14 de septiembre de 2010

SILENCIO EN EL ALMA



    ¿Cuánto tiempo ha pasado? no lo sé, lo que sé, es que aún permanece en mí como si fuera ayer, hoy, o tal vez fué en uno de mis sueños de esta pasada noche. El caso es que está ahí, perenne, punzándome el pensamiento y la razón, sin comprender como el devenir del tiempo me ha llevado a esta situación en la que la vida sólo la entiendo si la vivo en el momento, sin importarme el ayer ni el mañana.

    Aquí, en la soledad de mis pensamientos, ante un teclado que me ha hecho olvidar la textura del papel y el tacto de un bolígrafo, sin saber por dónde empezar a plasmar en esta pantalla fría y carente de toda emoción lo que me aflige.

    ¡Yo!, un hombre en toda mi plenitud, que ha contemplado el pasar de los años siempre con atisbo de esperanza y felicidad desde que vi la luz por vez primera, teniendo el cariño de mis allegados y por esa cognición la he trasladado a todos los que me han rodeado, ahora me veo aquí, sólo, triste y encerrado en un habitáculo de una pensión que supura tristezas y melancolías de todos aquellos que han pasado por ella, dejando huellas indelebles de esperanzas, penurias, desdichas y amores furtivos.

    Remontándome en el tiempo y cerrando los ojos, veo una casa rodeada de montañas nuevas y bravas en continuo crecimiento, con ese valle verde lleno de vida, y el discurrir ruidoso de las aguas procedentes del deshielo de un invierno crudo y duro mezclado con las vocecitas de unos niños corriendo detrás de unos perros, compañeros infatigables de sus juegos, al mismo tiempo saliendo de la chimenea el humo de la vida que dentro de ella se concibe.
   Me introduzco en ella, es una estancia pequeña, limpia y decorada muy alegre, con cortinajes de flores y vivos colores, en ella una hermosa mujer en sus quehaceres diarios en la cocina canturreando una melodía muy pegadiza, un fuerte olor a café recién hecho y magdalenas recién sacadas del horno impregnan toda la estancia.

   Ella se acerca a la ventana y a viva voz llama a gritos a los niños para que se acerquen a desayunar, los veo entrar corriendo y abalanzarse en brazos de la mujer, donde ella los cobijas llenándolos de besos y conminándoles a sentarse a la mesa; de otra estancia sale un hombre sonriente y con muestras de efusión besa a la mujer hermosa y cogiendo a los niños en brazos los llena de besos y abrazos, jugando con ellos haciéndole cosquillas y estos pidiéndole por favor que no siga.

   Se desvanece la imagen, abro los ojos y ante mí surge de nuevo la estancia que me resguarda desde hace tiempo, unas lágrimas afloran a mi rostro y caigo rendido contra el teclado, no, no quiero dejarlo aún, no podría ahora.

  De nuevo me viene una imagen de apenas dos adolescentes, con una maleta cada uno en la mano en un andén de una estación cochambrosa de un inhóspito lugar, despidiéndose de sus padres que con lagrimas en los ojos ven partir a sus dos hijos con destino a una guerra, tan solo han recibido un telegrama del gobierno requiriéndoles sus servicios para una pretendida defensa del país, ¡ellos! que nunca han salido del entorno familiar, se ven envuelto en un conflicto que las malditas religiones han propiciado a lo largo de la historia por personajillos que en su provecho y cultivando la incultura incrementada esta por ellos mismos han aumentado el odio y el miedo entre los que no comulgan sobre sus ideas.

Continuará...........................

7 comentarios:

Mayte® dijo...

¡Menudo regreso!

Sin mentir te digo, que es el comienzo de historia escrito por tí, que mas me ha impactado (ya sabes porqué), espero que sigas así.

Un saludo y ¡Bienvenido de vuelta!

D'MARIE dijo...

Bienvenido FIBO.. comenzamos bien...como siempre..un lujo amigo bESISS

wpaa. dijo...

Me alegro mucho de tu vuelta ya te extrañaba, espero que lo hayas pasado genial en tus vacaciones...por lo que veo intuyo que si ,pues llegas con mucha fuerza.
Bienvenido
Un beso
wpaa.

María dijo...

La historia promete, coincido con Mayte.

Besos

SalvaX dijo...

Apreciado Fibo, hacían falta tus escritos para completar el espectro de este Blog.
Bienvenido, esperamos con interés tus relatos, siempre interesantes.

* Inés * dijo...

Es cierto, te echábamos de menos. Vienes y nos deléitas con un silencio, que promete desde tu primera parte.
Yo no "sé el por qué", como ellas, Nunca pude hablar contigo en ningún sitio, como para entender mejor mis dudas o resolver mis preguntas, sobre tus relatos.
Soberbio, no tardes en seguirlo.
Gracias, siempre.

LIA50 dijo...

Còmo te extrañaba en el blog, y realmente me has impresionado con el comienzo del relato, Bienvenido de tus merecidas vacaciones ! Un besote amigo mìo.Lìa.

Callad, por Dios, ¡Oh buñuelo!.

(La foto es de otro día, los de hoy los haré esta tarde que no me ha dado tiempo) Callad, por Dios, ¡oh buñuelo! Que no podré resisti...