1 de abril de 2010

VIVIR CONMIGO


A que aventura diaria nos sometemos en toda nuestra vida y no nos damos cuenta de ello
Tan solo prestar atención al dialogo interno que se expresa en nuestra mente y
OH sorpresa se verá una aventura de aquellas.
Dije aventura por que creo que el descubrir cosas nuevas es justamente eso, o no?
Y de eso se trata de descubrir dentro de uno, las cosas que nos haga rediseñar nuestra historia, que no esta escrita ni mucho menos, la tenemos que escribir día a día, sin resignarnos a ningún papel establecido de antemano.
Que paradoja, tener al alcance de la mano las herramientas que buscamos fuera para emprender nuevas vivencias.
Son muchos años de convivencia, y parecería que tan mal no nos fue, a veces discutimos, otras escuchamos, nos acompañamos, nos observamos, otras estamos simplemente juntos.
Cada momento de nuestra vida, desde que nos despertamos cada mañana y
nos saludamos amablemente y vemos que bueno que es tener a un amigo tan cerca.
Si, somos amigos en todo momento, o acaso no es una amistad la que tenemos.
Tiene todo los ingredientes:
De a ratos distanciados, otras alejados, algunas veces enfrascados en discusiones filosóficas.
Llantos, risas y también el negar la existencia del otro, claro que sí.
Y que decir cuando entramos en la cueva al mismo tiempo, es complicado por que hay poco espacio
Y cada uno quiere ocupar todo el escenario para decir yo soy el protagonista principal, no me molestes.
Estamos juntos siempre con mi compañero “de mente”. Es como esos amigos que cuando se juntan a repasar momentos vividos con copa de vino de por medio, les agarra la nostalgia, “té acordás de aquello, de lo otro y así”.
-Conmigo o sinmigo, en algún lado lo escuche, y él hecho es que, es difícil vivir sinmigo.

Se han dado en llamarlos “el ego”, “el alma”o “el ser interior”, mi otro yo”, quizás podemos llamarlos por algún apodo familiero, cada uno lo llamara como mejor le agrade.
Se dice que los actos de los hombres los juzga Dios por sobre todos los mortales, será así, Pero también creo que tenemos él mas temible de los testigos- críticos dentro de uno, el que ha vivido dentro y nos conoce demasiado y en consecuencia nos juzga y puede ser un critico feroz, si lo dejamos al libre albedrío, Por esos hay que estar conciente y despierto porque el ego agazapado nos querrá jugar taimadamente y de sorpresa.

Quien no tiene un dialogo en su mente para recordar? En los momentos más difíciles en donde todo es un bajón depresivo, triste y sin poder salir de un profundo pozo negro, recuerdo que apelamos a las palabras mas duras para descalificar al otro, a lastimarlo y a auto flagelarnos, dándonos la mano para hundirnos cada vez más. Pero también es bueno recordar que también hubo y habrá otras manos que nos ayudaron y que tomaremos para aferrarnos a la vida.
Hoy viendo desde el adentro y con un amable dialogo interno, reflexiono que cuando las cosas no las podemos resolver adentro hay que pedir ayuda afuera y abrir ese corazón cerrado para que los pensamientos tristes, agresivos para con uno mismo, podamos exponerlos en público y dejen de ser retroalimentados para lastimarnos.
Hoy puedo ver que el amigo interno que llevamos en nuestra mente, un mal necesario, ya que sería de nosotros sin él. No tendríamos vergüenza de nada, no tendríamos culpas, bailaríamos en la calle solos como loquitos, nos reiríamos hasta llorar en el subte, lloraríamos en el bar. tomando un café, viendo la lluvia caer.
Si repasamos nuestra vida, surgen momentos de la niñez, en donde los pensamientos eran distintos, había voces poderosas que nos contenían, en nuestras fantasías de juegos, de alegrías y tristezas. Quien no tenía un amigo imaginario con quien jugar, le poníamos apodos en confianza y la pasábamos bien.
Creo que ahora veo que no estuvimos solos en la niñez, ni tampoco en la adultez, Quien nos acompañaba?
Se le pueden poner nombres, llamarlos Ángeles, o duendes, pero no están afincados en nuestra poderosa mente, muy poca utilizada, y esperando ser desarrollada, deberemos bucear en lugares mas sutiles de nuestro interior para hallarlos.
Entonces nuestro desafió es buscar la paz del espíritu que llevamos dentro y conectarlo a los seres celestiales que invisibles a los ojos, son visibles desde el alma.
Así cuando estamos sufriendo por una pena de amor, o una angustia que nos carcome por dentro, recurriremos a nuestro ser interior siempre listo para acudir en nuestra ayuda, a pesar de que no le damos espacio para hablarnos, es más lo ignoramos y el ego esta a sus anchas, liderando desde ilusiones que van del placer al dolor sin pausas y golpeando nuestro corazón.

5 comentarios:

Soñador dijo...

Muy bueno todo el documento que aqui reflejas y muy importante tener en cuenta.Desde luego como seres que razonamos, tenemos las herramientas para producir en nosotros reajustes constantemente y de esa manera configurarnos para buscar las soluciones y salir victoriosos y no dejarnos abatir por otras ideas.Ese otro yo o ese dialogo propio que desconocemos su procedencia pero que es real, aprender a reprogramarlo es trabajo diario de todos .Muchas gracias

Scarlet2807 dijo...

Rafa: uffffffffffffff, que profundo, y que sabias tus palabars. me ha encantado tu reflección, felicitaciones!!!.
Que versátil eres eh????, de pronto un poeta, y ahora todo un filósofo.( Me ha gustado mucho)

Un beso, Scarlet2807

Unknown dijo...

Rafa...está dentro de lo complejo y contradictorio que somos ¿no? Todo parece estar sujeto a la realidad momentánea. Pero tenemos un valor supremo, que es nuestra capacidad para modificarla. A veces con lentitud y paciencia, a veces con resoluciones quirúrgicas. Todo es válido. Depende de las conclusiones finales (¿finales?). Abrazo, Rafa - tzn

Mayte® dijo...

Leerte es cómo mantener un diálogo conmigo misma.
Vas desmenuzando letra a letra todas mis inquietudes.
Gracias por la reflexión Rafa.

Un saludo a la distancia

D'MARIE dijo...

Exelente reflexion RAFI!!
Besis

Callad, por Dios, ¡Oh buñuelo!.

(La foto es de otro día, los de hoy los haré esta tarde que no me ha dado tiempo) Callad, por Dios, ¡oh buñuelo! Que no podré resisti...