Fe, esperanza y caridad son las tres virtudes teologales, esas que nos regala Dios para dirigir nuestra voluntad y nuestra inteligencia hacia Él, son como una llama que nunca se apaga y que siempre te ilumina.
En estos tiempos en los que parece que no se lleva mucho lo de Dios hasta puede parecer una "boutade" hablar de ellas, o hasta un poco irracional pensar que existen y que controlan gran parte de tu vida. Pero yo sé que lo hacen, al menos la mía.
Tener fe es sobre todo confiar, en algo o en alguien, es saber que, por encima de todos los inconvenientes que te puedan surgir o de todas las dudas que te puedan asaltar, algo va a salir bien porque la fe te reviste de una fuerza moral que te hace más fuerte y, al final, puedes con todo y logras tus objetivos. Es como creer en lo imposible y conseguir hacerlo realidad.
La esperanza es también confianza pero, sobre todo, es certeza, es saber que hay un futuro ahí que te está esperando aunque, a veces, para alcanzarlo tengas que escalar montañas cuyas cimas pensabas incapaces de coronar. Es también fuerza, como la fe, porque cuando crees que ya no puedes más llega la esperanza y te toca con su varita mágica y te da el empujoncito que te faltaba y, al final consigues tu meta. Igual no llegas a tiempo de subirte al podium o pierdes una zapatilla por el camino pero tú terminas la carrera, aunque sea en la última posición, y terminar la carrera no deja de ser una victoria.
Y la caridad que, entre otras cosas, es amarse a sí mismo, es una de las mayores bendiciones que nos han sido dadas porque, si te quieren, tú quieres y te quieres a ti misma, tienes fuerza, fe, confianza, certeza y esperanza, tienes, en definitiva, todo lo que necesitas para enfrentarte a todo lo que te pueda venir y salir victorioso de cualquier "guerra" que tengas que librar. Caridad es amor, por encima de todo es amor, y, teniendo amor, lo tienes todo.
8 comentarios:
Oye niña, solo voy a decirte algo.
¡TU PUEDES!
Un beso grande
María, tú aparte de ésas tres virtudes, tienes muchas más , eres estupenda niña, y te quiero mucho, aunque no lo sepas...
Un beso, scarlet2807
María creo sinceramente, que te sobran virtudes, cualidades, eres una gran mujer, y una persona maravillosa, que mas se puede pedir?.
Un beso grande, y mi amistad sincera.
Marga
Mariiña, yo te deseo todo eso de corazón.
Besito.
¡Genial!
Un saludo
Hace siglos Jesucristo dijo: “Si tienen fe del tamaño de un grano de mostaza, dirán a esta montaña: ‘Transfiérete de aquí allá,’ y se transferirá, y nada les será imposible.”—Mat. 17:20.
Precioso.
No puedo decir más.
Gracias, siempre.
Lo has descrito magníficamente.
Un saludo
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