Te miro, fija y descaradamente,
diciendo bajito, en un tono impío:
"¿Eh, chaval, tú sabes que eres mío?”.
Ávida, inquieta, amorosamente,
y..., descontrolada, saco mi lengua,
sé con certeza que voy a comerte
pero, antes, me apetece lamerte,
suavemente, mas sin darte tregua,
suspiro, embriagada por tu sabor,
a punto ya de perder cualquier control,
con las mejillas teñidas de rubor,
muy consciente de lo que te voy a
hacer,
abro la boca, jadeante, y ohhhhh...
te muerdo “Miguelito”.
Diossssssssss qué placer.
Y ahora, os presento a "Miguelito":
Lo del cuchillo y el tenedor es nada más que para disimular, me los he comido con la mano y haciéndoles todo eso que digo en el soneto.
Por si alguien no lo sabe, los
“Miguelitos” son unos dulces típicos de La Roda (Albacete) y se
llaman así porque un tal Miguel (amigo del pastelero) fue el primero
que los probó. Como son unos de mis dulces favoritos y, aprovechando
que fui diabética por error y que ahora soy hipoglucémica crónica
(hasta que me den con lo que la causa) y puedo comer azúcar, esta
mañana he hecho unos cuantos (40 me han salido) y llevo todo el día
de “experiencia religiosa” con ellos. Aunque es una cosa muy
simple, hojaldre relleno de crema pastelera, os dejo la receta por si
alguien no la sabe y quiere hacerla.
Ingredientes:
1) Una o dos planchas de hojaldre
(fresco o congelado). Con una plancha de 250 grs. salen unos 20.
2) Para la crema que, en esta
ocasión, he hecho de avellanas:
- De 100 a 120
grs. de harina ( dependiendo de lo espesa que la queramos, a mí me
gusta muy espesa y le pongo 80 grs. de maizena y 40 grs. de harina de
trigo.
- 2
cucharaditas de levadura Royal
- 2
cucharaditas de azúcar vainillada o vainilla líquida.
- 1 l. de leche
(yo la pongo semi).
- 150 a 200 grs.
de azúcar (según nos guste de dulce).
- 5 a 6 yemas
de huevo (según tamaño).
- De 50 a 100
grs. de avellanas molidas (según nos guste).
- 1 Corteza de
limón o naranja (procurando que no lleve el blanco interior porque
amarga)
- 1 rama de
canela (opcional). Yo la pongo si hago la crema sin frutos secos.
(Con esta cantidad
sobra crema, pero esa es otra historia porque ya puestos a hacer...).
3) Para
espolvorear:
Azúcar glas (no
hace falta comprar, sobra con moler el azúcar cristalizado que
usamos habitualmente con la picadora o el molinillo del café).
Preparación:
1) El hojaldre:
Simplemente lo
partimos en rectángulos, lo ponemos en una bandeja de horno
(separados entre sí) sobre una lámina de Teflón, papel de horno o
silicona y lo metemos al horno a la temperatura y tiempo que indique
en el envase. Importante precalentar el horno previamente para que
suba bien. Mientras se hace, preparamos la crema.
2) La crema:
Mezclamos en un
bol las dos harinas y la levadura y reservamos.
Ponemos en otro
bol las yemas con el azúcar y la vainilla y batimos con las varillas
hasta que empiecen a blanquear.
Ponemos la leche
al fuego con la corteza de limón o naranja y la canela en rama.
Incorporamos a las yemas con azúcar la
mezcla de harinas y la levadura y las avellanas y batimos un poco más
hasta que quede una mezcla homogénea.
En cuanto empiece
a hervir la leche, sacamos la piel de limón o naranja y la rama de
canela e incorporamos la mezcla anterior y batimos sin parar con las
varillas hasta que empiece a hervir de nuevo (lo hace en menos de dos
minutos, por lo que no hay que distraerse y dejar de batir porque se
nos quemaría).
Dejamos enfriar.
3) Relleno:
Partimos horizontalmente por la mitad cada
rectángulo de hojaldre, rellenamos la parte inferior con la cantidad
de crema que queramos y tapamos con la parte superior.
Espolvoreamos con azúcar glas.
Y digo que, con la cosa de la crisis, no vamos a desperdiciar las claras, así que...