7 de noviembre de 2010

HABLANDO CONMIGO MISMA

Ahora que he vuelto a nacer, tras pasar una grave enfermedad, me siento muy desagradecida.
Estoy enfandada conmigo misma, porque tras verme bien, lo único que quería era no haber salido.

Ahora, en estos momentos, vivo por todos los que me quieren, los que me queréis, y comprendo lo mucho que significo para vosotros.
En cambio, ¡qué desagradecida soy, que todavía no deseo vivir!.
No sé como salir de este círculo vicioso, pues llevo muchos años en él; intento salir, aunque bien poco la verdad.

El otro día fui al colegio donde trabajo (aunque ahora aún estoy de baja) porque me invitaron a cantar en el coro del que formo parte. No sé decir que no. Mi familia me decía que me animaría, que me iría muy bien. El resultado fue pésimo. Me agobié demasiado. Los actos sociales no son lo mío. Voy huyendo de las personas, cada vez más. Y reconozco que tengo que vencer ese miedo y obligarme y vencerlo. Pero nadie sabe lo mal que lo paso.

Sé que soy una desagradecida. Nada merezco, nada valgo. Estoy convencida de ello y nadie, absolutamente nadie, puede convencerme de lo contrario.

Quiero intentar ser mejor persona, ser más agradecida, tener algo en mi corazón que sea positivo. Pero en estos momentos, si digo sí, miento.

Admiro a la gente con ánimo y espíritu de superación. Admiro a la gente con proyectos, con objetivos, con meta a la que llegar.

En realidad, hablo conmigo misma, porque no sé esto a qué es debido. Y me cabrea demasidado no tener causa, y desear en todo momento dejar la vida.

Nada me motiva, nada me atrae. No tengo ninguna meta fijada ni proyecto alguno que emprender.

Tan sólo dejo pasar mis días ... mis horas... mis momentos... sin aprovecharlos bien.

Autora: Rosa Mª

8 comentarios:

Mayte® dijo...

Rosa, mal que te pese no eres única en ese sentido. En este mismo blog hay gente que admiro muchísimo y quiero aún más, que han pasado situaciones similares a la tuya. No voy a dar nombres porque no soy quién, pero desde luego, lo último que tienes que hacer es, tirar la toalla.

Acá has encontrado amigas y lo sabes, date tiempo si?, veras que consigues salir adelante.

Te quiero mucho niña.

Besos

María dijo...

Es cuestión de tiempo, Rosa, de agarrarse a toda la ayuda médica y psicológica que esté al alcance de tu mano, de pedir ayuda cuando la necesites, de marcarte una meta ínfima cada día y, si un día no la superas, marcártela para el siguiente y que te autoindultes por tus "fallos".

Y aprende a decir NO, cuando no tengas ganas o no te sientas con fuerzas de nada simplemente di NO porque ¿sabes? habla muy bien el sano con el enfermo, en su afán de ayudar por supuesto.

Besos y ánimo.

Madrigal dijo...

Que duro resulta extrenarse como comentarista tuyo, Rosa Mª, y hacerlo sobre este texto. Es doblemente doloroso porque no hay palabras de aliento para que quien no quiere alentar. Ni vale tampoco buscar recetas fáciles cuando no se conoce a la persona. ¿Sabes? No se me ocurre nada que decir; por tanto mi comentario se reduce a una sola palabra, un solo gesto: ESTAR. Cuando nada se puede hacer ya por el otro, siempre se puede hacer un poco más: quedarse junto a él, en silencio, sin ruido, sin que apenas se note la presencia. Estar alli para que cuando abra los ojos al deseo de vivir, a la esperanza, lo primero que encuentre sea una mano firme, calida, de ayuda y la mirada amable de alguien que ofrece su amistad t que no pide a cambio nada más que lo mismo. Un beso.

Scarlet2807 dijo...

Rosita, yo te lo he dicho no una sino muchas veces. Sé perfectamente de lo que hablas, lo he vivido.
No daré consejos ni nada, porque sé de sobra que no sirven, cúando uno está con ésta maldita enfermedad. Solo quiero decirte que sabes que cuentas conmigo, cuando quieras y para lo que quieras...
Te quiero mucho, besos, tu amiga
Scarlet2807

wpaa. dijo...

Es dificil,comentarte nada en especial, solo decirte que busques toda la ayuda que necesites,que tengas esperanza y fe y sobre todo no pierdas el animo.
Solo decirte que desde mi distancia recibe un abrazo calido de amistad
wpaa.

Manases dijo...

Hola Rosa……… es cierto que a veces podemos llegar a creer que no somos capaces de complacer a nadie ni a Dios ni nosotros mismos. Pero nuestro Padre celestial tiene presentes nuestros frágiles sentimientos, pues “se acuerda de que somos polvo” (Salmo 103:14). Y aunque “nos condene nuestro corazón”, podemos ‘persuadirlo’ de que “Dios es mayor que nuestro corazón y conoce todas las cosas” (1 Juan 3:19, 20). Además, en nuestras oraciones podemos usar expresiones tomadas de pasajes bíblicos como Salmo 9:9, 10; 10:12, 14, 17 y 25:17.a mí siempre estas cosas me han ayudado……..un beso.

BONBOM dijo...

Rosa, no se que decirte, porque otras veces te comente, es complicado muy complicado, se por lo que estas pasando además muy bien, pero se sale de verdad, no te fijes metas, no te agobies, solo dejate llevar, haz lo que " tú" quieras hacer, no tienes que complacer a nadie, solo a ti misma, pero quitate de la cabeza que no vales nada, que no mereces la pena, porque no es cierto, eres unica, y especial, y much gente espera que le dediques una sonrisa.
Si me necesitas seguro que sabras como ponerte en contacto conmigo, yo estaré encantada de charlar contigo,y quizás hasta de tomarnos un café (somos paisanas).

Un beset

Alejandro dijo...

De nuevo, ánimo.

Un saludo

Callad, por Dios, ¡Oh buñuelo!.

(La foto es de otro día, los de hoy los haré esta tarde que no me ha dado tiempo) Callad, por Dios, ¡oh buñuelo! Que no podré resisti...