1 de mayo de 2010

Los otros cuerpos



En estas fechas se acrecienta el culto al cuerpo por aquello de la proximidad del verano y hoy, al igual que un día frivolicé con la "operación biquini" en el otro blog, voy a hablar en serio del tema, lo haré de "los otros cuerpos", de los que no son perfectos.

Hay una frase que Coco Chanel hizo célebre: "nunca se es demasiado rica ni demasiado delgada", craso error por su parte, hubiera debido mantener la boquita cerrada y dedicarse a diseñar que eso lo hacía divinamente.

Los cánones de belleza han cambiado mucho, lo que a Rubens le parecía el no va más hoy resulta incluso vergonzoso, pero no voy a hablar de las mujeres tipo Rubens sino de lo que, en un plazo relativamente corto de tiempo ha ocurrido, de lo de sustituir como "cuerpazo" a Marilyn Monroe a una mujer casi esquelética con la talla 34.

Los diseñadores de moda que exhiben su mercancía en las pasarelas tienen gran parte de culpa, se escudan en que una talla 34 o 36 es la mujer ideal y que queda mejor en la pasarela pero, claro, una cosa es la pasarela y otra es la pela, esa pela que les hace perder la verguenza y tener en las tiendas hasta las tallas 48 y 50 porque, por lo general, quien tiene poder adquisitivo para adquirir sus diseños no utiliza una talla 34. Y que conste que, aunque por ética no lo haré, podría citar a más de un diseñador famoso que vende hasta las tallas 48 y 50, tanto españoles como a un famoso italiano.

El no ser nunca "demasiado delgada" causa estragos, principalmente en adolescentes que se toman al pie de la letra el tema de la talla 34 y caen en las garras de la anorexia, esa tremenda enfermedad que las priva de tantas y tantas cosas y que, en muchos casos termina arrebatándoselo todo, hasta la vida. Quisieron ser muñecas y terminaron rotas.

No estoy en contra de los regímenes para adelgazar, entre otras cosas porque muchas veces perder peso significa ganar salud, pero lo que nunca podré aprobar es el vivir siendo esclava de tu cuerpo, el privarse de por vida de los placeres de la buena mesa, el llorar por un helado, el sentirse culpable con sólo mirar un escaparate de una pastelería, el no tomar una copa de vino en una cena, el autoflagelarse por haberse "pasado" un día en una celebración, todo eso y más, yo seré rara, pero jamás lo podré aprobar.

Las hay poseedoras de un cuerpo estupendo, un 90-60-90, algunas porque la naturaleza se ha portado muy bien con ellas, otras porque sus hábitos de vida y alimenticios son muy saludables y consiguen mantenerlos, para ellas chapeau pero, para el resto, pido respeto y comprensión.

No se es más elegante por el hecho de tener un cuerpo estupendo, para nada, la elegancia es otra cosa, es como tener clase, normalmente lo llevas de serie, es saber vestir, saber estar, saber hablar y saber callar, saber qué ponerte en función de tu cuerpo, de tu edad y de la ocasión, es tanto no ir excesivamente arreglada a una merienda en el campo como no ir en chandal a un restaurante, es admitir tu cuerpo y tu edad y sacarle partido, es, hablando de maquillaje, saber que "menos es más", que no se trata de cubrirte el rostro como una máscara sino que es mejor resaltar tus rasgos más bonitos y dejar que se adivine una arruguita que te ha salido por reir y por vivir.

Tampoco se es más sexy o sensual teniendo un cuerpazo, aunque sin duda ayuda. Las hay con un cuerpazo y chabacanas, enseñando demasiado, mal vestidas y ordinarias, apestando a litros de perfume, decepcionando a cualquiera en cuanto abren la boca porque de casi nada saben hablar, sin saber estar ¿qué sensualidad hay ahí aparte del primer impacto visual? y, por contra, las hay muy delgadas o rellenitas con una sensualidad refinada y estilosa. Dejando entrever en lugar de enseñar, resaltando lo más bonito de tu rostro, tu sonrisa, manos y pies bien cuidados, unos cabellos limpios, un perfume sutil o, simplemente, olor a limpio, un tono de voz agradable, maneras suaves, saber estar y buena conversación, son tantas y tantas cosas que pueden tener las humildes poseedoras de "los otros cuerpos" que no creo que deban envidiar a los cuerpazos. Los cuerpazos muchas veces son para una noche, los "otros cuerpos" para las mil y una noches. Por supuesto, es mi opinión, supongo que la de muchos hombres diferirá.

P.D. La imagen es de un desfile, la modelo ya no está entre nosotros, nunca estaba "demasiada delgada".

9 comentarios:

Scarlet2807 dijo...

Es lo que me gusta de tí, pasas de la risa a los temas serios, con una naturalidad...
y LO HACES PERFECTO.estoy absolutamente de acuerdio contigo, más que un cuerpo bello es importante " ser bella", y éso no lo logra un cuerpo, no señor...

Un gran beso, Scarlet2807

LIA50 dijo...

Ella cuanta razón en lo que escribes, que nos han inculcado, que un cuerpo es bello cuanto mas delgado, yo que he visto de cerca el problema de la anorexia me rebelo ante esto, tontamente vivimos haciendo dieta, y recién ahora entendí que aunque nuestro cuerpo no sea la perfección, somos bellos,y podemos atraer igual, muy bien el tema!Besos Lia.

Soñador dijo...

Yo como hombre de verdad, donde se ponga una mujer hermosa, con sus curvitas, que este vamos¡¡¡ tan hermosa que rezume felicidad,qué se quiten estas pobres que ni comen por no engordar.Tambien hay mujeres que estando delgadas se las ve sanas, por constitución por lo que sea.Ma vale que sobre que falte.Muy autentico tu escrito, me ha gustado el tema

Mayte® dijo...

En serio que es un placer tenerte a mi lado. A cada segundo se aprende.

Gracias por compartir lokita.

Un beso enorme.

Ruth dijo...

Ella cuanta verdad en tus palabras!! comparto tu sentir y análisis de lo que sucede en la actualidad, yo iría un poco más allá de la belleza exterior, de la que se cultiva no solo del alimento material, sino la belleza interna que ocultamos con ropas y máscaras, con comportamientos estereotipados, la que reprimimos por lograr la aceptación de la "sociedad" basándose en el dicho de "como te ven, te tratan", se han dado cuenta que la gran mayoría se viste igual...seguir una moda es lo valioso...uf creo este es un tema de compartir...un abrazo mexicano...gracias Ella.

* Inés * dijo...

Tanto mostrar sus andares y un estilo impuesto, muchas se pierden en sí mismas y acaban no siendo nada.

Piel y huesos, con modelos imposibles, de diseñadores que no saben o no quieren pensar que una mujer no necesita adornos, para ser mujer y persona a la vez.

No sé... tonterías mías.. no me hagas caso.

Me has hecho pensar Ella.

Ruth dijo...

Ellaaaaa nada de tonteríass ...tienes toda la razón.
Son reflexiones que poca gente se hace y se pierden en la nada por seguir la corriente...me gusta lo que dicen todos!! saludos

D'MARIE dijo...

Serio,reflexivo y muy real..Buena,forma de poder ver,como se complica la vida con ciertos prejuicios..me encanto linda!!
Besiss

wppa dijo...

Totalmente de acuerdo contigo Ella,tema serio donde los haya hoy en dia la mayoria de la sociedad de guia ,por "LA PRIMERA IMPRESION ES LA QUE VALE" .
Y exactamente la elegancia no consiste en unas medidas , se puede ser muy elegante con una talla 50 o tal vez màs , yo he visto pasarelas de tallas grandes , donde las modelos son guapisimas con brillo en sus ojos y sus rostros, con cara de felicidad, y no el semblante palido y enfermizo de esas tallas 34 que a veces nos presentan y que parecen esqueletos vestidos.
Cuando se es delgado/a por naturaleza es diferente, cada uno es como es, pero cuando te lo imponen para desarrolar un trabajo " o cabes en una 34 o no trabajas " estan cometiendo un crimen , no solo con la persona , si no con la sociedad , ya que a causa de eso ya no estan entre nosotros , muchas criaturas que se cegaron y se llevaron por la moda de la delgadez.
Seria muy largo el debatir el tema . En fin esperemos que algun dia y poco a poco los diseñadores de moda se vayan mentalizando .
Un beso
wppa.

Callad, por Dios, ¡Oh buñuelo!.

(La foto es de otro día, los de hoy los haré esta tarde que no me ha dado tiempo) Callad, por Dios, ¡oh buñuelo! Que no podré resisti...