Con dieciocho años recién cumplidos y un año trabajando con mi padrastro, falleció mi madre.
Apenas había tenido contacto con ella desde los quince años, pero no fué óbice para que mi dolor fuera muy grande y una gran zozobra me llenara, pues no tenía más familia que ella y la soledad me inundó por completo.
Mi padre adoptivo pasada una semana del sepelio, me echó del trabajo y acompañado por unos policías me acusó de haber robado en el interior de la casa y dentro de la taquilla donde tenía unos pocos efectos personales, encontraron joyas perteneciente a su familia, fui denunciado, detenido y acusado de robo. Me condenaron a seis meses de cárcel, de nada valió mi declaración de inocencia y las torturas que había cometido contra mi, mi propio padre adoptivo.
Así que con apenas dieciocho años recién cumplidos, entré en un penal a cumplir la condena impuesta, allí fuí juguete de unos y de otros, debido a mi juventud y a mi escuálido físico.
Tuve varios intentos de suicido, ya que no podía soportar la dureza de la prisión, pasé varios exámenes psicológicos, algo que llevaría cómo un sambenito en mi haber.
El tiempo pasó y al cumplir cinco de los seis meses de condena, fui puesto en libertad, me vi libre, sin dinero y sin un lugar donde dirigirme.
Fueron semanas de pasarlo mal, dormía donde podía y comía lo que me daban mendigando por la ciudad, así como cogiendo los productos de las tiendas depositados en los contenedores ya caducados o estropeados.
Así fueron pasando las semanas y los meses, hasta que un día, un cura de una iglesia se interesó por mí y me encontró trabajo de peón de albañil en una obra cercana a su iglesia.
Con mi primer sueldo al cabo de una semana, pude coger una triste habitación en una pensión, al menos tenía un lugar para recogerme, el invierno se acercaba y era muy duro en la ciudad donde me encontraba.
De esta manera pasé cerca de un año, mi vida había cambiado muchísimo, no dependía de nadie y me sentía satisfecho por primera vez en la vida, se podría decir que era feliz.
Un día conocí a una pareja de amigos, nos hicimos inseparables, a cabo de un tiempo me invitaron a irme a vivir con ellos, y compartir los gastos del pequeño apartamento que tenían alquilado.
Yo seguía trabajando en la obra, aprendía todo lo relacionado con el oficio y aspiraba a ser algún día maestro de obras.
Ahorraba cada céntimo que podía, mientras mis amigos que eran pareja, trabajaban de repartidores y los sábados Salíamos a divertirnos, estos se habían convertido en mi familia. Pero un día cuando estaba a punto de acabar la obra, volví a casa y me la encontré vacía, me extrañó, ya que siempre que regresaba, estaban los dos en ella, pasaron varias horas sin tener noticias de ellos, ya estaba preocupado y entré en su habitación, cosa que nunca había hecho y cual no fué mi sorpresa que se habían llevado todas sus pertenencias, corrí rápidamente a mi escondite donde guardaba el dinero ahorrado y no estaba, solo una nota que decía "Lo sentimos, pero lo necesitamos” 2.500 euros me habían robado, todo el dinero que había ahorrado en todo ese tiempo.
Solo me quedaban cincuenta euros en el bolsillo y nada de comida en el frigorífico. Y lo peor de todo estaba por llegar, una vez acabado el mes, se personó el propietario pretendiendo cobrar la mensualidad y los atrasos que se le adeudaban, que resultó ser que se le debían cinco meses de alquiler que no se le había abonado, cuando yo había hecho entrega de mi parte a mis amigos, así que el propietario ni corto ni perezoso me echó en ese instante del apartamento, me vi en la calle en pleno invierno, sin dinero ni un lugar donde pernoctar.
Continuara………..
9 comentarios:
Dura historia, le van a dar por todos sitios al pobrecillo. Esperemos que tenga un desenlace agradable.
Besos
Ralato muy fuerte, pero con grandes dosis de realidas.
Hay personas que nacen con "mala estrella" y todos conocemos alguno.
Esperamos las siguientes entregas.
Saludos.
Como siempre, atrapas! y tienes pasta de novelista,sabes que soy tu fan número Uno! Besotes corazón.Lía.
Fibo, cada día escribes mejor, te vas superando, y tu capacidad narrativa es extraordinaria.
La historia, que decir, me apreta el corazón cada véz que la leo, solo espero que la suerte del protagonista cambie...
Un beso, Scarlet2807
Fibo, eres un fenomeno escribiendo, todos los generos te salen superbien, está historia es muy buena me tienes atrapada, esperando el siguiente capitulo.
Un beset
Fibbb:
Dura y cruel historia.
Besitosss.
Fibo, sigues asombrándome y mucho.
Has dado un salto exponencial en tu forma de escribir.
No me preocupa si es real o ficticio,si propio o ajeno, lo que sé es que te admiro, te aprecio y te leo con sumo interés.
Un beso y mi reverencia, con aplausos.
Triste historia, muy bien redactada y bien estructurada.
Un beso
He empezado la casa por el tejado, lei primero la continuación.
Un abrazo, Amigo
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