Carmen dijo...

Totalmente de acuerdo, es el más leido, el más traducido, el que más veces ha sido impreso, el más estudiado, es más de todo ¿será por Dios?.

Manasés, lo haces fantásticamente bien, estoy absolutamente encantada de leerte, me gustaría asistir a tus clases, aunque fuera de oyente.

Un beso

María dijo...

No Mayte, el primero de Gutenberg fue el Misal de Constanza, luego su biblia 42, la que se conoce como "La Biblia de Gutenberg" y, años después La Biblia.

Mayte® dijo...

¡Genial!

Veis?.
Doy fe que se aprende mucho con los comentarios

jajajaja.

Espero el siguiente a ver que nos aporta.

Besos

María dijo...

Yo también Mayte, pero hay quien me ha superado (una amiga tuya que quiere volver a estudiar). Que yo no lo descarto ¿eh? pero sólo si el profe está bueno, si no no voy, jajaja.

Mayte® dijo...

Lo dices por Carmen?. El dia que se suelte el pelo verás.
Es de las pocas personas que consigue que yo calle, con eso te lo digo todo.
Su modestia le impide que se muestre tal cómo és, pero es de las personas más cultas que conozco.

Besitos

María dijo...

Claro que lo digo por Carmen, lo que pasa es que yo, prudente como soy, no quería nombrarla, jajaja, pero que sepas que se ha apuntado a la fiesta y a las clases.

Kiss

Mayte® dijo...

¿¿¿Perdón???

Ejem...

¿Has dicho prudente?

María dijo...

Claro que lo he dicho ¿dudas de ello? jajajaja. A Carmen la has nombrado tú, que lo sepas, yo sólo dije tu amiga.

Oye que no dudo yo que sea muy culta ¿eh? pero que está con ganas de aprender también lo digo, que dice que se apunta a las clases de Manasés.

* Inés * dijo...

La Biblia es el único libro escrito por inspiración de Dios, en el sentido de que Dios ha guiado personalmente a sus escritores.
Por tanto, aunque escrita por medios humanos, la Biblia es el mensaje de Dios al hombre, más bien que un mensaje del hombre para su prójimo.

La Biblia sí es un libro histórico y sí es fiel en detalles. Los arqueólogos recurren a ella tras haber confirmado que lo que se menciona allí es históricamente correcto. Hay muchos lugares y civilizaciones mencionados en la Biblia que han sido corroborados de manera arqueológica.

¿La tierra de Ur de Abraham? Corroborada.
¿Sumerios? Corroborados.
¿Asirios? Corroborados.
¿Cananitas? Corroborados.
¿Hititas? Corroborados.
¿Las ciudades del delta del río Nilo? Corroborados.

Un creyente una vez dijo, “Si vas a creer en Dios, créele con todas tus fuerzas. Si vas a rechazar a Dios, recházale con todas tus fuerzas.”

Scarlet2807 dijo...

Manases, realmente eres todo un aporte,un verdadero placer leerte, y un orgullo compartir con alguien tan culto como tú...

Gracias, muchas gracias, por compartir tus conocimientos .

Un besote, Scarlet2807

wppa. dijo...

No puedo opinar de algo que desconozco por completo , jamas lei la biblia ,lo reconozco.
Solo puedo decir que siento envidia ((eso si ... sana ))de tan magistral conocimiento y relato.
Me gusta mucho tu articulo,porque estoy aprendiendo algo que repito desconocia.
Un beso
wppa.

Alejandro dijo...

Yo estoy de acuerdo contigo Manases en que la Biblia no fue concebida como un libro histórico "per se" pero, con el paso del tiempo y a mi juicio, se ha convertido en el libro de historia de referente.

Magníficos los comentarios, apasionados, aportando datos, hasta queriendo asistir a tus clases.

Haces con tus escritos que el blog se movilice, hay que ser muy bueno para no dejar indiferente o no provocar más que un comentario cortés, tú eres otro de los que procuraré aprender.

Un saludo

Mayte® dijo...

Leñes, acabo de darme cuenta de una cosa
Acojonais al más pintao con tanta cultura.

jajajajaja.

Yo me largo a jugar al parchís, cuando sea grande vuelvo.

jajajajja

Miranda dijo...

Mannnnn:

Me da penita decirlo, pero en mi vida he tomado siquiera la biblia, tengo la idea de que su lectura es tediosa, sin embargo, me gusta la forma en que expones el tema.

Estaré al pendiente de la publicación de los documentos apócrifos.

Muchas gracias por tu aporte.

Saluditos.

Anónimo dijo...

Manases soy una absoluta ignorante del tema que has tratado, pero lo has hecho tan bien que estoy por pedirte bibligrafía y ponerme al día.
Un abrazo.

Ahh disiento en una cosa. Las biblitecas no son cementerios de libros, en todo caso armarios donde son guardados con cariño entre un lector y otro o, entre un trabajo y otro.

LIA50 dijo...

Yo solo dire que quedo muda ante tanto conocimiento, te leo y creo estar ante mi preofesora de historia que tan sabiamente nos hacia gustar de los temas, eso veo contigo...Cariños Lia.

Callad, por Dios, ¡Oh buñuelo!.

(La foto es de otro día, los de hoy los haré esta tarde que no me ha dado tiempo) Callad, por Dios, ¡oh buñuelo! Que no podré resisti...