7 de mayo de 2010

La magia del recuerdo

Prometí contarte uno de mis encuentros nocturnos. El último fue mágico e inmenso. Tanto que, a la mañana siguiente, seguías aún, dormida, entre mis brazos. Cubría tu cuerpo una túnica vestal. Blanca y transparente, como la luz de tus ojos. Debajo, un minúsculo tanga inmaculado ocultaba lo que, como el mejor regalo, querías entregarme. Te vi a lo lejos. Un camino de pétalos, rojo terciopelo, acariciaba tus pies descalzos. Tu sonrisa, como un centro de gravedad inevitable, hacía que todo se ocultara a mis ojos. Mi pecho inició el concierto monocorde que despierta violentamente cada vez que te presiento, incrementando en intensidad a medida que te acercas a mí. La noche se hizo día y mi silencio sonrisa...y cada uno de tus pasos, hacía brotar de mis labios miles de suspiros. Creí desesperar. Tu lentitud me abrasaba y mi deseo se aproximaba a la inmensidad del crepúsculo. Tu aroma te precedió. Oler tu piel obligó a mi lengua a humedecer mis labios para recibir a los tuyos, que llegaron ansiosos. No hubo palabras iniciales. El único saludo se convirtió en beso. Tus labios, cálidos como caricias de azúcar, buscaron los míos como el manantial el peregrino. Y ambos, tus labios y los míos, se fundieron en el crisol donde el deseo toma vida. Ambos, tus labios y los míos, se licuaron en recuerdos y ansias...y se confundieron en el infinito. Mis labios formaron parte de ti y yo tomé posesión de los tuyos. No era capaz de identificar el sabor de tu boca. Absolutamente distinto al de otras veces. Era un sabor parecido al pensamiento...pero más intenso. Próximo a la miel de tus ojos...pero más cálido. Dejaba en mi paladar el dulzor de los pétalos...pero con más brillo, llenos de luz y espejismos. Y tu lengua, sembrando miles de pistas en mi boca, me ayudó a identificarlo. Era el sabor de los sueños nacidos en horas y horas eternas alejado de ti. El cosquilleo de tus dedos jugando con mi pelo me obligó a pegarme más a tu pecho y a tu vientre y mis manos en tu espalda te obligaron a no despegarte ni un solo milímetro de mi piel. Tu mirada, en una penumbra cegadora, se aferraba a la mía. Y yo no podía quitar mis ojos de tus pupilas, llenas de lirios y calas. Nuestros labios se despegaron y se llenaron de piel. Los míos de tu cuello...los tuyos de mi nuca y nuestras lenguas dibujaron por ella sueños imposibles. Sin duda por la magia de la hora, tu túnica desapareció súbitamente, tu piel me traspasó su calor y mis manos la recorrieron. Suave y tersa. Seda sonrosada. Panal inevitable y atrayente. Mis labios siguieron la misma ruta que mis dedos. Y dejaron su sello, inequívoco y ardiente, en cada átomo de tu piel. Tus manos, fiel reflejo de las mías, marcaron caminos por mi cuerpo, dejando estigmas placenteros a su paso. Mis manos y tus manos parecieron llegar a su último destino. Y en él improvisaron leyendas y canciones. Dibujos y rúbricas. Suspiros...suspiros disfrazados en jadeos de placeres y lágrimas de dicha. Y crujió mi piel. Y tu piel se estremeció como cuero en llamas. Te tenía entre mis brazos y en nuestro pecho nacieron las primeras palabras de la noche: “Te quiero. Te amo”

5 comentarios:

wppa dijo...

Intensamente sensual y bello ... bellisimo que serenidad y que paz se siente al leer despacio muy despacito tanta pasion, al compas de una suave musica brindo por el amor.
Un beso
wppa.

* Inés * dijo...

Es como una melodía, empieza con suavidad de violines en el sueño que nos brindas leer.

Invento un piano, acompañándote en la sucesión de frases, llenas de pasión y besos, de amor y sueños.

Se hacen silencios mientras sigo leyendo, arpas dulces como la magia con que la llevas hasta el final, donde rendido,le declaras tu amor, a tu amada.

Impresionante, como todo lo que he leído de tí.

Gracias, siempre.

Miranda dijo...

Uffffff, cuanta sensualidad, amor, pasión. Gracias por este hermoso relato.

Abrazos afectuosos y besitos a la distancia.

D'MARIE dijo...

De verdad es sensual..Ines,me encanto!!
Bessis

D'MARIE dijo...

Me mataras prologo ajajja..perdon,perdon perdon!!.Hoy no es mi dia...puse Ines...perdonn ,de todas maneras escribistes super bello!!

Callad, por Dios, ¡Oh buñuelo!.

(La foto es de otro día, los de hoy los haré esta tarde que no me ha dado tiempo) Callad, por Dios, ¡oh buñuelo! Que no podré resisti...