Con la que hay montada con el asunto de los pepinos había pensado escribir algo sobre eso pero, honradamente, hoy es uno de esos días que estoy harta de la crisis, de la corrupción, de los problemas y de todo lo que no sea reirse, así que he decidido que voy a volver a publicar algo que, en su momento, titulé "Cucumis Sativus" que es el nombre cientítico del pepino:
Lo de Cucumis sativus es en realidad el nombre del pepino pero, como llevo un par de días que me ha dado por lo clásico, el título lo he puesto en latín que queda como con más clase.
Empezaré diciendo que a mí no me gustan los pepinos (excepto los pepinillos en vinagre porque yo soy muy de sal, de picante, de vinagre y de sabores fuertes en general), incluso hago el gazpacho sin pepino pero, a raíz de unos comentarios en un escrito de ayer, me ha entrado la curiosidad de por qué amargan los pepinos y, puestos a investigar, pues resulta que he descubierto un montón de cosas y casi todas buenas al respecto de ellos.
Resulta que los pepinos amargan por los extremos porque contienen cucurbitacina (normal porque para eso es una cucurbitácea como las calabazas o los melones, por ejemplo), que se acumula ahí y por eso no se consumen los extremos. No me he preocupado de saber por qué amarga la cucurbitacina porque he descubierto tal cantidad de cosas de los pepinos que me he quedado anonadada.
Los pepinos son agua en un 96% y sirven para suavizar y rehidratar la piel, para calmar el dolor de las quemaduras solares, para las dermatitis, la congelación, el acné, como limpiadora, hidratante y nutritiva de la piel, para reducir las arrugas, relajar los ojos, para la conjuntivitis, los orzuelos, matar los gusanos intestinales y las tenias, reparan la mucosa intestinal, reducen los edemas, curan la cistitis, son buenos para la próstata, la diabetes, la artritis y los cálculos renales.
Es decir, que los pepinos son algo así como una panacea y yo sin saberlo y, lo que es peor, sin gustarme. Supongo que las multinacionales farmacéuticas, que no tienen un pelo de tontas, nos están metiendo pepino en muchas de las pastillas que nos tomamos y nosotros sin enterarnos y pensando que estamos tomando el último grito en descubrimientos para nuestros males.
Ahora, descubiertas las ingentes propiedades del pepino, entiendo que fueran tan apreciados en la antiguedad, tanto por indios, griegos, egipcios y romanos. Incluso he leído (aunque no lo he comprobado fehacientemente) que los israelitas se le quejaban a Moisés durante el Éxodo por no tener pepinos.
Yo voy a intentar consumir pepinos en lo sucesivo pero, eso sí, no me veo con las rodajas de pepino en la cara y los rulos puestos. Aunque igual la cosa tiene su puntito y es cuestión de comprobarlo.
Así que, teniendo en cuenta lo que circula por ahí de que incluso hay señoras que utilizan el pepino como, llamémosle "sustituto de amorcito", me estoy convenciendo de que en realidad a los pepinos no les falta más que hablar, ¡qué buenísimos que son!.
Lo de Cucumis sativus es en realidad el nombre del pepino pero, como llevo un par de días que me ha dado por lo clásico, el título lo he puesto en latín que queda como con más clase.
Empezaré diciendo que a mí no me gustan los pepinos (excepto los pepinillos en vinagre porque yo soy muy de sal, de picante, de vinagre y de sabores fuertes en general), incluso hago el gazpacho sin pepino pero, a raíz de unos comentarios en un escrito de ayer, me ha entrado la curiosidad de por qué amargan los pepinos y, puestos a investigar, pues resulta que he descubierto un montón de cosas y casi todas buenas al respecto de ellos.
Resulta que los pepinos amargan por los extremos porque contienen cucurbitacina (normal porque para eso es una cucurbitácea como las calabazas o los melones, por ejemplo), que se acumula ahí y por eso no se consumen los extremos. No me he preocupado de saber por qué amarga la cucurbitacina porque he descubierto tal cantidad de cosas de los pepinos que me he quedado anonadada.
Los pepinos son agua en un 96% y sirven para suavizar y rehidratar la piel, para calmar el dolor de las quemaduras solares, para las dermatitis, la congelación, el acné, como limpiadora, hidratante y nutritiva de la piel, para reducir las arrugas, relajar los ojos, para la conjuntivitis, los orzuelos, matar los gusanos intestinales y las tenias, reparan la mucosa intestinal, reducen los edemas, curan la cistitis, son buenos para la próstata, la diabetes, la artritis y los cálculos renales.
Es decir, que los pepinos son algo así como una panacea y yo sin saberlo y, lo que es peor, sin gustarme. Supongo que las multinacionales farmacéuticas, que no tienen un pelo de tontas, nos están metiendo pepino en muchas de las pastillas que nos tomamos y nosotros sin enterarnos y pensando que estamos tomando el último grito en descubrimientos para nuestros males.
Ahora, descubiertas las ingentes propiedades del pepino, entiendo que fueran tan apreciados en la antiguedad, tanto por indios, griegos, egipcios y romanos. Incluso he leído (aunque no lo he comprobado fehacientemente) que los israelitas se le quejaban a Moisés durante el Éxodo por no tener pepinos.
Yo voy a intentar consumir pepinos en lo sucesivo pero, eso sí, no me veo con las rodajas de pepino en la cara y los rulos puestos. Aunque igual la cosa tiene su puntito y es cuestión de comprobarlo.
Así que, teniendo en cuenta lo que circula por ahí de que incluso hay señoras que utilizan el pepino como, llamémosle "sustituto de amorcito", me estoy convenciendo de que en realidad a los pepinos no les falta más que hablar, ¡qué buenísimos que son!.
15 comentarios:
Pues si María a mi el pepino me gusta, pero más suavito. En las ensaladas, y alguna vez me lo he puesto en los ojitos que relaja mucho. Buenos son ya ves para que cosas sirve, es muy apañado el pepino.
Besitos de pepinos en tu caso en vinagre, a mi el vinagre me echa para atrás jajajajaja. Pasa un maravilloso fin de semana.
Cuando preparo una ensalada,corto los extremos y froto cada parte separada en forma circular para extraerles lo que bien has descubierto, la cucurbitacina" que realmente es amarga, otras propiedades las desconocía y otra -la íntima femenil- la sospechaba.
Un pepinoso abrazo
Como mi tensión excesivamente alta pues no me permite...
le digo cierra los ojos y ala pepino . eso si antes le quito la piel y lo lavo que aqui en España no somos ta guarros.Donde este un buen pepino con la curcurbitacina ¡no veas!
Nos das cada idea "genial"
un beso
Mi querida María, a través del blog de Malena visto tu blog.
Este problema de pepino es preocupante es que las bacterias son de la misma pepino? Al igual que otros, yo como pepino todos los días, ya sabía algunas propiedades beneficiosas para nuestro cuerpo y hacer que la información importante y ahora sé que ya no me lo dejó.
En cuanto a su puesto por debajo, alrededor de las prostitutas, desgraciadamente la mayoría de estas mujeres no piensan en el futuro, ahorrar dinero, sobre todo porque muchos niños, ya que son rápidamente despedidos, la marca rápidamente estos años las mujeres. Es una situación muy triste.
Un beso a mi amigo, hasta que otras veces.
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El pepino es muy completo, pero esta pasando unos momentos muy complidados no solo españoles ayyyyyyyyyyyyyy. bUENO CON ESTO Y UN BICOCHO HASTA MAÑANA A LAS OCHO. Noakkkkkkkkkkkkkk
Son buenisimos María, a mi si me gustan y me los como en ensaladas o en cualquier comida que se me ocurra.
Mira, que no me lo había pensado como "sustituto de amorcito" jaajajajajaj
Besitos mi niña
Feliz día sábado
A mí lo que más me gusta del pepino es utilizarlo como respuesta cuando viene algún pesado a darme la lata, aquello de "Me importa un pepino".
Besos.
Hola María, pues es lo que digo yo, que los pepinos hacen labores muy importantes a la patria, si hasta nos ha unido el pepino cuando los políticos no son capaces de hacerlo, hacen falta las catástrofes para ser hermanos de patria o de pepinos, que ya ni se sabe.
Bueno que a mi me gustan los pepinos de siempre, pero mas en la comida que como cremas de belleza u otros menesteres… Un beso amiga, interesante el post, muy bien documentado.
Pues si María hay una referencia Bíblica a los pepinos, resulta que los 400 años de cautiverio de la nación Israelita en Egipto, se olvido en cuestión de días, ya aquel pueblo desagradecido, no se acordaba de los latigazos, ni tampoco del genocidio infantil
Te pongo la referencia: Números 11:4-6 Y la muchedumbre mixta que se hallaba en medio de ellos expresó anhelo egoísta, y también los hijos de Israel se pusieron a llorar de nuevo y a decir: “¿Quién nos dará carne para comer? ¡Cómo nos acordamos del pescado que comíamos de balde en Egipto, de los pepinos y las sandías y los puerros y las cebollas y el ajo! Pero ahora nuestra alma se halla seca. Nuestros ojos no se posan en cosa alguna sino en el maná”.
Tienes que hacer un intento y probarlos, paisana. A mí me gustan en ensalada con unos tomates y un poco de orégano o cominos. Por supuesto aceite de oliva virgen extra ( a mi de la variedad arbequina) y vinagre de Módena.
Y, por supuesto, en el gazpacho.
Vaya lección sobre el pepino nos has dado.
Un abrazo desde mi orilla.
Mos.
HOLA QUERIDA AMIGA.
A MI ME GUSTAN LOS PEPINOS, CUANDO LLEGA EL VERANO ME LOS PREPARO CON UNA ENSALADITA DE TOMATES.
SOY MUY DE COMER VEGETALES.
BESITOS
CARIÑOS PARA TI.
PD.
EL PROFESOR NO ME PONE NOTA, SI NO QUE VA MIRANDO PUNTO POR PUNTO LO QUE ESTÁ BIEN O MAL.
DESPUÉS ME DA SU CONCLUSIÓN, SI ESTÁ TODO MAL LO TENGO QUE VOLVER A HACER. NUNCA ME PASÓ, PERO SÍ HE TENIDO ERRORES.
Hola Maria, he pasado por aquí y me ha llamado mucho la tención tu entrada sobre los famosos pepinos.
Te dejo la dirección de mi blog por si te apetece visitarme.
htt://besana1.blogspot.com/
Hasta pronto.
Isabel.
Es una pena que tengamos que perder 200 millones de euros cada semana, por haber dicho que el virus partió de aqui, y en realidad no fue asi,
pero el mal ya esta echo.
un grato placer pasar a leerte.
que tengas un feliz fin de semana.
Hola Maria una clase muy instructiva, había cosas que no sabia y bueno nunca es tarde para aprender.
un abrazo
No es el pepino santo de mi devocion , aunque reconozco sus propiedades y sus mil maneras de prepararlo sobre todo en verano da mucho juego para una gran variedad de ensaladitas.
¡¡Arriba el pepino¡¡
Pepino estamos contigo jajajaj.
Besoss
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