27 de abril de 2010

ELLA


Ella, recoge el desayuno que con su marido acaban de terminar esa mañana, como cada día de los treinta años que llevan casados.

Él se arregla, coge el portafolios y Ella le acompañaba para despedirlo como siempre, se despiden con un beso y las consabidas palabras de “Ten cuidado y regresa a casa”.

Le ve partir en el coche y rauda, entra en casa, coge su bolso y sale de la misma.

Como cada día en el último mes, Ella, se dirige a la parada del autobús para que la traslade al centro.

Ella, cariacontecida, triste, sin prestar atención a lo que la rodea, se monta en el mismo, no sabe por donde continuará su búsqueda..

Así lleva todo ese tiempo, no puede vivir en esa zozobra, su marido no se ha dado cuenta, se lo ha ocultado muy bien, no quiere que él sufra, lo ama más que a su vida, pero ha sido un error que no se perdonará nunca y lo tiene que solucionar de alguna forma.

Hoy tiene que continuar buscando, tiene que encontrarlo como sea, mañana se cumple su treinta años de casados y no puede fallar a su marido de esa manera.

Ella, ya ha recorrido casi toda la ciudad, los lugares más inverosímiles y raros, no ha sido posible hallarlo, pero algo en su interior le dice, que hoy puede ser su gran día, que lo encontrará.
Ella, llora en silencio, no puede reprimir sus lágrimas, las personas con las que se cruza, la miran y sienten piedad, lo nota, no le da vergüenza que la vean así.

Solo le importa encontrarlo, si no lo halla, no tendrá el valor para presentarse delante de su marido en el día de mañana.

Ella, ya sabe, que él ya le habrá comprado el regalo de aniversario y ella también lo tiene hace más de un mes bien guardado.

Hoy, le toca un mercadillo de antigüedades, le han dicho que quizás lo pueda encontrar en ese lugar.

Va con toda la ilusión puesta, cuando llega al lugar, está todo abarrotado de gente de toda clase.

Mira y remira con detenimiento, se para, pregunta, nadie le da razón.

Una señora mayor la está observando hace rato, Ella
la mira y esta le hace señales para que se acerque.

Cuando está a su altura, le dice: Sé lo que buscas, Ella se queda pasmada y confusa, ¡no te asustes mujer, no busques más! yo lo tengo y sabía que vendrías por él.

Ella, balbucea palabras inconexas, llora, ríe, abraza a la mujer, esta la separa de sí, cogiéndola por las manos y secándole las lagrimas, le dice:

Una mujer como tú, que profesas tanto amor por tu marido y él por ti, no puede ser artífice de ese error.

La mujer mayor, la coge y la introduce en una tienda muy vieja, deja a Ella sola, y se mete en la trastienda, donde al cabo de un rato, sale llevando consigo un paquete, lo abre delante de Ella y le dice: es lo que buscas con tanto fervor?.

Ella, no puede articular palabra, esta ahí, delante de sus ojos, lo coge, lo abraza, llora, ríe, salta, abraza a la mujer y le da cientos de besos, se arrodilla llorando diciéndole, ¡ pídame usted lo que quiera!.

No quiero nada niña, le contesta la vieja, eso que he guardado me ha hecho recordar que yo, en tiempos de mi marido, teníamos algo similar y lo utilizábamos como vosotros.

Como supo que era yo? fácil niña, por la foto que contiene tuya y por la carta que me he permitido leer, donde explicas lo que hay en su interior.

Pero dime niña una cosa, como pudiste perderlo? es algo que no me perdonaré jamás, resulta que mi nuera se quedó encargada de la casa, mientras mi marido y yo realizamos un pequeño viaje, quiso hacer limpieza general en la casa y en él desván, donde almaceno cosas antiguas y la mayoría sin valor; En una caja que lo tenia guardado, ella lo dio a un trapero, esperando darme una alegría con la limpieza que había realizado.

Cual fue mi sorpresa al regresar y ver lo que había hecho, me quedé aturdida y no supe contárselo a mi marido, como lo había perdido, así, que le pedí explicaciones a mi nuera, de a quien se lo había entregado y desde entonces he ido detrás de la pista, mañana se cumple nuestro aniversario.

Vete niña, cuida de tu marido y sed felices, yo estoy ya pagada con verte esa mirada, que no es la misma de hace diez minutos.

Llegó el día, Ella, estaba feliz, habían celebrado con la familia el treinta aniversario, se rieron, fotos, videos, pasteles, abrazos de los nietos, todo había salido muy bien, pero quedaba lo mejor, cuando se marcharan todos y quedaran a solas.

Ella, se metió en el cuarto de baño, se preparó como cada noche, él la esperaba en la cama, Ella, salió con un bolso negro colgado al hombro, se puso a su lado, él le dio un beso, abrieron el bolso y él depositó un sobre en su interior, en un bolsillo ex profeso para ello, Ella, hizo lo mismo, se dieron un beso de nuevo y lo cerraron.

Treinta años casados, treinta cartas de cada uno en su interior, una por año, solo las podrían abrir, en el caso de que alguno de los dos, faltara..

Fue una promesa que se hicieron; Cuando Ella, hizo realidad su sueño de acabar la carrera, él le regalo ese bolso negro, que solo lo habían utilizado, para llenarlo del amor de cada uno.

Lo que ocurrió después de apagar la luz, es algo que Ella, contara cuando quiera y si quiere.

13 comentarios:

Mayte® dijo...

Ha sido como leer un cuento triste de Navidad.

O me matas de risa, o de pena.

Gracias por compartir.

Besitos

María dijo...

Madre mía como se le ocurra contarlo, jajaja.

Besos

Mayte® dijo...

Si lo cuentas avisa que me tape los ojos eh!
jajajaja

Soñador dijo...

Me ha encantado esta historia, de verdad muy buena , narrada con todos los detalles para entender y ubicarse como lector.Gracias

Scarlet2807 dijo...

Aparte de gustarme mucho, me has sorprendido.
¿Como lo haces para meterte en la mente de una mujer, de ésa forma tan perfecta?

Un beso, Scarlet2807

LIA50 dijo...

Fibo, realmente me conmovió esta historia, sabes que eres magnífico, relatas de una manera, que llegas al alma...Un beso Lía.

Unknown dijo...

Fibo, impecable desde donde se lo mire. Creo que estamos ente un creador de gran imaginación y es un placer el hallazgo. Te mando un abrazo mientras releo lo tuyo. - rbn

Anónimo dijo...

Llena de tristeza por culpa de la jefa
señalada injustamente por su dedo
sólo por ejercer de hada madrina
sólo por cumplir el sueño de la jefa
sólo por ser anónima en vez de anónimo
me vengo aquí buscando comprensión
y te pregunto, oh escritor mío,
¿le reñirías tú a una admiradora anónima?

Anónimo dijo...

Por cierto, que esto de los comentarios está discriminado, sólo da la opción de anónimo y no la de anónima, ajajaja

Mayte® dijo...

jajaaa. Me rio por no pegarte.

No te da verguenza? de un escrito tan serio hacer una juerga??

Encima que te lo ha dedicado con todo el cariño.

Ya parlaren...

María dijo...

No, porque yo he venido aquí con todo el respeto y todo el cariño del mundo buscando unas risas y sé que, a diferencia de OTRASSSSSSSSS, seguro que a alguien le hace ilu lo de una admiradora anónima.

Mayte® dijo...

jajjajaa...
No eestás loca. Estás chalá perdíaaa
jajajaja

D'MARIE dijo...

Fibo,que manera mas simple de narrar,me encanto!!
Besiss

Callad, por Dios, ¡Oh buñuelo!.

(La foto es de otro día, los de hoy los haré esta tarde que no me ha dado tiempo) Callad, por Dios, ¡oh buñuelo! Que no podré resisti...