22 de julio de 2010

LARISSA ( 11 )


Los dos esbirros echaron “el paquete” a la trasera de la furgoneta y salieron por el camino a buscar la carretera del faro.
“Casi nunca hay nadie allí arriba -dijo el conductor- y hoy menos, con el día de perros que hace, amenazando tormenta”.
El otro estaba callado y de preguntó “¿Lo habías hecho alguna vez?, ¿torturar y matar a una chica joven y tan bonita?”
El otro, mas mayor y con años de experiencia respondió “No, nunca, he matado tipos de bandas contrarias de un tiro en la cabeza o he torturado a confidentes, pero nunca había tenido que hacer esto, ¿Sabes?, Reconocí las insignias de su padre, el comandante, estuve en la misma brigada en la guerra siendo un soldado muy joven y allí si que tuvimos que matar a mucha gente, me ha sabido mal tener que tratar así a la hija de un compañero de armas”.
“Pero ya sabes, añadió, que en esta organización, si desobedeces una orden te pasará a ti lo mismo o algo peor que a ella. He visto torturar durante horas a un arrepentido que acabó implorando la muerte. En este oficio no se puede tener sentimientos”.
Siguieron en silencio con el ruido de fondo del motor y el traqueteo de la furgoneta que ascendía por la empinada carretera.

Llegaron a la plataforma del faro y dejaron caer sin contemplaciones el envoltorio en el suelo, cerca del pretil que protegía el precipicio.
Al sentir el golpe, la chica emitió un débil gemido y el tipo mas joven dijo “Está viva aún”.
El otro respondió “será por poco tiempo”, ven a ver el cortado; La vista era de vértigo, casi trescientos metros de acantilado vertical y, allá al fondo, enormes rocas y el mar embravecido que las golpeaba fuertemente levantando grandes cortinas de espuma.
“Vamos a poner unas piedras dentro de la sábana para que se hunda rápido. Así nadie la encontrará en años y para entonces se la habrán comido los peces y nunca la relacionarán con nosotros”
Pusieron unas piedras a sus pies y ligaron la parte inferior de la sábana arrollada sobre el cuerpo.
Cuando iban a ligar la parte superior, oyeron el motor de un coche. Escucharon un momento y se asomaron al flanco de la montaña donde pudieron observar un viejo automóvil que ascendía a toda velocidad en dirección al faro.
“¿Crees que alguien habrá avisado a la Policía, pregunto el mas joven? ¡No creo , contestó el otro, debe ser algún “pirado” de los que les gustan ver las tormentas! ¡Ojalá y le parta un rayo!”
“De todas formas hemos de marcharnos rápidamente, no podemos arriesgarnos a que nos vea nadie o tendríamos que matarle también y seguro que habría investigaciones.”
“Rápido, remátala con una piedra y nos vamos” y subió a la furgoneta arrancando el motor.
El otro tomó una gran roca y, ante la muchacha destrozada, titubeó un poco ,aún tenía un resto de humanidad en su duro corazón.
“¡Que esperas idiota!” le gritó el otro y el hombre cerró los ojos, dejó caer la piedra y marchó sin mirar.
Continuará...

8 comentarios:

María dijo...

Escribe estupendamente, no me cansaré de repetirlo. De nuevo, mis felicitaciones a tu amigo.

Besos, para ambos

Scarlet2807 dijo...

Querido , tu sabes que yo al principio no te comentaba por pudor ( por ser yo la que publicaba).
Pero ya no, la mayoría al menos tienen claro, que yo soy solo "el medio" el escritor ess tú, y eres fantástico...
Espero al igual que todos el final de la trama. que espero no tarde.

Un beso , Scarlet2807

Anónimo dijo...

TE ESTA QUEDANDO MUY BIEN NARRADA LA TRAMA DE ESTA LACRA QUE NOS INVADE EN CUALQUIER RINCON DEL MUNDO.
UN ABRAZO AMIGO DE SCARLET.

FIBO dijo...

ME SALE COMO ANONIMO, QUE BURRO SOY

Miranda dijo...

Scarrr:

Felicitaciones a tu amigo.

Quedo en espera de la continuación.

Abrazos afectuosos y besitos a la distancia, para los dos.

wppa. dijo...

Querida amiga Scarlet ,sigo leyendo tu relato, lo estan detallando genial .
Un beso
wppa.

BONBOM dijo...

Es estupendo,me tiene completeamente enganchada,
un beso

* Inés * dijo...

Y el penúltimo de todos, que comenté arriba.
Magnífico, no sé palabra mejor.
Eres un escritor en ciernes.
Intenta buscar un editor y dálo a conocer.
Eres muy bueno.
Gracias siempre. (Anónimo).

Callad, por Dios, ¡Oh buñuelo!.

(La foto es de otro día, los de hoy los haré esta tarde que no me ha dado tiempo) Callad, por Dios, ¡oh buñuelo! Que no podré resisti...