9 de julio de 2012

Su jaula y la mía


Esta mañana, como siempre, me he levantado muy temprano, alrededor de las 6,30, demasiado pronto para quien no tiene casi nada que hacer, con el agravante de que hoy no tenía el recurso de meterme a la cocina y hacer un montón de comida.

Y digo no lo tenía porque, a raíz de un episodio de hipoglucemia muy grave que tuve ayer, ambulancia y hospital incluidos porque me quedé con 10mg. de glucosa, en casa me lo han prohibido todo y se han puesto conmigo en plan dictatorial y no me dejan hacer nada, ni siquiera cocinar, argumentando que me puede bajar la glucemia por un exceso de actividad.

El caso es que a las 7,30 yo ya estaba desayunada, duchada y arreglada y con todo el día por delante y sin nada, excepto ir al médico, por hacer y me he salido a la terraza a pintarme las uñas.

Mientras lo hacía, pensaba en lo bonitas que están las plantas, en lo delicado de ese macetero vintage pintado a mano y en lo absolutamente ideal que le queda la planta que le puse porque sus hojas son exactamente del mismo violeta que las florecitas que lleva pintadas el macetero. Pensaba en lo bien que queda, al menos para mí, lo ecléctico de la decoración que puse en la terraza, ese macetero encima de un mueble bar mejicano, conviviendo con el farolito de forja y el otro marroquí de piel; con los dos cuadros tipo provenzal francés encima, de los que estoy muy orgullosa porque los compré baratísimos, colocados sobre el ladrillo visto en lugar de sobre pared; en los mueblecitos con cajones de enfrente, de forja, madera y mimbre, tan diferentes del otro pero con un bonito contraste. Pensaba en la suerte o la casualidad de haber encontrado una cesta de forja que uso de macetero con la misma floritura que llevan las sillas y la mesa, cada cosa comprada por un lado y, sin embargo, con el aparente destino de encontrarse y, de pronto, he fijado mi vista en el canario.

El canario estaba en un extremo de la mesa y, sin palabras, le he hablado de lo similares que, ahora mismo y salvando las distancias, son su vida y la mía. La única diferencia es que su jaula es más pequeña y que no la ha elegido él, pero yo también tengo jaula, bonita y decorada como me gusta, pero es mi jaula, mi casa es mi jaula y, al paso que voy, pronto estaré envuelta en algodón para que nada me roce, para que nada me afecte y para que nada me haga daño.

Lo hacen porque me quieren, no cabe duda alguna, pero me siento sobreprotegida y me asfixio porque yo, a diferencia del canario que nunca ha conocido más que su jaula, sí he conocido la libertad, la que te da tener suficiente salud para ser completamente autónoma.

20 comentarios:

Julio Benavente Caballero dijo...

Me encanta tu prosa.
Estoy seguro de que pasará pronto el susto y volverás a estar en libertad, porque es muy cierto que, obligados, la estancia más maravillosa se convierte en presidio.
Entre tanto si sigues escribiendo será más leve para ti y un honor para los que te seguimos.
Ánimo y besos.

Patricia dijo...

Coincido con Julio, quizás la salida a esa jaula momentánea sea escribir.
Todo pasara.. solo cuídate!!
Besos...

Mos dijo...

Venga, venga, paisana,que lo primero es curarse y para eso hay que tomar ciertas medidas.
Ya volverás a la cocina y nos sorprenderás con tus recetas maravillosas y también la libertad volverá.
Ahora toca cuidarse y ya está.

Un abrazo de Mos desde la orilla de las palabras.

Nereidas-andresdeartabroblogpost,com dijo...

La descripción es magnífica , haces que uno reviva el paisaje y se imagine al jarrón , a ti, a y a ambas jaulas ,la tuya y la del canario.
sin duda alguna te repondrás y y volverás a sentirte libre. ánimo!
Un beso.

Gala dijo...

Vaya nena, espero que ese viajecito al hospital no haya sido nada y te encuentres mejor.
Me encanta como cuentas siempre las cosas, con esa naturalidad tan tuya.
Jajaja, reconozco que me he reido con las uñas... como no, antes muerta que sencilla, y si quieres que te diga algo, a mi tambien me pasa, me siento encerrada en casa sin poder hacer nada y se me cae todo encima.
Es lo que tiene ser hiperactiva, cuando te obligan a estar quieta es como una prisión.
Yo ahora con los corticoides estoy frita, menos mal que me dan sueño y parece que durmiendo se pasa el día rapidito...
En fin nena... cuidate mucho, dejate mimar, y a soportar el aburrimiento como se pueda.

Besitos mediterráneos.

ion-laos dijo...

En unos días estarás nueva y ya la guardia la bajarán, comprende que se han asustado, y están preocupados.

Pero cómo madrugas tanto? Si me tengo que pintar las uñas a esas horas, me sale un Picasso fijo, jajajaja.

Paciencia!!! Besotes!!!

Lapislazuli dijo...

Espero te repongas pronto, piensa la inversa si no te prestaran atención y cariño como te sentirías?
Un abrazo

Gizela dijo...

La narración bellísima!!!
Cuídate!!!
Que las enfermedades descuidadas, son peor jaula, que la del consentimiento de los que nos quieren

Besosssss y mucha salud y linda semana!!!!

Arturo dijo...

María:
Nunca entendí esos casos de hipoglucemia tan marcada. En mi caso, cuando me aplico demasiada insulina tras la comida, lo más que he bajado es a 45 mg.
Normalmente, cuando sufro una hipoglucemia (como mucho una al mes) me tomo una lata de bebida cola, como algo dulce (aquí es cuando doy cuenta de un par de alfajores de dulce de leche) y logro que se me pase casi instantáneamente el malestar.
Te recomiendo que siempre tengas a mano una gaseosa cola, puesto que beberla es lo que más rápido hace subir la glucemia.
No tengo dudas de que este mal momento pasará tan rápido que te lo olvidarás sin más, ni más.
Un beso y un cariño, para no ser menos.

Manases dijo...

Vengo esta mañana, después de un tiempo ausente y me encuentro con esta noticia.
Siento mucho María que te encuentres pachucha, pero por tu manera de escribir percibo que rebosas optimismo y eso me dice que nada ni nadie podrá contigo.
Deberías examinar si tienes algún enemigo o enemiga por ahí.
Tu caso es para analizar seriamente y es algo que no deja de sorprenderme en ti, otro en tu lugar, quizás yo mismo me estaría lamentando y tu sin embargo rebosas optimismo, enfocas tu atención en las cosas positivas de la vida, y no en las negativas. Seguramente pasaras por momentos malos, pero hazme caso no te exijas demasiado, solo piensa que todo pasara muy pronto.

Bueno no me enrollo mas, espero no perderme tanto y así saber como te encuentras. Besos

María dijo...

Ay, estoy saliendo a dos o tres hipoglucemias diarias desde el sábado pasado y me he sacado un bono en urgencias y otro en el médico, jaja.

Pero, por supuesto, no pierdo el buen humor ¡hasta ahí podíamos llegar!.

Besos

Sor.Cecilia Codina Masachs dijo...

Gracias María,me ha hecho feliz verte en mi casa, pero lamento que no te encuentres bien de salud y que te enjaulen.
Bueno, eso de la hipoglucemia, tiene solución, hasta que no sepan el motivo de tu descompensación , andarás de... ya sabes.
ten paciencia, pronto te dejarán de proteger tanto, déjate cuidar un poco. Vale?
Te dejo un beso de ternura
Sor.Cecilia

Unknown dijo...

Espero que tu capítulo de hipoglucemia se haya solventado con éxito y que ya estes haciendo vida normal. Cierto es que algunas veces parecemos estar encerrados, pero en verdad, lo que estamos es protegidos, sobre protegidos en muchos casos, pero protegidos y queridos al fin y al cabo. Cuidate.

Un saludazo.

ion-laos dijo...

Gracias!!!

45, jamia...

Espero que estés bien, buen finde, besotes!

Braulio Pereira dijo...

Animo

fuerza

corage

salut


un beso.

Amparo Donaire dijo...

A veces cuando ignoramos el descanso que necesitamos todo conspira para tomárnoslo forzosamente, espero que no desesperes mucho durante ese descanso forzoso y que vuelvas pronto, sin duda aquellos que quieran y te necesiten, estarán.

Un abrazo, que te mejores.

Sor.Cecilia Codina Masachs dijo...

Gracias María, veo que sigues de pie ?Cómo te encuentras?Rezo por ti, no deseo que te pase nada.
Tu amiga
Sor.Cecilia

Kasioles dijo...

Mi querida amiga: Aunque un poco tarde,vengo a agradecerte esos versos que has hecho para mí ¡cuánto te lo agradezco! Estoy convencida de que, si no lo sintieras, no te saldrían así de tiernos.
En esos días estaba demasiado sensible, necesitaba descansar y pensar. Hace poco he regresado del pueblo, he vuelto a casa y como os quiero un montón, estoy intentando haceros una visita, quiero deciros que no he dejado de acordarme de todos vosotros, que me habéis apoyado con vuestros cariños semana tras semana y que os siento como algo mío.
De momento no sé lo que haré, pero si sé, que os quiero.
Cuídate mucho, intenta llevar controladas las comidas y ya verás como esa hipoglucemia no vuelve a repetirse.
Hoy en día, la diabetes bien vigilada, no impide para que tengas libertad y hagas una vida sana.
Con mis cariños y mis mejores deseos, te dejo un fuerte abrazo.
Kasioles

Patricia 333 dijo...

Espero te recuperes del TODO, veras que así será

Un abrazo

* Inés * dijo...

Ay María, vas de susto en susto, con estos calores tórridos,que nos están pasando factura de una u otra manera. Espero y deseo que te encuentres mucho mejor.
Conforme te leía, me preocupabas más, dices que se han puesto duros contigo para que nada hagas, excepto descansar.
Me vino a la memoria Santa Teresa:
<< Nada te turbe, nada te espante todo se pasa,
Dios no se muda, la paciencia todo lo alcanza,
quien a Dios tiene, nada le falta sólo Dios basta>>.
Cuidate y mucho, María, mil besos.

Callad, por Dios, ¡Oh buñuelo!.

(La foto es de otro día, los de hoy los haré esta tarde que no me ha dado tiempo) Callad, por Dios, ¡oh buñuelo! Que no podré resisti...