4 de abril de 2010

Gracias...


Razones siempre hay para sentirse dichoso
Un dia más , una palabra amiga, una sonrisa.
Un gesto amable , un amor , dar cariño.
La salud , los alimentos , los paisajes.
No nos faltan razones , no , para seguir siendo dichosos.
La amistad, el trabajo , la musica, los sueños….
A veces , las cosas discurren según lo dichosos que nos sentimos.
Proyectamos la gratitud por las cosas y recibimos gratitud.
Lo complicado es simple y lo simple complicado
Le damos la vuelta a la tortilla, que se cueza por los dos lados.
Que nos sobren las razones para mostrar la dicha.
Nunca dejes de soñar , siempre mueve ficha.
Sientete dichoso , siente la vida como algo hermoso.
Nunca dejes de sentir , que no te sientas solo.

Gracias por compartir yo con vosotros…

Me siento dichoso.

6 comentarios:

Scarlet2807 dijo...

Que lindo soñador,,,
Siempre entregas un mensaje positivo y gratificante.

Gracias a ti, por compartir tu alegría de vivir.

un beso, Scarlet27807

Anónimo dijo...

Soñador qué sensanción de optimismo me ha quedado al leerte ¡¡ Pues hoy lo necesitaba un montón.
Gracias

Unknown dijo...

Soña: Un escrito = un mensaje. Es gratificanre leerte siempre. ¿y sabes? Te imagino escribiendo desde la apacibilidad y la modestia. Dificilmente me falle el olfato en ésto.Es un placer tenerte como compañero de ruta y estoy seguro que esto lo compartimos todos. Un abrazo, muchacho - tzn

monpita dijo...

Hay momentos que uno se descuida dejando el sentir de estar vivos... y no hay más que leer los escrito de Soñador para que nos dé esa sacudida y nos acomode nuevamente. Gracias.Mon

Mayte® dijo...

El leerte me da paz.
Es gratificante tenerte con nosotros y poder compartir.

Gracias por estar.

Besitos

D'MARIE dijo...

Si,predicas lo que sientes de esta forma tan interesante..creo que me contagiare y sentire tambien dicha hasta de las pequeñas cosas de la vida!!Buenisimo!!
Besis

Callad, por Dios, ¡Oh buñuelo!.

(La foto es de otro día, los de hoy los haré esta tarde que no me ha dado tiempo) Callad, por Dios, ¡oh buñuelo! Que no podré resisti...