7 de junio de 2011

Síndrome del nido vacío


El síndrome del nido vacío es algo que los psicólogos califican como la soledad que suelen sentir los progenitores, sobre todo las madres, cuando los hijos se hacen mayores y se independizan para vivir su propia vida.

Por lo visto hay muchas mujeres a las que, cuando les pasa esto, les achacan toda clase de trastornos, entre ellos depresiones, porque se sienten como menos útiles, con demasiado tiempo libre, etc. y yo me digo: "¡qué hermosuraaaaaaa ¿de qué se quejarán?!"

Tengo muy claro que no tengo ni tendré síndrome de estos, es más tengo, según mis hijos, el síndrome del nido lleno, me lo dicen y se lo dicen el uno al otro al mismo tiempo que cosas como: "ten cuidado, nene, que tu madre te va a poner la maleta en la puerta" y similares. Eso sí, con mucha guasa y riéndose y, si se tercia, discutiendo en broma como los niños que ya no son pero a mí me dan ganas de darles el pescozón que no les di de pequeños.

Y es que yo el nido no es que lo tenga lleno, es que lo tengo abarrotado porque en casa vivimos mi madre, mis dos hijos, mi marido, el canario y yo, así que tiempo de sentirme sola ninguno sino todo lo contrario, lo que tengo es tal necesidad de estar sola que, de vez en cuando, los amenazo con irme a un convento.

Pero en mí lo del convento no es para meterme a monja que yo no sirvo para eso, es para no oír más que las campanas y estar unos días haciendo exactamente lo que me apetezca, levantándome y acostándome cuando quiera sin tener a nadie pegado a mis faldas, comer cuando tenga hambre y no oír ni un ruido, ni teléfonos, ni visitas ni nadie que llame a la puerta.

Luego, reflexionando, pienso que la vida monacal no es para mí, que ahí también hay reglas y más gente y que mejor me lo cambio por unos días de vacaciones sola, así que en cuanto me espabile un poco que ando algo chunga me largo y como se le ocurra a alguno ni siquiera llamarme por teléfono para ver como estoy (esto lo pongo porque me leen en casa) cuando vuelva les pongo la maleta en la puerta de verdad.

22 comentarios:

Rosana Martí dijo...

Más bien me da a mí que es que no tienen aficiones, siempre se han dedicado a ellos marido e hijos y casa. Por lo que cuando algo de eso les falta pues se vienen abajo. Yo tampoco lo tendré porque aparte de momento no tengo hijos jajajajaja, y segundo que tengo demasiadas aficiones para que me de dicho síndrome. Me apunto a todo y quiero abarcar muchas cosas, así que como siempre me quedo en las puertas de alguna de ellas porque no me ha dado tiempo suficiente.

Besitos guapa!

Carolina dijo...

jajajajajajaja Me haces reír. He recordado a mi madre con lo de los pescozones. Nunca nos pegó (somos cuatro estrellitas). Pero, hubo uno que coronó no hace menos de un año. Y casi cuarentón jajajajajjaja, por una mala contestación que le dio a mami. No lo alcanzó porque el bicho salió corriendo, pero ella, muy astuta y habil se quitó un tacón y se lo lanzó a una pierna jajajajajajaj, y le advirtió, mejor dicho nos advirtió a los cuatro, que tuviéramos la edad que fuera, nos volaría los dientes si se le contestaba de malas formas, por supuesto esto es metafórico. Pero por lo menos el 36 del calzado si lo deja marcado, muy bien.

De la soledad, fíjate que en una época ansiaba lo mismo. Silencio, ni teléfonos, ni nada. Y ahora que la mayor parte del tiempo estoy sola, me hace falta un poco de ruido...

Feliz día dulce María.

Besitos

sabores compartidos dijo...

Buena reflexión, es cierto que cuando se van se les echa mucho de menos, pero si te encargas de realizar aquello que te llene, la falta será mas pequeña. La soledad impuesta, no es buena consejera, te lo aseguro. Un besazo.

mariarosa dijo...

Jajaja... conozco esa sensación del nido lleno, en mi casa éramos tres hijos, mi padre, mi esposo, yo, la perra y dos tortugas.
Hoy mis hijos se han casado, pero los que ocupan su lugar son su, hijos. Tengo seis nietos, la mayor nueve, el menor año y medio. Y lo peor que cuando deben quedarse, todos quieren en mi casa, que es siempre. Ese problema del nido vacío, como tu, no lo conozco.

Me hablas de Murcia y te cuento que tengo una amiga murciana que hace mucho vive aquí en Buenos Aires, pero ha viajado siempre a su tierra y me cuenta de sus procesiones, de la Virgen de caravaca, de como celebran ustedes la semana santa y tantas cosas que amo a Murcia, sin conocerla. Me gustará que me cuentes del pueblo de "La aparecida". QUién te dice que me brota otro cuento...

Un beso.

mariarosa

Saray MBM dijo...

jajaja!!
Yo creo que eso lo dices ahora,
pero cuando no esten de verdad les echaras mucho de menos.
Porque si ahora estais unidos y os llevais bien, luego echaras de menos hasta las discusiones.
Mi madre si que tiene ese sindrome.
Soy hija única y vivo con ella y mi padre.
Y lo tiene ahora que todabía vivo con ella.
Cuando no esté, no quiero ni pensar lo que va a ser eso...

Tendré que desconectar el telefono.

Saray MBM dijo...

AAmmh....Y gracias por apoyarme y aconsejarme, que ya se me olvidaba a lo que venía.
La verdad, es que me puedo mirar al espejo con toda la tranquilidad del mundo.
Y a veces me pasa... Que me miro, y no me veo mayor... sigo viendo a la niña que era.

Un besazoo!!Y muchas gracias!!
Y tu también eres un SOOOLLLL!!!

Ar@bia dijo...

Hola María aquí estoy, antes ya estuve, pero no pude exponerte mi comentario, no me dejaba ni aquí ni en otros blogs, Me gusto tu escrito sobre ese síndrome, muy bonito y duro a veces. Un besote

Chiquilla dijo...

Estoy con tus hijos. Tu sindrome es el del nido lleno. Je,je.

Aunque precises de vacaciones para reponerte de la lucha diaria, pero es maravilloso tener a la familia unida.

Mi madre es de nido vacio, pero los fines de semana no cogemos en casa. La pobre se lleva unos espasmos. Ja,ja.

Besos.

D'MARIE dijo...

Que lindo lo expresaste ajaja..es verdad..uno se colma de nidos llenos.Lo que si se,que cuando realmente se van..solo te queda el silencio.,solo el silencio y menos cosas que hacer,ya que el tiempo se queda mas amplio,,alli es donde uno debe utilizar a modo de libertad y hacer cosas productivas(como molestar a su esposo) ajajaj...muy bonito me encanta leer cosas alegres...guauuu besisss

Nereidas-andresdeartabroblogpost,com dijo...

Rebosas lo práctico, con tu proverbial cariño sin sonrojos , y no estás nunca exenta de ironía .
siempre tendrás el nido lleno de ternura.
Un beso

sabores compartidos dijo...

Hola Maria yo soy del nido medio lleno, jejee aqui aun queda alguno y no veas como estoy deseando que llegue el fin de semana para que se larguen y me dejen tranquilo, jajaja. Yo no voy a tener ningun problema cuando se marchen, tienen que volar y hacer su vida, como hemos hecho los demas.
un beso

Lola dijo...

Hola, no es precisamente síndrome de nido vacío, si es la falta de que ellos ya se marcharon.
Yo tengo siempre muchas cosas que hacer, y no siento la casa vacía, ahora disfruto mucho de mi tiempo, acostándome sin hora, y levantadote cuando me viene en gana. Eso si que no tiene precio. Y ya ni miro el calendario, ellos se marcharon y mi marido se prejubilo, y siempre es viernes que es mi día favorito de la semana. Un beso, bonito post.

Gala dijo...

Jajajajaja.. harás bien... no sabes como me he reido leyéndote...

Compartes tus momentos con una gracia singular.

Aún rio...

Me ha encantado tu sentido del humor..

Ve y disfruta tu momento de relax... y cuando vuelvas.. ya veremos..

Un besazo.

Mos dijo...

Pues yo digo lo que tú: Qué hermosura tener el nido vacío.
Cuando nos quedamos solos la mami y yo es una gozada. Comemos cuando queremos, nos tumbamos en el sofá sin remilgos, salimos, entramos, escribimos, leemos, cuidamos las plantas y , sobre todo, reina la tranquilidad.
Que se vayan cuanto antes. Luego, que vengan de visita, a comer los domingos y esas cosas que entonces, serán bien recibidos.
Tuvimos a mi suegra más de quince años, otros catorce a Pusky (nuestro perro) y a las dos nenas de las que queda una en casa. Así que te entendemos perfectamente y nada de síndromes vacíos. nada, nada.
Un abrazo desde mi orilla, querida paisana.
Mos.

Manuel Torres Rojas dijo...

Nenica, María, vuelvo del mar, lleno de sueños azules y lunas blancas y...me encuentro con tu comentario y cariños. De momento, que sepas que no soy un ingrato y un malqueda: te llevo en los pliegues de mi "almario".
A determinada edad, las personas tenemos derecho a que nos dejen en paz. Es decir, a tener nuestro nido vacío...Beso y firmo

TORO SALVAJE dijo...

Espero que te pongas bien pronto.
Ya que no vas me apunto a la plaza del convento.
Verás que sorpresa se van a llevar las monjitas.

Besos.

Manases dijo...

Paciencia querida María es la que debe de tener tu marido, el si que tiene que ser un santo, me lo imagino en casa aguantando a la suegra y a la hija, ya no hay hombres como los de antes, tu deberías tenerlo en un altar… besos

Luján Fraix dijo...

JIJI ERES GENIAL.

YO NO LO VOY A SUFRIR PORQUE HIJOS NO TENGO PERO IGUAL SIENTO QUE QUISIERA IRME A UN LUGAR SOLITARIO PARA NO TENER TANTAS RESPONSABILIDADES A CUESTAS.

TENGO UNA FAMILIA CHIQUITA, A VECES ME QUEJO PORQUE NO CONOZCO OTRA COSA.

BESITOS AMIGA QUERIDA.

PD. MI MAMÁ SIEMPRE DECÍA QUE QUERÍA TENER VACACIONES PORQUE SER AMA DE CASA NO LE DABA RESPIRO.

Juan Antonio dijo...

María

Es cierto que a los padres, especialmente a las madres,les da fuerte tal síndrome.
A mí particularmente me gusta que vuelen y que vengan de visita, pues cada uno debe hacer su vida, y cada uno requiere de sus espacios.
Respecto al respeto que debe imperar de los hijos hacia los padres, estoy de acuerdo que aunque sean mayores, éste no se debe perder. Yo por lo menos no permito que lo pierdan.

Un abrazo.

Juan Antonio

María dijo...

Rosana:

Sí, les suele pasar a muchas mujeres.

Carolina:

Yo hasta les amenazo con un cuchillo, pero de buen rollito, jaja.

Sabores:

Si yo sólo quiero un rato de soledad, no para siempre.

Mariarosa:

Un día de estos lo cuento.

Xay:

Yo no quiero que se vayan nunca, sólo bromeo.

Arabia:

Sé que hay muchas personas que tienen problemas para comentar.

La Kiya:

Siiiiii, está lleno, jaja.

Marie:

Gracias, guapa, te echo de menos.

André:

Eso sí, la ternura no me falta.

Lola:

Eso de siempre es viernes me gusta, me apunto.

Galatea:

Gracias, guapa, ya me iré unos dias a vengarmeeeeee.

Mos:

Dime ¿cómo la echaste?.

Manuel María:

A mí no me des envidia con el mar ¿eh?.

Toro:

Shhhhh que no te lea Sor Cecilia lo del convento, jaja.

Manasés:

Como mi marido te lea (cosa más que probable) y me diga como con un escrito que pusiste hace poco que se lo imprima y le haga fotocopias, te mato, date por advertido, jaja.

Luján:

Yo no he estado nunca en casa excepto ahora que llevo 18 meses con la baja y te juro que se pegan, uff.

Besos a todos

* Inés * dijo...

María, cuando te vayas y si lo decides, me voy contigo y que se apañen solos unos días.
Me ha gustado mucho y te comprendo del todo.
Un beso.

Carmen= wpaa dijo...

Yo quiero tener ese sintoma quiero experimentarlo ,creo que es el unico sindrome que no me importaria tener,¡¡el nido vacio¡¡ ,teniendo hijos ¿alguna vez sufrieremos los padres de ese sintoma?'¡¡¡ _Pero si se van dos , y te vienen cuatro¡¡¡
Yo aun no he perdido la esperanza de irme algun dia al Caribe solo con mi cepillo de dientes ajajaj.
Besosss.

Callad, por Dios, ¡Oh buñuelo!.

(La foto es de otro día, los de hoy los haré esta tarde que no me ha dado tiempo) Callad, por Dios, ¡oh buñuelo! Que no podré resisti...