Cuando el erotismo es arte. Scarlet

Scarlet, ante todo para ti, mi felicitación.
Pero no solamente para ti,
Por tu bella creación;
Si no, y principalmente para todos nosotros, tus lectores
y al parecer tus fieles y leales seguidores.

Hubo un tiempo en España y me imagino
que en Chile, Cuba, China o Venezuela,
en que no se podía
por mor de la censura,
escribir dónde, cómo y cuando tu quisieras.

Esa era la disculpa que usan y usaban siempre los mediocres.
Pero entonces surgieron
Alvaro de Laiglesia, Tono, Mihura, Mingote,
Chumy Chúmez, Herreros, Acevedo,
Palomino, Tip y Coll, o Neville
(para la rima es mejor Coll y Tip)
y engendraron, gestaron y parieron
y criaron a sus pechos, sus costas, sus dineros,
sus equilibrios, sus multas, sus cierres y silencios
La Codorniz.

Ella que no era humilde, -ni tenía por qué serlo-, ya advertía,
que era la más audaz de las revistas
y que sólo tendría buena acogida,
—pues solo para él fue concebida—,
en un lector, el más inteligente, se decía.

No era pues un problema de censura, ya que estaban,
Martín Gaite, Delibes, Gironella, Aldecoa, Matute, Laforet,
Sánchez Ferlosio, Caballero Bonald, Benet, Umbral
Torrente Ballester, Campmany o Cela.
Que no era libertad lo que faltaba, sino genios.

Porque estos escritores y humoristas
A los que han de sumarse los poetas
Celaya, Blas de Otero, Goitisolo, Panero, José Hierro
Pedro Salinas, Vivanco, Rosales y Ridruejo
Angel Gonzalez, Bousoño, Luis Cernuda
Dámaso Alonso, Aleixandre, Gil de Biezma
Estos y muchos otros escribieron
Su obra a pesar de la censura.

Eso ocurre también con tu poema.
Donde tocas un tema delicado,
El tema más difícil
del amplísimo espectro literario:
el erotismo, siempre en la cuerda floja
entre sensualidad, amor, deseo
paseando por el filo
siempre arriesgado, sutil de la navaja.
El erotismo cuando tu lo tocas
Se convierte en un arte.

Otros muchos también lo han intentado
Y se quedan en leves balbuceos
O cuando quieren darse cuenta, se han pasado.
Y no es autocensura, no es que teman
Provocar por exceso de realismo
los que dicen que esto es pornografía
no se atreven con ello.
Y no es pudor, sino puritanismo.
No es respeto, temor ni autocensura
Es que les falta lo que a ti te sobra:
Gusto por lo bien hecho, arte y mesura.