29 de junio de 2010

El regreso de un sueño II



Elisa, las cosas han cambiado, mucho, necesito contarte tantas cosas...

Yo le miro, expectante, con miedo y esperanza, esperándome un nuevo mazazo y ansiando lo que sé que no es posible, todo eso a lo que, voluntariamente, renunciamos hace tanto tiempo.

Mi mujer ha muerto, Elisa, me dice. Me deja muda, no sé qué decir, yo, a pesar de todo, nunca deseé un final así. Ella nos hizo mucho daño, todo el que una persona es capaz de hacerle a otra y algo más, pero jamás le deseé la muerte, yo no quería ser feliz a costa de una vida.

Empieza a contarme, apenas asimilo sus palabras, porque mi mente y mi corazón empiezan a pensar por cuenta propia y a planear proyectos de futuro. Parece como si, de pronto, ese corazón, que estaba encogido y sólo cumplía una función orgánica para mantenerme apenas con vida, hubiera empezado a ensancharse, lo sentía crecer dentro de mí, como si una bomba de aire imaginaria lo estuviera hinchando poco a poco.

Ha sido un accidente y, como casi siempre, no iba sola, su amante de turno también ha fallecido. Hemos procurado que todo fuera lo más discreto posible para que el niño no tenga que sufrir lo que yo llevo sufriendo casi todo el tiempo que llevo junto a ella.
Yo asiento, todavía parca en palabras por el impacto que ha causado en mí la noticia, y sólo pregunto: "¿el niño está bien?", sólo regular, Elisa, responde, ya sabes que lo suyo es para siempre y el mazazo de perder a su madre ha sido grande, muy grande, él siempre la idolatró.
¿Y tus padres?, inquiero, están bien, responde, ocupándose del niño, mi padre casi me "obligó" a venir y me dijo: "dile de mi parte a Elisa que sigue siendo la hija que siempre quise y que, antes de morir, me gustaría veros juntos y felices".

Eso vuelve a desencadenar en mí una catarata de recuerdos, de días felices, de cenas familiares y entrañables con esa familia que, por derecho, nunca fue mía pero a la que sentí y me hicieron sentir mía más que si hubiera habido de por medio toda la legitimidad del mundo.

Porque lo nuestro, de cara al exterior, no fue más que una relación de amantes pero, de cara a la familia y a los íntimos, estábamos tan legítimamente unidos como si lo hubiéramos hecho ante Dios. Dicen que Dios escribe muchas veces derecho pero con renglones torcidos y eso fue lo nuestro, renglones torcidos de sufrimiento y de renuncia para, al final, tener la posibilidad de estar juntos y de que nuestro amor fuera legítimo.

Me coge las manos, suavemente, y me mira a los ojos y me dice: "Elisa, tengo que preguntarte algo", ¿me sigues queriendo?

Continuará...

16 comentarios:

Miranda dijo...

Ellaaa:

Al igual que Elisa he quedado muda, ufff, ha sido un encuentro de sentimientos encontrados, ay Dios, ya no sé que mas expresar.

Quedo al pendiente del siguiente capítulo.

Besitosss.

Anónimo dijo...

Ella, sigue .. si es necesario no duermas.
Es una broma niña, pero es que cortas cuando más lo estaba disfrutando.
Un besote grande.

Rosso dijo...

Ella. ya no compro más libros, a partír de ahora espero tus relatos, ok?. Besos amiga del alma, eres genial.

Manases dijo...

Tu has pensando en ganarte la vida, publicando estas historias?, te lo digo porque yo podria ser tu representante

LIA50 dijo...

Genial, atrapas corazòn! Un beso Lìa.

María dijo...

Es que os tengo que querer, a la fuerza, gracias a todos por los ánimos que me dáis siempre.

Os quiero

Besos

Mayte® dijo...

El relato buenísimo, eso lo primero.

Lo segundo; ya estamos con el tipo que se le muere la mujer con el amante y enseguida busca a la que dejó antes. Porqué le pregunta a Elisa si lo sigue queriendo? Más le vale a Elisa ponerse las pilas y no caer en la tentación de la pena, que el tipo la dejó leñes..

Besitos Ella, ¡eres fantástica!

María dijo...

A verrrrrrrrrrrr Mayte, que lo dejaron los dos ¿vale? y no pienso decir más que se me joroba el misterio, jjajaja.

Besos

Scarlet2807 dijo...

Ella, cuanto los extrañé, y a tí en forma especial.
Me encanta como escribes, y pienso igual que todos, deberías pensartelo en serio la posibilidad de publicar...
Un beso, Scarlet2807

Ruth dijo...

Ellaaa que relato tan conmovedor!! ufff pude imagunar su emoción y como su corazón reaccionaba...hay de esos amores irrenunciables , que permanecen y que les llega su tiempo...

Gracias espero tambien la continuación.

Besos Ella.

wppa. dijo...

Bonita historia de un reencuentro , pero con un intermedio triste , pone a Elisa en un dilema entre el deseo de los sentidos y el respeto por lo sucedido.
Espero inpaciente lo siguiente.
Un beso
wppa.

Eric_sbn dijo...

La vida siempre nos brinda una segunda oportunidad.

abrazos

Fibonacci dijo...

Sigo en mis treces, ahora que se ha quedado solo, viene a ¡llorar!
anda que le den, que se lo hubiera pensado antes.
Un besote casto como siempre y decirte que me gusta como lo escribes.

Carmen dijo...

Ella, ni caso a May ni a Fibonacci, termina tu historia como quieras, yo adivino ahí mucho más que el que venga a buscar a Elisa por haberse quedado solo.

Y es cierto, escribes muy bien.

Un beso

D'MARIE dijo...

Ella,un relato con mucho para pensar,creo que el final ,como siempre es lo mas esperado..Muy bueno.
Besis

* Inés * dijo...

Manejas los sentimientos con una precisión que se palpa, línea a línea.
Cuidas los detalles con primor.
Tienes, (creo) muy claro, lo siguiente y el final de esta historia de amor.
Conseguiste que este segundo capítulo, fuera igual de bueno que el primero.
Nos tienes en ascuas.
Yo, no supongo nada a priori, me gustan las sorpresas cuando leo, vayan en la dirección que vayan, pero preveo un final bellísimo.
Gracias, Ella, me encanta esta parte de tu arte.

Callad, por Dios, ¡Oh buñuelo!.

(La foto es de otro día, los de hoy los haré esta tarde que no me ha dado tiempo) Callad, por Dios, ¡oh buñuelo! Que no podré resisti...