6 de junio de 2010

Ha llegadooooo


Al fin ha llegado, está aquí. Es la estación que más adoro del año, sube el termómetro, el calor sale a relucir.Ese calor, a veces agotador, no es nada que no se pueda solucionar, aunque hay 3 tipos de calores, el que produce el sol, el que nosotras le provocamos a los nombres con nuestros atuendos veraniegos o nuestros gestos (algunos dicen que es su condena y su martirio, yo no lo veo para tanto) y, por último, el calor que los hombres nos pueden provocar a nosotras.

Lo del calor propio de la estación tiene fácil arreglo, nada de miedo a salir a la calle, la solución consiste en salir de casa (que tienes convenientemente refrigerada), corriendo al coche (que, con previsión de fémina, has aparcado a la sombra) donde inmediatamente pones el aire acondicionado, vuelves a aparcar a la sombra (o donde hará sombra cuando salgas de donde hayas ido), entras al trabajo o donde vayas (donde también está puesto el aire acondicionado) o, si estás de vacaciones, pues todo el día a remojo, sea playa o sea piscina. Yo lo veo fácil, los hombres, en general lo complican todo.

El calor que le provoca a los hombres nuestros atuendos veraniegos tiene mal apaño, la verdad, porque ellos son así, sufridores natos los pobrecitos.

Aunque yo me pregunto: "¿si sabes que te van a entrar unos sudores de parto cuando estás sentado en una terracita, tomándote algo, y ves a la señora o señorita de enfrente cruzando las piernas, enseñando sin darse cuenta un trocito inocente de muslo, o agachándose a recoger algo que se le ha caído del bolso y, por supuesto sin malicia ninguna, se le baja un tirante de su vestidito y asoma por un momento un cachito de su anatomía superior , para qué miras, hombre de Dios?" "¿no será mejor que te concentres en tus aceitunas y tu cañita de cerveza en vez de clavar tu mirada en ella como diciendo "másssssssssss, quiero mássssssssss?".Porque, ¿sabes hombre? Estás corriendo el riesgo de que ella, sólo por verte sudar, te de más y así, como el que no quiere la cosa, haga un pequeño movimiento y ahora sea el otro tirante el que se le deslice o que, de pronto, necesite ir al baño y, oh casualidad, tiene que pasar por tu lado e, igual provocado por los tacones que llevan sus sandalias, pues resulta que se contonea un poquito más de la cuenta, todo sin maldad alguna, por supuesto, con el único afán de concederte tu deseo y darte el más que le has pedido con tu mirada, y tú tragando saliva.
Y ella, cuando vuelva del baño, como tu mirada siga pidiendo másssssssssssss, igual se acuerda de que no se ha retocado los morritos y, con toda la parsimonia, se saca el espejito y la barra de labios y se los retoca y tú sudando, pidiendo otra cañita para remediar el calor y, acto seguido, ella va y se pide un cucurucho de helado y se lo come en tus narices, sacando la lengua para lamer el helado, mientras tú sigues tragando (saliva).

Luego está el calor que ellos les provocan a ellas, como el de aquel anuncio del obrero que subía en el andamio con la coca light, qué hombre por Dios, qué pectorales, o aquel otro del hombre Martini, con sus enigmáticas gafas de sol y pasándose un dedo por los labios. No es justo ese calor, la verdad, eso son ganas de fastidiar pero claro, ya se sabe, "Ellos son malos", los publicistas, digo, porque los hombres que te encuentras por la calle normalmente no hacen esas cosas, igual en el fondo son todos unos angelitos y les da verguenza. Y aparte está la ventaja de que nosotras usamos abanico, qué apropiado el abanico para los sofocos, anda que no tiene usos el abanico, si sirve hasta para hablar.

Y yo también quiero que venga el otoño, de verdad, como me gusta, y me gusta para que siga haciendo calor porque el otoño es cuando vuelven los señores a ponerse las corbatas (son mi debilidad), los uniformes de invierno, en fin, todo eso que te hace más llevadero el fresquito.

Y sí, también digo que qué estupendos están los señores (unos más que otros), que vivir con ellos es muy difícil (no hay más que pensar en que nunca dejan una toalla derecha) pero que, sin ellos, es "casi" imposible vivir (te vienen muy bien para subir la compra, por ejemplo).

13 comentarios:

Mayte® dijo...

Yo, no leo la parte sensual eh! me tapo los ojitos y me largo por un helado..

Increiblemente bueno Ella. Aunque te lo digamos en todos los escritos y resulte ya común leerlo es la verdad.

Gracias por compartir

Besitos desde el alma lokita

Carmen dijo...

Qué gracioso, la verdad es que tienes tú un poquito de maldad, jajaja.

Un beso

Fibonacci dijo...

Ya esta aquí el puñetero verano y sino ha llegado completo, estás tu para recordarlo.
Pero que sepas, que no salgo de mi casa en estos tres meses.
ala, os quedais compuesta y sin este miron.
Un besote

Rosso dijo...

Eres tremenda...., el verano tiene esas cosas, pero vosotras ¿por ´qué esas prendas?,¿ por el calor o para esos mirones?, de cualquier forma, eres sensacional.
Un beso amiga del alma.

Soñador dijo...

Ella es tremenda,me encanta, no hay nada como un helado, yo me los como todo el año.Eres genial, me gusta tu sentido del humor.Un abrazo

Scarlet2807 dijo...

ELLA , solo decirte lo que te digo siempre,eres ¡¡¡genial!!!

Un beso, Scarlet2807

BONBOM dijo...

ELLA,jajajja, malona eres ,tienes razon para eso es el verano di que siiiiiiiii,
un beso de Marga BOMBON

BONBOM dijo...

ELLA,jajajja, malona eres ,tienes razon para eso es el verano di que siiiiiiiii,
un beso de Marga BOMBON

D'MARIE dijo...

Que lindo tu escrito,pero no tenemos la culpa de los que miran los atuendo veraniegos ajaja.
Buenisimoo!!
Besis

* Inés * dijo...

Un relato, real supongo de tu verano, sin corbata, de helados, sin bufanda.

Me ha gustado muchísimo, como todo lo tuyo.
Admiro tu biblioteca de recuerdos de vainilla y cucurucho.

Gracias siempre

Miranda dijo...

Ellaaaaaa:

Eres estupenda!!!.

Muy bien narrada "la maldad" de los hombres y que, desde luego, en ti no tiene cabida.

(Respecto a la fotico, mejor me callo ja ja ja ja).

Abrazos afectuosos y besitos a la distancia, loquita.

Manases dijo...

NO hay derecho Ella y encima nos pones esa foto, tu me quieres matar.....besos

Alejandro dijo...

¿Te digo una cosa Ella?. Lo que tú has descrito no es delito pero debería serlo.

Un saludo

Callad, por Dios, ¡Oh buñuelo!.

(La foto es de otro día, los de hoy los haré esta tarde que no me ha dado tiempo) Callad, por Dios, ¡oh buñuelo! Que no podré resisti...