La amante cautelosa

La amante cautelosa es el título de la litografía de la foto, es del siglo XIX y su autor fue Nicolás François Tassaert. Deduzco que lo de cautelosa viene del hecho de que le coloca un preservativo al señor con el que está en la cama.

Me la he encontrado por casualidad, en realidad hoy iba a escribir sobre el bidet (cosa que he dejado para mañana) pero, al ver la foto, digo pues no va ser hoy del bidet, que va a ser del preservativo.

He investigado y resulta que, antes de empezar a fabricarlos de latex (a finales del siglo XIX), los preservativos los hacían básicamente de tela o de intestinos de animales, aunque hay una teoría que dice que los romanos los hacían con el tejido muscular de los que habían vencido en batalla. Los cosían cuidadosamente y luego les ponían una cinta en el extremo para apretarlos y que no se soltaran en pleno acto, es decir que eran algo así como una bolsa de pan en pequeñito y de diversos materiales y los procedentes de intestinos animales los mojaban en leche para que se pusieran blanditos y no rozaran mucho (supongo).

Parece ser que el preservativo se usaba desde, por lo menos, el 1200 a.C., en Egipto y en la antigua Grecia, también los recomendaban los médicos siglos más tarde aunque yo lo de la antigua Grecia no lo tengo muy claro porque, si en la leyenda del rey Minos se menciona su uso, ¿por qué su mujer, Pasífae, cuando se encaprichó del toro y tuvo relaciones sexuales con él no se lo puso y así no hubiera tenido al Minotauro?, claro que, bien pensado, igual es que no tenían preservativos tamaño toro.

Existe ¿cómo no? el "Museo del preservativo", que se encuentra en Tailandia y se inauguró el año pasado pero antes, en el año 2000, el Museo Británico realizó una exposición de ellos, entre los que se encontraban ejemplares desde el siglo XVI, procedentes de excavaciones en Gran Bretaña. De la exposición destacó que los preservativos del siglo XVI eran aproximadamente 18 mm. más estrechos que los actuales, de lo que podemos deducir que los ingleses de la época no padecían de priapismo, vamos que eran más bien canijos de ahí.

El nombre por el que más se ha conocido al preservativo (condón), puede provenir de un doctor apellidado así a quien, supuestamente, Carlos II de Inglaterra le pidió inventar un método para evitar tener hijos ilegítimos y contraer enfermedades venéreas.

Me quedo con la gana de contar lo del preservativo de fresa pero, como esto lo leen en casa y no tengo ganas de que me encierren en un psiquiátrico, me abstendré, eso sí, con todo el dolor de mi corazón.