21 de abril de 2010

Caballo viejo


Querer sin ser querido y ser, además, ignorado, es cumplir una grave condena. Y no la hay peor que la del silencio. No la hay peor que vivir encadenado entre los barrotes, firmes e invisibles, de la memoria...que te amarra a los recuerdos con la misma intensidad que a una tela de araña, pegajosa y envolvente, de la que es imposible escapar. Miles de pasos doy cada día, multiplicando el largo por el ancho de esa celda y cada vez que lo hago obtengo resultados distintos...como si sus paredes se movieran cada vez que lo hago. No veo sus barrotes, pero están. No distingo sus paredes, pero las toco...y su aire, viciado e inhumano, me ahoga. Me muevo dentro de ella a pasos angustiosos, como a cámara lenta, sin distinguir absolutamente nada de lo que hay a mi alrededor. Estoy condenado y ciego. Los caminos, todos, parecen diseñados para escalarlos...pero su cumbre está vacía.

“Cuando el amor llega así,
de esta manera,
uno no se da ni cuenta.
El zaraute reverdece,
el huamachito aparece
y la soga se revienta.”

Despertar es un suplicio... y despierto varias veces durante la noche. En esos momentos siempre te encuentro...pero sé muy bien que cuando cierre los ojos te disiparás como el olor del incienso en el camposanto. Aún así, lucho por encontrarte dentro de mí. En cualquier rincón. Acurrucada entre pliegues. Sonriendo. Cuando cierro los ojos y cuando los abro. Cuando me lamento y cuando suspiro...y te pienso siempre. Pero sé que al día siguiente no podré encontrarte en ninguna de sus formas posibles y esto me enloquece. Dirijo mi mirada a los cuatro puntos cardinales. Tomo el móvil en mi mano, a cada hora, y lo froto, como si de una lámpara maravillosa se tratara, para provocar tu llamada...aunque sé que toda ilusión será inútil. Y así un día, y el siguiente, y todos.

“Caballo le dan sabana
porque está viejo y cansao,
pero no se dan ni cuenta
que un corazón amarrao,
cuando le sueltan la rienda
es caballo desbocao.”

Mis ocupaciones, no obstante, me ayudan. Pero me duele el silencio. Y cuanto más silencio...más tú. Miro algo interesante de la tele y estás tú. Leo y me acompañas. Hago que miro. Hago que leo, pero mi mente está en ti. Y esto no cede aunque el tiempo venga cada día, con su garlopa recién afilada, comiéndose los recuerdos...pero es inútil. Hay miles de detalles que me arrastran ti.

“Y si una yegüa alazana
caballo viejo se encuentra,
el pecho se le desgrana
y no le hace caso a faceta.
Y no le obedece al freno
ni le paran falsas riendas.”

Los días pasan por mi lado como hojarasca de otoño, meciéndose entre la brisa. Me pongo a escribir y el paso inmediato es borrar. Intento leer y las lágrimas se unen a mis ojos de tanto forzarlos. Intento olvidar y con más intensidad aparecen los recuerdos. Salgo al jardín. Lo preparo para la primavera. Siembro semillas. Y cada semilla un deseo. Cada palmo de tierra un silencio. Cada gota de agua un suspiro. Y cada rayo de sol una sonrisa que viene de la mano del recuerdo.

“Cuando el amor llega a así de esta manera,
uno no tiene la culpa.
Quererse no tiene horario,
ni fecha en el calendario,
cuando las ganas se juntan.”

He vuelto a soñar contigo. No sé qué hacíamos junto a un río, sentados bajo la sombra tupida de un olmo blanco. No hablábamos. Sólo el rumor de un hilo de agua interrumpía nuestro silencio y el perfume del silencio se colaba en nuestra piel como la brisa en tu cabello. Pero hubo miradas. Muchas. Y hubo sonrisas. Muchas. Y paseos de tu mano, por la vereda del río, rumoreando el agua nuestros pasos, sintiendo los movimientos de tu cuerpo al caminar...por ligeros roces contra mi cuerpo. Posiblemente duró lo que duran los sueños: segundos. Pero me dejó envuelto en una paz que endulzó todos mis suspiros.

“Caballo le dan sabana
y tiene el tiempo contao,
por eso muy de mañana
con su pasito apurao,
se encuentra con su alazana
que lo trae embarrascao”.

“Embarrascao”. No había oído nunca ese término hasta que, mientras mis ojos se perdían en tu mirada, lo oí en una canción de María Dolores Pradera (“Caballo viejo”) cuya letra, sin connotaciones, te transcribo. Embarrascao. No encuentro ese término en el diccionario, aunque me imagino su sentido. Será, sin duda, como me siento, hundido e inmóvil. Solo encuentro “Embarrancar”: Varar con violencia, encallándose el buque en el fondo. Atascarse en un barranco o atolladero”. Así me siento. Atascado en un atolladero del que no encuentro la salida. Y sin querer encontrarla. Anclado en el fondo. Esperando a que pase. Sea lo que sea lo que haya de pasar.
“El potro da tiempo al tiempo
porque le sobra la edad.
Caballo viejo no puede
perder la flor que le dan,
porque después de esta vida
no hay otra oportunidad.”

No tengo a nadie con quien comentar mis sentimientos. Y tú, no sé, siquiera, si tú existes. Hay momentos en los que la cabeza amenaza con explotar. Y escribir...para borrar, aunque ayuda, no es suficiente. Los hombres tenemos la desafortunada costumbre de contar a los amigos nuestras aventuras amorosas pero, a veces, cubierto por esas aventuras, está el alma solitaria y lo que nace del alma es difícil expresarlo con palabras...si no se tiene enfrente unos ojos que lo entienda y otro alma a la que se ame.

Después de ésta vendrá, seguro, otra temporada teñida de tranquilidad. O de aparente tranquilidad...y, tal vez, pueda volver a encontrarme contigo junto a un río. Con la brisa colándose en tu pelo. Con el silencio en tus labios y con la sonrisa en mi alma.

11 comentarios:

Fibonacci dijo...

despues de leerte, es hora de colgar el boligrafo,y me pregunto, ¿que hago yo aquí? mejor me dedico a leer.saldreis ganando.
felicitaciones.

Scarlet2807 dijo...

Lo más bello que he leído en mucho tiempo, me dejaste temblando de emoción...

Un beso, Scarlet2807

margari dijo...

Precioso,en realidad asombrosamente romántico y bonito.El artículo, y el amor que de él se desprende.
Gracias,por publicarlo
un saludo
Margari

María dijo...

Sí tienes a alguien con quien comentar tus sentimientos, tienes a todos los que hemos tenido el placer de leerte.

Porque ha sido eso, un verdadero placer para mí.

Gracias por comentar, gracias por compartir.

D'MARIE dijo...

Leer tu escrito,quizas sienta leerme internamente.Dejastes un suspiro en mi alma.Una forma muy especial,de trasmitir un dolor ,con ausencia!!Me has impresionado,buenisimo!!
BESIS

LIA50 dijo...

Realmente conmovedor, un texto poetico por donde se lo mire, Besos Lia.

Anónimo dijo...

Prólogo qué pocos textos te he leído y cuánto me gusta lo que escribes¡ Me emociona lo que expresas y también la forma que escoges para decirlo.
Me han llegado muy adentro tus sentimientos. No sé si estas palabras tan simples explican suficientemente bien que te comprendo.
Un abrazo lleno de ternura. Gracias, me has hecho creer un poco más en los seres humanos

Soñador dijo...

Yo hasta me apura escribir , sois muy buenos todos , bueno ya pondre algo.Muchas gracias

* Inés * dijo...

Me quedo con la sonrisa de tu alma y la melodía que, con tu escrito,escuchaste en aquella ocasión.
Me falta más, mucho más de tu gracejo escribiendo.
Gracias por volver, extrañábamos tus pensamientos tan exactos, románticos y llenos de maestría literaria.

Ya sabes que me encanta leerte, desde tu primera palabra.

Gracias Prólogo, ánimo y sigue derramando tu alma, como tan generosamente haces.

Miranda dijo...

Prollll:

Tanto tiempo sin leerte, en realidad ya te extrañaba.

Siempre habrá ojos para ti, así que no dejes de compartir tu sentir en este bello rinconcito.

Abrazos afectuosos y besitos a la distancia.

Unknown dijo...

Hola, Escribimos pensamientos:
Creo que en la transcripción de la letra confundieron la palabra "embarrascao" por "embarbascao" (embarbascado) que es un coloquial colombovenezolano que equivale a "metido", enamoradísimo, etc.

Callad, por Dios, ¡Oh buñuelo!.

(La foto es de otro día, los de hoy los haré esta tarde que no me ha dado tiempo) Callad, por Dios, ¡oh buñuelo! Que no podré resisti...