Le veo venir, ¡Dios, es Carlos! ¿Cómo me ha encontrado? ¡Mis hijos, mi marido, por el amor de Dios, no me hagas esto por favor, márchate!, suplico en silencio.
Observo como se acerca, le ruego con la mirada, él saluda, pregunta mirándome a los ojos por una calle aledaña a la nuestra, mi marido le responde, él da las gracias y lo veo alejarse en dirección su vehículo, su porte es el mismo que recuerdo, aunque está más demacrado, pero sigue siendo él.
Suben los niños al coche, me despido de mi marido con un beso, pongo el coche en marcha y me marcho en dirección al colegio.
Los niños juegan en la parte trasera, la música a tope, me vence la tristeza, la angustia y comienzo a llorar desconsoladamente.
Miro por el retrovisor, esperando que él me siga y me pida una explicación, deseo dársela y aminoro la marcha, no me sigue, va en dirección contraria a la mia, veo como su coche se aleja.
Dejo a los niños en el colegio, continúo el camino y rememoro ese tiempo atrás hace ya un año y veinte días, cuando dejé la nota en el espejo y me marché de la habitación, sabiendo que había sido lo mejor que me ha ocurrido en toda mi vida, aparte del nacimiento de mis gemelos.
Mi recuerdo se remonta a cuando recibí -la noticia- y mis fuerzas flaquearon, no pude soportarla y necesitaba salir del entorno que me rodeaba.
Hablé con mi marido y le dije que necesitaba unos días para asimilar todo, él lo comprendió, cogí una pequeña maleta, unos cuantos libros y sin rumbo me dirigí a la costa.
Tan solo llevaba horas en ese pueblo, cuando lo conocí, al principio me resistí, pero su amabilidad y el desear evadirme de los recuerdos hicieron que aceptara la invitación.
Fueron los días más maravillosos que jamás he vivido, apenas pensé en lo que había dejado atrás, tan solo quería vivir, ¿es malo eso?
! Pero no pensé en él, en Carlos!
Hizo que me sintiera la mujer más importante del mundo, me ofreció todo lo que nunca había poseído y egoístamente lo tomé, sin pensar en él, solo pensé en mí.
Todos estos meses atrás he creído que para él solo había sido una mujer más, una de esas de la capital que van en busca de sexo un fin de semana, y en cambio lo he tenido en mi mente todo este tiempo, sus manos, sus besos, sus caricias, su risa y su olor impregnado en cada poro de mi ser.
Ahora sé que no he sido tan solo un ligue, que si me ha buscado, es porque signifiqué mucho más, sé que habrá tenido que luchar para encontrarme, cuanto me hubiera gustado abrazarle y besarle hasta el cansancio, !lo siento tanto Carlos!
En todo el tiempo que estuvimos juntos, no le conté nada de mí, ni tan siquiera que tenía el vehículo estacionado en el parking del hotel.
"Si supieras las veces que paré y pensé en dar media vuelta y quedarme siempre contigo, no lo sabes amor".
De lo único que me siento culpable, es de no haberle contado todo, el porqué estaba allí. Y de lo que nunca me arrepentiré es de haberle amado como nunca he amado a ningún hombre y creo que jamás volveré a hacerlo de la misma forma.
"Deseo que algún día nos volvamos a encontrar y darte una explicación"
Tan solo te pido que no me odies.
!Hasta siempre mi amor!
Observo como se acerca, le ruego con la mirada, él saluda, pregunta mirándome a los ojos por una calle aledaña a la nuestra, mi marido le responde, él da las gracias y lo veo alejarse en dirección su vehículo, su porte es el mismo que recuerdo, aunque está más demacrado, pero sigue siendo él.
Suben los niños al coche, me despido de mi marido con un beso, pongo el coche en marcha y me marcho en dirección al colegio.
Los niños juegan en la parte trasera, la música a tope, me vence la tristeza, la angustia y comienzo a llorar desconsoladamente.
Miro por el retrovisor, esperando que él me siga y me pida una explicación, deseo dársela y aminoro la marcha, no me sigue, va en dirección contraria a la mia, veo como su coche se aleja.
Dejo a los niños en el colegio, continúo el camino y rememoro ese tiempo atrás hace ya un año y veinte días, cuando dejé la nota en el espejo y me marché de la habitación, sabiendo que había sido lo mejor que me ha ocurrido en toda mi vida, aparte del nacimiento de mis gemelos.
Mi recuerdo se remonta a cuando recibí -la noticia- y mis fuerzas flaquearon, no pude soportarla y necesitaba salir del entorno que me rodeaba.
Hablé con mi marido y le dije que necesitaba unos días para asimilar todo, él lo comprendió, cogí una pequeña maleta, unos cuantos libros y sin rumbo me dirigí a la costa.
Tan solo llevaba horas en ese pueblo, cuando lo conocí, al principio me resistí, pero su amabilidad y el desear evadirme de los recuerdos hicieron que aceptara la invitación.
Fueron los días más maravillosos que jamás he vivido, apenas pensé en lo que había dejado atrás, tan solo quería vivir, ¿es malo eso?
! Pero no pensé en él, en Carlos!
Hizo que me sintiera la mujer más importante del mundo, me ofreció todo lo que nunca había poseído y egoístamente lo tomé, sin pensar en él, solo pensé en mí.
Todos estos meses atrás he creído que para él solo había sido una mujer más, una de esas de la capital que van en busca de sexo un fin de semana, y en cambio lo he tenido en mi mente todo este tiempo, sus manos, sus besos, sus caricias, su risa y su olor impregnado en cada poro de mi ser.
Ahora sé que no he sido tan solo un ligue, que si me ha buscado, es porque signifiqué mucho más, sé que habrá tenido que luchar para encontrarme, cuanto me hubiera gustado abrazarle y besarle hasta el cansancio, !lo siento tanto Carlos!
En todo el tiempo que estuvimos juntos, no le conté nada de mí, ni tan siquiera que tenía el vehículo estacionado en el parking del hotel.
"Si supieras las veces que paré y pensé en dar media vuelta y quedarme siempre contigo, no lo sabes amor".
De lo único que me siento culpable, es de no haberle contado todo, el porqué estaba allí. Y de lo que nunca me arrepentiré es de haberle amado como nunca he amado a ningún hombre y creo que jamás volveré a hacerlo de la misma forma.
"Deseo que algún día nos volvamos a encontrar y darte una explicación"
Tan solo te pido que no me odies.
!Hasta siempre mi amor!
9 comentarios:
Me declaro, absolutamente "adicta a leerte".
Me encanta como ¡¡¡escribes!!!.
¿ cuando escribirás la novela?
Un beso, Scarlet2807
Yo digo lo mismo. Quiero la siguiente entrega.
Besos
Pues yo quiero un Carlos de esos en mi vida.
Si un fin de semana en un hotel hizo que ella pensara que era lo mejor que le habia pasado en su vida, quiero uno para mi.
Pero que no me haga el amor cientos de veces. Que me lo haga menos veces y despacio.
Eres un genio relatanto Fibo.
Besos
Fiboo, me encantó la historia, porque no habré encontrado un Carlos? pero te encuentro a ti con tus escritos que me transportan.Besos Lía.
Fibo,la continuacion de tu escrito,dejas plasmado tu pasion por los relatos cortos!!Un señor en la materia..precioso!!
Gracias!!
Besis
Fibo eres genial, te quedó el conjunto de la historia bordado, me sorprendistes , aunque ya te leo y me gusta mucho como escribes.Gracias
Bonita historia de infidelidad ,pero con mucha ternura y sensualidad.
Cada historia que cuantas supera a la anterior y deja ese sabor a ansiedad por leer la siguiente.
Un beso
wppa,
Ayyyy Fibonacciiiii ¿por qué me haces esto?? me refiero a que me dejas esperando el final felíz!!!...( y me recuerdas a alguien de igual nombre :)...)donde seguro le dirá la verdad y el sabrá que no hubo tal infidelidad...uy ya te estoy dando el final, tu sabrás que hacer, pero precisa el fin de la histora tan bien entretejida... un beso
Fib, preciosa empatía, sabiendote poner en la piel y en la mente de ella.
Todo un ejercicio, a aprender, de tí.
Historia vista desde los dos lados del amor.
Gracias, siempre.
Publicar un comentario