Hoy le he vuelto a ver, habían pasado 5 años desde la última vez. Yo estaba en la fila del banco y, de pronto, he sentido su mirada, siempre me pasó lo mismo, siempre supe cuando estaba, cuando me miraba, un escalofrío me recorría la espina dorsal, jamás me pasó con nadie más.
Confusa, me he girado y he encontrado sus ojos clavados en los míos, esos ojos que tanto he añorado, que me han mirado tantas veces como ascuas relucientes de deseo y amor. Luego, incapaz de asimilar todos los recuerdos que me ha traído su mirada, he bajado la mía y me he vuelto a girar. Al momento he sentido que dejaba de mirarme y, con el corazón desbocado, he conseguido hacer las gestiones que me habían llevado allí. "Se ha ido", he pensado, ¿o quizás ha sido sólo un sueño?.
Pero no era un sueño, al salir a la calle estaba ahí, esperándome, y, aproximándose, me ha dicho: "Elisa", ¿cómo estás?, yo no sabía qué responder, me he quedado muda, rígida como una estatua, hasta que se ha acercado a mí, ha cogido mi barbilla, me ha levantado la cabeza y me ha dado un suave beso en los labios.
Entonces se ha desencadenado en mí un torrente de sentimientos, todo lo que estaba consiguiendo dominar ha aflorado de nuevo, incluso quizás multiplicado por los 5 años de ausencia y, sin poderlo remediar, he llorado y me he refugiado en los brazos que, abiertos, me ofrecía. Me he fundido con él en un gran abrazo de consuelo, de recuerdos, de esperanzas, de sueños retomados y he llorado, mientras él me estrechaba fuertemente y besaba mi cabeza.
No sé cuanto tiempo hemos pasado así, sólo sé que quería quedarme pegada a él toda la vida, esa a la que soñamos juntos y a la que, de mutuo acuerdo, tuvimos que renunciar. Después, él ha cogido mi cara entre sus manos y, acariciándome suavemente, me ha vuelto a besar, esta vez con fuerza, con necesidad, con la provocada por tanto tiempo de renuncia involuntaria y necesaria.
Tenemos que hablar Elisa, repite, ¿podemos ir a tu casa?. No, Alberto, a casa no, por favor, le respondo. No se lo digo pero, el sólo hecho de imaginarme de nuevo entrando a mi casa con él y que luego se marche, me resulta insoportable. Él asiente, entiende perfectamente mis pensamientos, siempre lo hizo, y me sugiere ir a tomar un café a una cafetería cercana.
Entramos, pedimos ese café y me dice...
Continuará...
12 comentarios:
Buén comienzo.
Ya me tienes enganchada a tu novela.
Besitos a la distancia
ELLA,lo que yo te decía,dime ahora que hago para seguirte, dime. Es broma, siempre es un placer leerte, lo sabes.
Besitos amiga del alma.
¿ Puedes coger en tu mano un poco de agua, sin que se derrame una gota? asi son los sentimientos Ella ingobernables que nos hacen perder la razón... me gusta Ella espero con anhelo el final- besos
Cuando un amor dormita en el corazón y reaparece, retoma el sentimiento, justo en el momento que la vida truncó su destino.
Me has sorprendido vivamente, por el relato y por el nombre.
Creo que es muy bueno, de lo mejor que te he leído.
Estaré atenta a los siguientes episodios, que tanto prometen.
Gracias,siempre
Recuerdos de un pasado , que no por ser "pasado" hay que olvidar.
Cuando los recuerdos son tan bellos el volver a revivirlos pueden llegar a ser apasionante como el primer dia.
Un beso
wppa.
Buen comienzo..esperando lo que sigue y confio que sera bello!!
Besis
Eres buena narrando, atrapas al lector y cortas en el momento justo para mantener la intriga.
Un beso
Ellaaa:
Bella historia de amor, excelente comienzo, lograste atraparnos, quedo en espera de la continuación.
Besitos.
Beethoven le escribio a Elise,eso me ha recordado la protagonista de tu relato, es en lo primero que he pensado,te seguiré leyendo muy atentamente, pero recuerda que segundas partes nunca han sido buenas.
Un besote casto.
Ella, simplemente maravilloso inicio de historia. No te esperes mucho para continuar.
Un beso grandote
Ella, eres divina escribiendo, realmente...
Un beso Scrlet2807
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