17 de julio de 2010

UNA HISTORIA DEL AYER III

Lleva cerca de un mes trabajando en la fruta, el dolor de la caída aún continúa, las penurias y la fatiga por el trabajo le persiguen, apenas hay camaradería entre los jornaleros, cada uno va a lo suyo, el capataz les aprieta cada día con insultos y llamándoles vagos, pero tiene que aguantar hasta que la temporada acabe, ya queda menos y no sabe qué hará, con las pocas conversaciones que ha entablado con algunos de sus compañeros, le han comentado que la temporada de la vendimia en Francia está a punto de comenzar y se piensan marchar a la misma ya que los franchutes pagan muy bien y en una temporada se puede conseguir un buen dinero para volver a casa, pues les pagan en francos y con el cambio resulta muy rentable.

Aún no ha decidido comunicárselo a su mujer, como fue previsor se trajo el pasaporte que se hizo antes de venir, el problema es que sin contrato le resultará más difícil, tendría que entrar como turista y esperar a que alguien le contrate y siempre expuesto a que lo deporten del país, un compañero, al parecer tiene contrato y está dispuesto a hablar con el patrono y que lo contraten.
Con esos dos meses de fruta y la temporada de vendimia si tiene suerte, podrá salir adelante y pagar lo que debe en el pueblo y aguantar otra temporada hasta que empiece la de la aceituna, esos eran sus planes, pero no sabe cómo se lo tomará su esposa, el estar tanto tiempo alejada de ella, con el consiguiente inconveniente que su mujer se tiene que hacer cargo de todo en su ausencia.
Ha recibido dos cartas de su casa y él ha enviado otras tantas, así como semanalmente les envía el dinero que gana casi en la totalidad.
En la última carta recibida de su esposa, ella le dice que le echa mucho de menos, y que su hijo continuamente pregunta por su papá, que tiene ganas de que pasen estos dos meses y que vuelva pronto a casa. Que ya se las apañaran como puedan, pero él sabe que si vuelve y sin trabajo en el pueblo, la cosa no funcionara bien y que de momento la única salida es esta, aunque tenga que sufrir la separación forzosa de su familia, tiene muy presente que es el sostén de la familia y sólo él debe llevarla adelante, pese a la fatiga que le acarrea todo eso y las condiciones casi infrahumanas a la que se ve sometido, ya que hay mucha mano de obra en espera de ser contratado y no se puede permitir que lo dejen sin trabajar, por lo tanto tiene que aguantar todo esto.

Ha decidido que en cuanto termine esa jornada, le escribirá a su mujer y le contará lo que tiene pensado.


Querida esposa:

Te escribo estas cuatro letras en contestación a la tuya y esperando que al recibo de la misma, te encuentres bien en compañía de nuestro hijo, yo bien, a Dios gracias.
Por tu carta sé que has recibido el último giro que te he enviado y que ya le has pagado todo a quien nos dejó prestado el dinero y que el resto te está ayudando a continuar llevando la casa y los pagos que tienes que realizar.
Yo también os echo de menos y no sabes cuánto amor mío, los días son eternos sin vuestra presencia y solo vuestro recuerdo hace que esta ausencia la pueda soportar.
Por lo demás te digo, que el trabajo como siempre muy bien, el patrón está muy contento conmigo y me trata con mucho respeto, e incluso algún día que otro nos manda comida hecha por su mujer, así que fíjate lo bien tratado que estamos, he tenido suerte a pesar de todo al elegir esta finca y patrón.
Ya apenas queda trabajo y en poco tiempo habremos acabado, tengo dos alternativas, o regresar a casa con vosotros o irme a la vendimia a Francia con unos compañeros estupendos que me han hablado muy bien y que se gana mucho dinero, durando la temporada unos tres meses.
Así que espero tu contestación y juntos decidimos, pero quiero decirte que sería una solución muy buena, aunque estemos separados un tiempo más.
Atentamente se despide tu esposo que te quiere.
Un beso para ti y otro para nuestro hijo.

Continuara…………..

9 comentarios:

Miranda dijo...

Fibbb:

He seguido tu historia, aunque no había podido dejarte comentario.

Tremendo lío, por un lado la añoranza de la familia y por el otro las necesidades económicas. Quedo en espera del próximo capítulo.

Abrazos afectuosos y besitos a la distancia.

María dijo...

Qué duro, ya te lo dije, y cuantas personas se pueden ver reflejadas en una situación así. Fue algo muy común en su momento, tantas familias separadas y muchas de ellas rotas por la miseria.

Besos

LIA50 dijo...

Fibo, me gusta el estilo de relato, ademas el argumento muy sentimental y real...Besotes Lía.

BONBOM dijo...

Fibo es un relato extremecedor, cada vez me recuerda mas cuando tube que ir a la vendimia francesa,
espero el siguiente capitulo.
un beso enorme

Scarlet2807 dijo...

Fibo, una historia muy triste, pero, tan real...
Y yo creo que "no pasa de moda".Siempre habrán personas que tienen que desvincularse de su familia, de su tierra , costumbres , etc...por procurarse los medios para vivir.
Lo estás narrando de maravilla, cada día escribes mejor.
Un beso, Scarlet2807

wppa. dijo...

Te sigo leyendo con mucho interes ,historia dura pero real de muchas familias.
Un beso
wppa.

Alejandro dijo...

Triste realidad que se repitió demasiado.

Un abrazo, amigo

Carmen dijo...

Yo sé mucho de situaciones parecidas. Igual un día me decido a contar algo.

Un beso

D'MARIE dijo...

Toda historia tieen un mensaje este esta ,lleno de ellos,,me encanta tu estilo.
Besis

Callad, por Dios, ¡Oh buñuelo!.

(La foto es de otro día, los de hoy los haré esta tarde que no me ha dado tiempo) Callad, por Dios, ¡oh buñuelo! Que no podré resisti...