El viernes me asomé a hacer inventario de lo que en mi casa llaman “el estante de los experimentos” del frigorífico, que es donde yo tengo las salsas de chocolate y caramelo, la gelatina de membrillo, las frutas confitadas y etc., etc. de cositas similares que uso para mis dulces. En el susodicho inventario, ví que tenía 6 bricks de nata que iban a caducar la semana que viene y me dije: “se impone hacer algo con ella, de momento vamos a montarla y al menos la congelo y ya la usaré, que está la cosa chunga y no hay que tirar nada”.
El caso es que cuando empecé a
montarla la pobre batidora empezó a exhalar sus últimos suspiros
(cosa que yo ya sabía porque no sonaba bien y el mes pasado me
compré otra porque, teniendo en cuenta el estado de mis manos, uso
la batidora hasta para batir los huevos y más vale prevenir que
quedarme sin batidora) y, como me dio tanta penita que su último
servicio fuera solamente para montar nata (en el fondo soy una
sentimental), decidí sobre la marcha hacer una tarta de mousse de
café con cobertura de chocolate.
Como veía que la batidora se moría
antes de terminar de montar la nata, me puse a hablarle y a animarla,
diciéndole (por supuesto en voz alta) cosas como: “venga corazón
mío, que tú puedes”, “no te preocupes, chiquitina mía, que tú
has sido muy buena y vas a ir al cielo de las batidoras” o “no
pienses que allí vas a estar solita, que te espera el robot de
cocina que se murió hace unos meses y que estaba al ladito tuyo en
la despensa, o sea que amigos tienes allí para divertirte”. En fin
que, entre pitos y flautas y ya a última hora cantándole: “ la
última nata que monté contigooooooooooooo quisiera olvidarla pero
no he podidoooooooooooo” ella hizo un esfuerzo, se portó como una
campeona y me salió la nata estupenda y no solamente eso sino que
aguantó hasta hacer la tarta entera y, justo terminando, dejó de
“respirar”.
Como no puedo poner foto de la tarta
porque sólo queda un pedacito (no se me ocurrió antes, sorry),
aprovecho que hoy he estrenado la nueva (me refiero a la batidora,
monísima ella que me hace juego el color con los muebles de cocina y
todo) y pongo lo que he hecho con ella, unos buñuelos de clementinas
(variedad de mandarina):
Ingredientes:
3 tazas de café de harina
3 huevos
3 mandarinas
½ taza de café de azúcar (opcional
y/o sustibuible por edulcorante)
½ taza de café de leche
1 cucharada de levadura Royal
Azúcar mezclada con canela para
rebozar
Las cantidades se pueden adaptar a
nuestras necesidades, manteniendo siempre 1 huevo y 1 mandarina por
cada taza de harina.
Preparación:
Tamizamos la harina con la levadura y
reservamos.
Lavamos y secamos muy bien las
mandarinas.
Con el rallador de cítricos, rallamos
la piel de las 3 y reservamos.
Pelamos las mandarinas, quitamos todas
las partes blancas y las semillas (si las tuviere) y las trituramos.
Añadimos el azúcar o el edulcorante,
la leche, la piel de mandarinas rallada y los huevos y volvemos a
triturar todo junto.
Añadimos, poco a poco e integrando
bien, la harina tamizada con la levadura.
Puede ocurrir, dependiendo del tamaño
de las mandarinas, que se quede la masa demasiado blanda, en cuyo
caso vamos añadiendo un poquito de harina hasta obtener una masa
firme y manejable.
Ponemos aceite (de oliva o girasol) al
fuego y, una vez bien caliente, lo bajamos a temperatura 6 y vamos
poniendo porciones de masa. Como orientación, yo pongo una
cucharadita de postre colmada y le empujo rápidamente con otra.
A mi juicio, el único truco para que
los buñuelos salgan bien es freírlos con mucho aceite, a
temperatura no muy alta, para que se pueda calentar bien la masa del
interior y suba, y hacer pocos cada tanda (yo hago 6).
Si ponemos mucho aceite el buñuelo se
suele dar la vuelta solo, pero yo prefiero darles varias vueltas y
así los voy dorando a mi gusto.
Cuando hayan crecido (más o menos al
doble) y se vean dorados, los ponemos en una bandeja con papel de
cocina para escurrir.
Cuando enfríen un poco los
espolvoreamos con azúcar mezclada con canela y ¡al ataqueeeeee!,
solos o mojados en chocolate.
Estos buñuelos se pueden hacer con
cualquier cítrico o fruta que nos guste (de manzana, de kiwi y de
fresa están buenísimos) pero si los hacemos de limón sólo hay que
ponerle la piel y el zumo de uno de ellos.
11 comentarios:
Quien ha dicho que las batidoras no tienen sentimientos? Mira que agradecida fue la tuya. Si todo es creer.
Que pinta tienen los buñuelos, eso quita tó los dolores.
Buena semana, besotes!
María tienes un blog que dice "Cómeme". Qué pinta más buena tiene todo.
Un placer conocerte y saludarte.
Un abrazo.
María:
¡Noooooo! No me tortures con estas exquisiteces, que las tengo recontraprohibidas.
Le tengo que pasar la receta a mi hija, que adora la repostería, para que los haga.
Después, cuando deguste uno de ellos, vencido por la tentación, me diré: todo es culpa de la buena de María.
De chico, los comía hechos con banana.
Besos.
Pues me alegro de que tengas batidora nueva, ya que veo que le armas a los asuntos culinarios, y ahora ya veremos quien te para. Mi debilidad son los dulces, y aunque mi mujer también le pega a esto de la cocina, le voy a decir que tome nota de la receta. Aquí en Valencia lo que tienen fama son los buñuelos de calabaza.
Besos María.
Paisana, María guapa, que estoy a régimen, nena. Que me he pasado las navidades y ya tengo que poner freno.
¿Por qué nos castigas así?
Un abrazo de Mos desde la orilla de las palabras.
Mariaaaaaa , jajajajjaja, si es que como no te va a salir todo bien , con el amor que le pones ???????
besossss
Maria como me alegra saber de ti, estuviste pachuchilla me encantaria hablar contigo, aun pahucha eres inolvidable. Me gustaria verte por mi blog, hablar, como google me hizo una putada te dejo la direccion para que sea mas facil.
http://mjralonso.blogspot.com
Un vesiabrazo
BUENO SI SUPIERAS LO QUE ME J... RESPONDER Y NO SE PULIQUE.
DE DEJO LA DIRECCION DE MI BLOG PORQUE GEACIAS A GOOGLE NO ME ENCONTRARAS. htpp://mjralonsoso.blogspot.com
un besiabrazo chus
Que ricos.
Tienen una pinta excelente.
Besos.
A la porrra la dieta!.
Me muero por probar esos buñuelos!.
Qué tentación. Sucumbo. Seguro.
Un besito.
Me apunto la receta aunque padezco de diabetes, de vez en cuando habrá que darse una alegría.
Besicos.
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