1 de mayo de 2010

Un paseo por la playa


Hay días, cuando me asomo a través de la ventana, que no puedo dejar de percibir la inmensidad del mar y la atracción que ejerce sobre mí.

Nadie entiende que me guste caminar a solas, ni sé explicar la sensación que producen en mí los paseos por la playa a unas horas solitarias, sin más compañía que el viento y el sonido de las olas.

Me place caminar descalza, notando la rugosidad de la arena acariciando mi piel, y, al tiempo que voy despojándome de mi ropa, dirigirme lentamente hacia el mar, mientras la humedad del agua va borrando las huellas de mis pies. En esos instantes me siento tan plena que no  hay nada que altere esos momentos de calma.

Resulta difícil despertar del letargo que me produce el paseo cuando la bruma de la tarde empieza a oscurecer y la realidad se impone.

Es hora de emprender el camino de regreso a casa. Mañana, observaré de nuevo a través de la ventana y, si el tiempo lo permite, volveré a dar mi paseo por la playa.

10 comentarios:

Soñador dijo...

Precioso paseo, el mar es un lugar mágico donde a solas como en tu relato, se desprende uno de todos los pensamientos cotidianos y se sumerge en un reencuentro con esos silencios que solo se rompen con los sonidos sedantes de las olas en la orilla.Me gusta muchisimo ese tipo de tranquilidad y de paz que me queda despues de leerte tan reflexiva.Gracias

D'MARIE dijo...

May,si digo que me sorprendes,caeria otra vez en ser repetitiva..pero no puedo dejar de decirlo.Acaricias el alma,cuando dejas un escrito,me encanto nena!!
Besis

Scarlet2807 dijo...

Chiquita, cada escrito tuyo me gusta más que el anterior...
ëso se llama superación, bellísimo!!!
Sabes???, se te lee una mujer plena, felicitaciones.

Un gran beso, Scarlet2807

wppa dijo...

Como me recuerda a mi misma, esos paseos al atardecer ,con la suave brisa del las olas y los pies descalzos en ese caminar sereno y relajante que produce el sonido del vaiven del mar.
Que nostalgia y que ansiedad de volver a sentir esa arena fresca en mis pies .Mayte es un placer compartir este mismo gusto por los paseos en la playa envueltos en atardeceres de serenidad.
Un beso
wpp

María dijo...

Yo sí te entiendo, lo he hecho mil veces pero por la mañana temprano, muchas veces he visto amanecer, muchas otras llegar a los pescadores. Es una sensación de paz indescriptible.

Besos

* Inés * dijo...

La playa que nos describes con tus sentidos,invita a reflexiones, mecida por la brisa y el vaivén de las olas.

Muy bonita descrpción.

Gracias, desde mi lado.

Anónimo dijo...

Por qué será que el contacto con la naturaleza nos serena y produce en nosotros una especie de letargo.
Nos creemos tan civilizados, tan alejados de nuestra parte "animal" y, sin embargo, seguimos necesitando ese encuentro con lo auténtico.
Me ha gustado mucho tu relato Mayte, me has hecho sentir parte de esas sensaciones.
Un abrazo

Calixto dijo...

Mayte... el mar gran aliado de la calma y la tempestad y que estando cerca de él en solitario su olor y la música del oleaje producen esa sensación de paz...

Saludos de Calixto.

Unknown dijo...

Mayte, a muy pocas personas he visto o leído destacar tanto el placer de lo natural. Creo que es una forma de vida, la tuya, de vivir el contacto y destacarlo. Y por cierto que lo haces muy bien, muy creíble, con imágenes perfectas, pintadas con tu pincel mágico. Gracias, Mayte por compartirlas. Un beso. - rbn

Fibonacci dijo...

Yo quisiera estar escondio, mientras te despoja de la ropa, que dicha, ver a la jefa en pelota.

Callad, por Dios, ¡Oh buñuelo!.

(La foto es de otro día, los de hoy los haré esta tarde que no me ha dado tiempo) Callad, por Dios, ¡oh buñuelo! Que no podré resisti...