El agua del Jordán

En contra de lo que pueda parecer por el título, eso no va de historia porque yo no sé escribir de eso, esto va de guasa , aunque se trata de un hecho real.

Unos amigos míos organizaron un viaje a Jerusalén, Petra, Mar Muerto, etc., el tour típico de la zona. Un día antes de partir, él se rompió los ligamentos de la rodilla y no pudo ir, pensaron anular el viaje pero, como el problema era leve, decidieron que se fuera mi amiga con uno de sus 5 hijos (todos varones).

Mi amiga es muy creyente y tuvo la feliz idea de comprar 5 botellines de agua, vaciarlos, y traérselos llenos de agua del Jordán para bautizar a sus futuros nietos. Su casa es muy grande y tiene dos cocinas, la de uso diario y otra, en la parte de atrás, completamente equipada y con chimenea y una mesa muy grande donde nos juntamos muchas veces los amigos. En el congelador de esta segunda cocina puso los 5 botellines de agua en espera de que alguno de sus hijos se decida y le de algún nieto.

Mi amigo tiene la costumbre de, algunas noches, relajarse viendo la tele mientras se toma un whisky con hielo y, una de esas, fue a la cocina a buscar hielo para preparárselo y se encontró con que no había. Se fue a la otra cocina y tampoco quedaba pero vio los botellines de agua y, ni corto ni perezoso, cogió un cuchillo y rass, rassssss, se puso a cortar una botella y a fabricarse un cubito.

A todo esto que entra mi amiga y le dice a gritos: "Pepeeeeee, por Dios, que te vas a beber el agua de tus nietos", él aturdido dice: "¿qué nietos, si nosotros no tenemos nietos?", y ella: "que sí, Pepe, que el agua de los botellines es la del bautizo", como ella es abstemia él ya empezó a pensar que le fallaba algo y le dice: "que no tenemos nietos ¿de qué bautizo hablas tú?" y ella insistiendo: "Pepe, que dejes inmediatamente esa botella que eso es para bautizar a tus nietos" y Pepe de nuevo: "a ver ¿es que ha dejado alguno a la novia embarazada?, ¿ha sido Javier?". Por fin mi amiga consiguió y explicárselo y Pepe se esperó a que se hiciera hielo para tomarse el whisky esa noche pero le dijo: "anda que no tienes tú delirios de grandeza, mira que traerse agua del Jordán para bautizar a los nietos como si fueran príncipes y, a todo esto, ¿cómo conseguiste tú pasar la frontera con el agua?".

Los botellines siguen intactos, ya no hay narices a tocarlos, pero Pepe aprovecha cualquier mención al asunto para preguntar con toda la guasa: "¿El agua del Jordán congelada caduca?, lo digo porque a estos ni los casamos ni conseguimos que se independicen ni aún echándoles agua hirviendo".